27-11-2013-KRADIARIO-880
¿TENEMOS UN PROBLEMA DE SALUD O DE MERCADO?
¿TENEMOS UN PROBLEMA DE SALUD O DE MERCADO?
Por Andrés Palma
Es un hecho que los indicadores de salud en Chile son buenos. Las
enfermedades infecciosas están casi totalmente controladas, la atención
profesional del parto y el control del niño sano han generado una actitud
responsable con la salud de la madre y del niño pequeño que han disminuido sus
morbilidades y mortalidades a niveles superiores a los de otros países de
similar nivel de renta por habitante, y la esperanza de vida se ha elevado
hasta niveles de países desarrollados.
Por otra parte, al analizar estos resultados en relación a lo que se gasta
en salud podemos concluir que el retorno del gasto en salud, es decir el
resultado por peso invertido en salud, es de los más altos del mundo, lo que
nos dice que el sector es un sector que funciona bien en general.
Esto es más evidente si se observa que alrededor del ochenta por ciento de
la población se atiende en el Sistema Público de Salud, cuyos niveles de
eficiencia (resultado por peso gastado) son aún superiores.
Sin embargo la opinión de la gente no coincide con estos datos.
De acuerdo con el Estudio de Valores Sociales realizado por el Departamento
de Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Santiago, al preguntar, “¿Cuál de los siguientes temas generan más
problemas en el Chile de hoy?” un 51% de los consultados (mayores de 18 años
que viven en zonas urbanas) respondió: “el sistema de salud”, el
número más alto de respuestas entre las alternativas propuestas. Este resultado
es mayor entre las mujeres (56%) que entre los varones (46%) y también en los
grupos socioeconómicos más altos (64%) que en los sectores medios y en los
bajos (49%).
Por su parte, al consultar cuáles son las tres mayores preocupaciones
personales, fue el “acceso a la salud” la más mencionada con un 42% de las
respuestas. Este resultado también es mayor entre las mujeres (44%) que en los
varones (36%), pero es menor en los sectores de altos ingresos (29%) que en los
demás.
Si interpreto correctamente la relación entre las respuestas a ambas
preguntas concluyo que para los sectores medios y bajos el “tema salud” es un
problema mayormente de acceso, asunto que es de menor importancia que para los
sectores medios altos y altos.En este
último caso el “tema salud” podría tener que ver con el costo del acceso más
que con el acceso mismo.Esta afirmación es consistente con las
respuestas a otras preguntas del Estudio.
Mientras que sólo un 2% piensa que el “sistema de salud con el sistema
ISAPRE es apropiado y debe conservarse” y un 17% señala que “necesita algunos
cambios pero debe conservarse”, un 37% cree que “debe ser modificado
sustancialmente” yun 39% que “debe ser
reemplazado por otro sistema”, es decir, más de tres de cada cuatro personas
creen que el sistema requiere cambios muy profundos.
Por su parte, más de la mitad de los consultados justificaría un alza de
los impuestos si estos se destinan a financiar una reforma en el sistema de
salud. Curiosamente este porcentaje es más alto en los niveles socioeconómicos
más elevados (64%) y en los mayores (58%), y más bajo en los pobres (48%).
Estas diferencias tienen, a mi parecer, un fuerte correlato con la demanda de
cambio en el sistema de ISAPRE y con la percepción del sistema de salud como un
problema, y se refrenda con el análisis de la última pregunta que consideraré:
¿es aceptable el lucro si mejora la calidad de la salud?
El lucro, si mejora la calidad de la atención, es aceptado por solo el 44%
de los consultados, pero es menos aceptado en los sectores de altos
ingresos (38%) y por las personas de mayor edad (42%) y más aceptado en los
sectores de bajos ingresos (45%).
Como puedo presumir que las personas de menores ingresos se atienden en el
sector público, y un sector mayoritario de los de altos ingresos en las ISAPRE, me parece claro que al plantearse la salud
como problema se están discutiendo dos asuntos diferentes: para los de altos
ingresos el alto costo que representa estar en una ISAPRE, es un problema
de mercado, y para los más pobres la dificultad de acceso, es un problema
de salud.
No digo algo muy nuevo, pero es una distinción que es necesaria para poder
hacer la reforma que tan mayoritariamente se demanda.
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