UNA GRAN ESTAFA..., QUE SIGUE SU CURSO
Por Mario Briones
Por medio de la manipulación se intenta confundir
diciendo que hay una crisis de deuda, un fenómeno financiero o un exceso de
gastos. Sin duda que son componentes gravitantes de la crisis, sin embargo, se
omite decir lo más importante, el problema estructural de la crisis, esa que
dio sus primeros pasos en la década de los 70´s, cuando se dieron cuenta que no
podríamos crecer todos a la vez y empezaron a construir los utópicos beneficios
que aportaría la globalización para los países.
Abrieron todas las opciones posibles para
incrementar la funcionalidad del capital
a través del FMI, BM, BCE, etc., y con una emisión monetaria de millones de
millones de dólares a costo cero, a cargo de la FED de EE UU, que la banca mundial diseminó por todo el
planeta. Uno de los últimos en advertir
esta situación ha sido, el reciente asumido Rey de Holanda Guillermo
Alejandro, quién el 17 de Septiembre 2013, al inaugurar un
nuevo periodo del Parlamento expresó, “El clásico Estado de bienestar desde la
segunda mitad del siglo XX ha producido sistemas que en su forma actual ni son
sostenibles ni están adaptados a las expectativas de los ciudadanos”.
Recordemos que Holanda vive con un PIB de US$ 44.000, y tiene una población de
16,7 millones de habitantes y le ha puesto la lápida al modelo de bienestar.
Entonces cabe preguntarnos, ¿Qué pasará en Chile?
EE UU: Origen y final de la crisis
Un analista de mercado escribió en un blog la frase, “EE.UU. fue el origen de la crisis financiera y posiblemente sea el origen de su final”. Creo que a estas alturas podemos decir que, EE UU fue el principio de la crisis y también será quien enterrará el modelo que los enriqueció como imperio. En estos últimos días, en que los inversionistas esperaban ansiosos la decisión de la Reserva Federal de EE UU, han vuelto a sonreír cuando en su reunión del 17 y 18 de Septiembre, se decidió que continuarán con el QE3, o expansión monetaria por US$ 85.000 millones mensuales, manteniendo el tipo de interés principal de 0 por ciento, que rige desde diciembre de 2008, con un balance récord emitido de US$ 3,66 millones de millones, acumulado en tres rondas de estímulo.
Los EE UU., es una nación gigante que consume enormes
cantidades de energía y una gama inconmensurables de los más variados recursos,
respecto de los cuales, el planeta está
dando señales inequívocas de escases. Señales de agotamiento que una gran masa
de norteamericanos, incluidas las personas más sencillas, siguen creyendo que
la economía se va a recuperar y que volverá a florecer el anhelado sueño
americano, lo cual es un gran drama. 24
horas después del anuncio de continuar la expansión monetaria, cuando las
pizarras de los mercados bursátiles estaban todas en números azules, cambiaron
raudamente a rojo, con la simple advertencia del Presidente de la FED de
Dallas, quien dijo que en la próxima reunión de Octubre, podría revisarse y
reducirse el reciente acuerdo de Septiembre.
Pero las malas
noticias no vienen solas. Barack Obama
ha manifestado que no está dispuesto a negociar la “Debt Ceiling”, el techo de
la deuda, sino el presupuesto. La Cámara de representantes de EE.UU, por
estrecho margen, votó detener el beneficio
de los sellos de comida anuales, para un estimado de 3,8 millones de
estadounidenses. La votación de la ley se produjo un día después que la Oficina
del Censo publicara nuevos datos que señalan en 46,5 millones de personas, o
sea el 15 % de la población, que vive bajo la línea de la pobreza. Se estima
que esta medida reduciría en US$ 39.000 millones el gasto en 10 años, lo cual
la Casa Blanca ha amenazado con vetar.
Llevan años expandiendo la masa monetaria, tiempo suficiente para que varios economistas norteamericanos digan que,
dicha política no sirve para resolver el problema. En una entrevista en
"Squawk Box", el fundador de fondos de cobertura Stanley
Druckenmiller, con un patrimonio propio de US$ 2.000 millones en el fondo de
cobertura Duquesne Capital, dijo que la política de flexibilización
cuantitativa de la Reserva Federal estaba inflando las existencias y otros
activos en poder de los inversores ricos como él. Pero el precio de hacer ricos
a los ricos será pagado por las generaciones futuras. De acuerdo con Edward Wolff, profesor de
economía en la Universidad de Nueva York, el 1 % de los estadounidenses
mantiene el 35 % de la riqueza desde el 2007, sin embargo, el 10 % de los
estadounidenses poseen más del 80 por ciento de todas las reservas y más de la
mitad de todos los activos financieros individuales en los EE.UU., de acuerdo
con la Reserva Federal y el estudio de E. Wolff.
Nuevos datos sobre la desigualdad
Una corriente de
nuevos datos sobre la desigualdad,
también sugiere que la brecha entre los ricos y los no ricos es cada vez
mayor, debido en gran parte al aumento de los mercados de valores. Los nuevos
datos de Emmanuel Sáez, economista de la Universidad de California en Berkeley,
descubrieron que el 1 % capturó el 95 % de las ganancias durante la
recuperación. Otro estudio realizado por el Banco de Inglaterra encontró que la
flexibilización cuantitativa de la entidad política, similar a la FED, estaban
ayudando principalmente a los ricos. Se encontró que el 40 % de los beneficios de la relajación monetaria
fue al 5 % de los hogares británicos.
Por ahora, Latinoamérica respira aliviada por 30 días
más, hasta mediados de Octubre 2013, en que la FED volverá a revisar su
multimillonario plan de estímulo, medida
que posterga la salida de miles de millones de dólares invertidos en la región
a través de la banca, y que llegaron con el solo respaldo de ser billetes
impresos en el gigante del Norte, instrumento que les permite llevarse el
esfuerzo real del trabajo productivo de Latinoamérica.
¿Son fiables los datos de las entidades bancarias, como
los bancos de inversiones? JP Morgan Chase, el mayor banco de EEUU, pagará una
multa de US$ 920 millones de dólares a las autoridades reguladoras de Estados
Unidos y el Reino Unido y admitirá errores.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) acuso al banco de la
declaración incorrecta de los resultados financieros y de ausencia de controles
internos eficaces para detectar e impedir que sus agentes sobrevaloraran de
manera fraudulenta las inversiones para ocultar cientos de millones de dólares
en pérdidas.
Son inagotables para confundir y ganar tiempo con nuevas
falacias. El de 6 de Octubre del 2010, en Birmingham, en el congreso anual del
Partido Conservador, el Primer Ministro británico David Cameron dedicó un
tiempo considerable de su intervención a lanzar y profundizar un concepto nuevo
que llamó, “The Big Society”, que en grandes líneas implica que la ciudadanía se ayuda a si misma a través de
su propia comunidad, y como es parte de algo mayor, tiene que ser
crecientemente responsable de sí mismo. En este nuevo concepto, el Estado pasa
a ocupar un papel secundario, porque traspasa más responsabilidad al individuo.
Es el futuro que están creando.
El reputado gestor de Hedge Funds, Doug Kass, ha dicho,
"Por ahora, la FED ha decidido seguir endeudándose en el futuro con el fin
de estimular el presente. La desventaja es que la FED está ignorando las
peligrosas ramificaciones y consecuencias no deseadas. No hay manera de salir
una vez que la FED ha iniciado el proceso de impresión. Llegar fue fácil.
Salir, no tanto” Le faltó agregar que, se trata de una deuda impagable para
retratar la real situación de crisis.
Las palabras de Thomas Jefferson, de principio del siglo XVIII toman
fuerza, “El principio de gastar dinero para ser pagado por la posteridad en el
nombre del financiamiento, no es más una futura estafa en gran escala”.
La repartija
Los chilenos nuevamente estamos llegando atrasados a la
repartija, ya se apropiaron de enormes riquezas justificándolas bajo el
concepto de legítimos retornos en especial de los “sacrificados” inversionistas
extranjeros, que a través de subterfugios, las sacan del país falseando datos,
inflando empresas que luego las dejan caer cuando ya no sirven y consuman la
estafa. Las empresas locales no se quedan cortas, tenemos la Polar, Johnson´s,
las AFP´s farmacéuticas, Soquimich, y
una gran gama, que de una forma u otra ya han vaciado los bolsillos de los
chilenos.
Nuestro país está desfasado en los efectos de sentir la
crisis, aún cuando hay indicadores económicos que la están anunciando. Quienes crean que el gasto social se
incrementara en cifras siderales o que la educación será gratuita para siempre,
deberán pensar cómo van a retribuir a la sociedad la ayuda que necesitarán los
que vendrán después y pidan los mismos beneficios. Como dijo el nuevo Rey de
Holanda, si el estado de bienestar se terminó para ellos, para los chilenos
serán nuevas forma de pobreza. Felipe Morande, quien propicia el programa de la
candidata de derecha E. Matthei, insiste en la fantasía de seguir tal como
estamos, de lo contrario vendrá el abismo. El abismo vendrá cuando se desmorone
la estafa que les ha permitido a ellos usurpar y concentrar la riqueza en todos
lados.
Decir, que vendrá una crisis aparejada con la finitud de
los recursos no sirve de mucho para resolver el problema ni para alertar a la
población en general, salvo para quienes tienen la sensibilidad para advertir cómo se va alineando con
fuerza, un resistente poder económico, que colisionará con las fuerzas sociales
de cada país, según sus propias circunstancias. Donald Trump, un
multimillonario norteamericano, que no pertenece a los que favorecen un
análisis distributivo de la política monetaria, dijo en CNBC el año pasado
respecto a la expansión monetaria, "La gente como yo se beneficiarán de
esto." En el factor laboral, un
informe de The Associated Press encontró recientemente que el desempleo sigue
siendo muy superior en la clase media y
baja, no así en los grupos de ingresos más altos. Estas circunstancias siguen acumulando
tensión y terminará por gatillar explosiones sociales antes o después de la
descomposición del modelo actual, porque la crisis sigue su curso sin más
alteraciones, que su propia velocidad.
El planeta se está
dirigiendo aceleradamente hacia un escenario de escasez. Si cada vez más los recursos son más escasos
y decrecientes, la producción de medios de vida para una población que aumenta
y que vive más tiempo colapsará y provocará la disminución de la protección de esa población, en algunos
casos con efectos desbastadores. En ningún país volverá la abundancia, menos
con una gran estafa, ... que sigue su curso.
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