FARMACIAS EN CHILE-COLUMNA
www.psicologiaglobal.cl
No creo que sea casualidad que en cada esquina de Santiago y en las diferentes regiones de Chile nos encontremos en un solo punto con por lo menos tres farmacias. ¿Qué significa eso para la idiosincrasia chilena?
Lo primero que se me viene a la mente es que debe ser un muy buen negocio para los dueños de estos establecimiento tener farmacias repartidas en la ciudad como kioscos de diario, ya que ellos no van a ir a pérdida. En eso yo creo que estamos todos de acuerdo.
La segunda cosa que se me viene a la mente es que los chilenos compran muchísimos medicamentos, ya que para que exista tanta oferta tiene que haber una demanda considerable que justifique todas las nuevas aperturas de farmacias. Es decir los chilenos se medican bastante y no les complica mucho tomar remedios e incluso automedicarse. Para todas las épocas del año los encargados de marketing de las principales cadenas del país, los consumidores son bombardeados con diferentes productos. Ahora, por ejemplo como estamos empezando la época invernal, los chilenos recibimos múltiples ofertas para prevenir las enfermedades invernales o atacar los "bichos" en esta temporada cuando ya estamos en plena gripe.
Cuando vamos a cancelar los medicamentos, en la caja de cada una de esas cadenas de farmacias cualquier extranjero continuaría extrañado, ya que se ofrecen acumular puntos, como si fuera el supermercado. Eso me confirma aún más como se ha masificado este rubro, donde antiguamente las personas entraban con suerte dos veces al año a este lugar y te mezclaban los medicamentos según las necesidades de cada paciente. Después te ofrecen en cada compra varios productos que están en oferta, dos cajas de analgésicos por mil pesos, vitaminas, por 4.990, etc etc. como si estuviéramos promocionando dulces de menta.
Pasado el invierno y mejor aún, después de las fiestas patrias, somos bombardeados con productos para adelgazar, donde nadie tiene claridad cuántos tipos de productos existen y sólo sabemos que son muchos y donde la mayoría no tienen un estudio científico de base.
Finalmente y como psicóloga, no puedo dejar de mencionar cómo los chilenos se medican y automedican con clonazepam o el famoso ravotril, que actúa como ansiolítico y que disminuye bastante la angustia en algunas situaciones. Puede tomarse en cantidades de 0,5; 1 o 2mg. Todo es válido, mientras disminuya la angustia. Otros prefieren consumir rize, que también disminuye bastante la angustia después de pasar un mal rato.
Eso me hace pensar, que los chilenos no enfrentamos las situaciones difíciles, sino que las evadimos. No enfrentamos la angustia, la pena o el dolor, sino que lo tapamos con distintos medicamentos.
Me pregunto, como vamos a solucionar los problemas si las personas tienen miedo a enfrentarlos y prefieren tomar un ravotril, en lugar de hacer frente a lo que realmente nos perturba y nos origina la angustia y las emociones negativas.
Los invito a reflexionar sobre esto, ya que no podemos vivir nuestra vida completa “tapando” nuestros problemas con diferentes medicamentos. En mi opinión tiene que haber un cambio de vida que tiene que ser más profundo y enfrentar el problema de raíz.
El dolor y la enfermedad son conceptos muy negativos para el ser humano, porque el hombre occidental le ha dado esa connotación negativa. Tratemos de cambiar nuestra postura y veamos la enfermedad como una alerta por parte de nuestro cuerpo de que hay algo que no está bien y tenemos que cambiar los habitos de vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario