22-4-13-Descontento español se manifiesta en las puertas mismas de los bancos
BANCOS ESPAÑOLES TOMAN MEDIDAS ESPECIALES DE SEGURIDAD PARA EVITAR ASALTOS DE QUIENES HAN RESULTADO AFECTADOS POR LA CRISIS FINANCIERA
Un fuerte temor por la seguridad de las instalaciones bancarias
españolas mantiene en estado de alerta a las autoridades y a los propios
bancos en España.
Grupos de protesta social como la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca, los yayoflautas o los afectados por las preferentes (*) han convertido las sucursales de las
diferentes entidades bancarias en los centros neurálgicos de sus
manifestaciones.
Cada vez es más frecuente que integrantes de estos grupos intenten ocupar la sede de bancos como medida de presión para conseguir sus objetivos, aunque aseguran que lo hacen de manera “pacífica”. No obstante, también coinciden en que la conflictividad social podría ir al alza si los gobernantes no adoptan medidas para paliar la grave situación en que se encuentran muchas familias: “Están abonando el terreno para que haya un estallido social de dimensiones desconocidas”, comenta a La Vanguardia.com el portavoz de la PAH Adrià Alemany.
En esta misma línea se expresó ante la prensa Paco González, integrante de Yayoflautas: “En las protestas de los años sesenta y setenta se tiraban cócteles molotov por mucho menos de lo que ocurre ahora”. En este sentido le resulta “incomprensible” que en una situación como la actual, donde miles de familias pierden su casa y proliferan los casos de corrupción, “no haya un estado de violencia”, aunque matiza que no cree que “sea la solución”. Mientras que el coordinador de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de Catalunya (AICEC-ADICAE), Álex Daudén, afirma que estas manifestaciones, en especial las que llevan a cabo los afectados por las preferentes, “demuestran que hay un malestar social por una estafa perpetrada por las entidades y avalada por organismos públicos”.
Según La Vanguardia de Barcelona, por esta razón la mayoría de bancos, y muy especialmente los
nacionalizados por el Gobierno, han decidido aumentar su servicio de vigilancia
privada en el interior de las sucursales para evitar situaciones de
inseguridad.
Diversos bancos consultados por La Vanguardia.com han
reconocido que a raíz de las protestas han tomado nuevas medidas de vigilancia,
seguridad e incluso prevención dirigida a sus empleados. Algunos han optado por
blindar su sede central, otros por ampliar la presencia de agentes de seguridad
privada en las sucursales, y otros por crear una vigilancia itinerante que se
despliega especialmente cuando advierten que se ha organizado una protesta en
una de sus oficinas.
Es el caso de Bankia, que ha reconocido que en “días
puntuales se refuerza la seguridad en alguna sucursal”, sobre todo en zonas de
Madrid y Valencia. Normalmente las sucursales piden esos refuerzos a la
central. Lo mismo sucede en CatalunyaCaixa, donde en las zonas más conflictivas
de l’Hospitalet o Barcelona disponen de seguridad privada aunque, resaltan: “No
hay ninguna estructura fija y los vigilantes se mueven de una sucursal a otra”.
Fuentes de la caja catalana sí que destacan el aumento de
seguridad fija en la central de la entidad en Via Laietana de Barcelona, con
estrictos controles para acceder a las instalaciones. Por su parte, Banc
Sabadell ha realizado “refuerzos puntuales en sus sucursales cuando alguna de
ellas ha sido objeto de protestas”. CaixaBank, BBVA y Santander han declinado
hacer ningún tipo de declaración al respeto.
Agrega el periódico de Barcelona que la presión ciudadana
por las preferentes obliga a algunas entidades a tomar medidas de seguridad
adicionales. Es el caso de NovaGalicia Banco, una de las principales entidades
afectadas por la venta de estas participaciones, que reconoce que a finales de
2012 puso en funcionamiento “un plan de seguridad en las oficinas que vendieron
más participaciones y que concentraban un índice más elevado de protestas”,
como las de Morrazo, Valmiñor, Baixo Miño, Vigo y Pontevedra. Fuentes de Bankia han destacado también el
aumento de la seguridad en sus oficinas de Mataró, donde Caixa Laietana
comercializó preferentes a miles de vecinos de la localidad y donde las
protestas semanales obligan a blindar las sucursales.
Los bancos no sólo han aumentado la vigilancia de sus
oficinas, también se han visto obligados a contratar seguridad privada para
velar por el elevado número de activos inmobiliarios que han ido acumulando
debido a los impagos de las hipotecas.
Desde 2008, más de 400.000 familias se
han visto inmersas en un proceso de ejecución hipotecaria por parte de alguna
entidad financiera. Casas, promociones terminadas pendientes de vender y obras
a medio hacer han llamado la atención de posibles okupas y ladrones. La mayoría
de ellas, asegura un portavoz de la empresa de seguridad Eulen, “se encuentran
en las zonas de costa, lo que serían segundas viviendas que han tenido una
venta más complicada”, informó hoy La Vanguardia de
Barcelona.
(*) Se habla de participaciones
preferentes cuando son valores emitidos por alguna sociedad, a través
de las cuales no confieren participación precisa en el capital ni tampoco
derecho a voto. Tienen carácter perpetuo y su rentabilidad, generalmente, no
está garantizada. De esta manera, se determinan como instrumentos de riesgo
elevado.
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