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miércoles, 28 de abril de 2010
LA HISTORIA DE MANUEL NORIEGA
ESTA PRESO DESDE HACE 20 AÑOS Y LE QUEDAN OTROS 20 POR CUMPLIR EN FRANCIA Y PANAMÁ
Sus propios errores llevaron a la cárcel al ex dictador panameño Manuel Noriega, quien fue detenido tras una guerra abierta que realizó Estados Unidos en territorio de Panamá, el que invadió con casi 30.000 soldados en diciembre de 1989, operación bautizada como "Causa Justa" que terminó con al apresamiento del ex hombre fuerte de este estratégico país centroamericano donde se ubica el Canal de Panamá.
Pasó veinte años en una cárcel de Estados Unidos, a pesar de que fue condenado a 40. Esta semana, sin embargo, con 76 años de edad, abandonó el país del norte tras ser extraditado a Francia donde tiene "cuentas pendientes". Se estima que allí pasará otros diez años si logra vivir hasta los 86 años, lo que los médicos de la prisión estadounidense han puesto en duda. En Francia deberá responder a delitos de "lavado de dinero".
Pero su condición de condenado no terminaría tampoco en Francia, porque hoy el presidente panameño, Ricardo Martinelli, indicó que Panamá presentará a ese país europeo la solicitud de extradición del ex dictador. En territorio panameño debería cumplir varias sentencias penales que totalizan los diez años de prisión ya indicados.
Martinelli formuló sus declaraciones tras declarar inaugurada la 31 Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la capital panameña. "Panamá va a hacer el pedido de extradición, tal cual como dicen nuestras leyes, pero todo depende del gobierno francés", acotó.
Noriega fue extraditado por Estados Unidos a Francia para cumplir una sentencia de 10 años de cárcel por delitos de "lavado de dinero".
La historia de Noriega
Manuel Noriega fue el panameño más funcional a los intereses estadounidenses en los años ochenta hasta que comenzó a amasar poder, contactos y una inmensa fortuna. La impunidad que se le había otorgado se le retiró de la noche a la mañana y entonces Noriega, el hombre que llevaría a Panamá a los momentos más trágicos y oscuros de su historia, comprendió que ya era demasiado tarde.
Cuando ascendió a la presidencia de Panamá en 1982 ya era un hombre fuerte de la CIA y su principal contacto en América Central. Amparado por la Central de Inteligencia norteamericana, pudo desempeñar libremente su actividad en el narcotráfico. En un comienzo, sirvió a los objetivos de Estados Unidos en la región.
Pero Noriega se había convertido en un dictador sumamente astuto, y acumuló una considerable riqueza. Poco a poco fue abriéndose a los contactos que lo unían a Estados Unidos y "se cansó de recibir órdenes y que le dijeran todo lo que debía hacer". El hombre, que llegó al poder gracias a la conspiración y amistad con los máximos representantes del gobierno de Reagan, pasó a convertirse en el enemigo número uno de Estados Unidos durante el gobierno de George Bush padre.
Con ayuda y financiamiento de Washington, las clases altas panameñas comenzaron a jugar un papel opositor contra el régimen de Noriega. En la calle la situación era tensa. La oposición organizaba marchas que acababan reprimidas y los pobres comenzaron a desenmascarar a los líderes opositores aliados a Estados Unidos. El país entró en estado de emergencia. La imagen del régimen era pésima y Bush encontró la excusa perfecta para ordenar el ataque.
El punto clave para que la guerra se iniciara a fines de 1989, fue el otorgamiento de poderes a Noriega por parte de la Asamblea Nacional , mientras que el mismo Parlamento declaraba a Panamá en estado de guerra contra Estados Unidos.
Invasión de Panamá por Estados Unidos
El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá. La operación “Causa Justa” se concentró en objetivos militares que se encontraban en áreas densamente pobladas. Sin solicitar la rendición, las bombas comenzaron a caer sobre el Cuartel de Defensa de Panamá, ubicado en el popular barrio “El Chorrillo”.
La gente salió de las casas en medio de la noche, contemplando el cielo anaranjado. Temiendo que los soldados panameños escaparan y como no conocían los recovecos de este humilde barrio, los soldados norteamericanos comenzaron a incendiar las casas.
Barrios devastados, armas no convencionales que luego se usarían en la guerra del Golfo Pérsico, fusilamientos, detenidos, torturados, desaparecidos. Los panameños se encontraron de un día para el otro con los tanques en la calle y una presencia militar norteamericana de entre 26.000 y 30.000 soldados.
Bush anunció que sus fuerzas en Panamá tenían como objetivo capturar a Noriega y proteger “los intereses norteamericanos” en aquel país. La movilización militar, la mayor desde la guerra de Vietnam, tomó aproximadamente dos semanas y se calculan las bajas entre 3.000 y 5.000, en su gran mayoría civiles de las áreas más pobres del país. Otras fuentes entregan aún cifras más dramáticas: Entre 4.000 y 10.000 muertos; 2.000 millones de dólares en pérdidas materiales; 5.000 panameños detenidos sin acusación previa; y una mayor brecha entre las pequeñas minorías acomodadas y la gran masa de pobres.
A causa de la destrucción de numerosos barrios populares, 20.000 personas quedaron sin vivienda. Muchos dormían en la calle, otros se refugiaron en hangares de la Fuerza Aérea convertidos en campos de refugiados con pésimas condiciones de higiene y salud.
Tras la guerra, el Tribunal Electoral de Panamá restableció los resultados de las elecciones de 1989 y confirmó la victoria del presidente Guillermo Endara y los vicepresidentes Guillermo Ford y Ricardo Arias Calderón.
Las nuevas autoridades gobernaron con muchas dificultades, como era el descontento de la población que vivía en un país semidestruido por la guerra. Hubo muchas insurrecciones armadas que los militares de Estados Unidos ayudaron a sofocar.
Todavía hoy existen controversias acerca del motivo de la invasión. Bush quería dejar claro que no era una persona débil y necesitaba una demostración de fuerza al mundo. Aunque Washington dijo que su objetivo fue salvaguardar la democracia panameña, algunos analistas aseguran que la misión era aniquilar al ejército panameño para que no pudiera hacerse cargo del control del canal de Panamá, que Estados Unidos quería conservar.
Finalmente en septiembre de 1999 y luego de 80 años de permanencia en el territorio panameño, Estados Unidos retiró a sus tropas definitivamente. En diciembre de ese año, el canal de Panamá pasó a ser controlado definitivamente por los panameños. Noriega fue encarcelado y Estados Unidos tomó posesión de todos los organismos del Estado, incluidos los ministerios y hasta las universidades.
Noriega se entregó a las autoridades estadounidenses
Noriega se entregó el 3 de enero de 1990 al ejército estadounidense. Al día siguiente fue embarcado en un avión con destino a Miami, donde al llegar fue recluido en el condado Dade en espera de juicio. Fue condenado a 40 años de prisión como prisionero de guerra, luego de salir absuelto en sendos juicios por presunta participación en el ingreso a EE UU de cocaína y marihuana, y luego se le redujo la condena a 30 años.
El ex dictador, antes de entregarse el 3 de enero de 1990, estuvo escondido durante unos días en la casa de su amante Vicky Amado, hasta que se trasladó a la Nunciatura Apostólica de Panamá el 24 de diciembre, amparado por el Nuncio Sebastián Laboa, quien aparentemente consiguió convencer al general de que se entregara junto con el jefe de su escolta o guardaespaldas, el capitán Eliécer Gaitán.
El sistema judicial estadounidense autorizó que se descongelaran 6 millones de dólares de la fortuna atribuida a Noriega, a fin de que pudiese sufragar los gastos de la defensa encabezada por el abogado Frank Rubino, cuando era inexplicable que el imputado pudiera poseer lícitamente esa cantidad de dinero.
La salida de la cárcel de Noriega en Estados Unidos era esperada para los primeros días de septiembre de 2009, lo que ocurrió sólo esta semana. El gobierno del presidente Barack Obama decidió enviarlo a Francia a cumplir una condena pendiente de 10 años por delitos relacionados con lavado de dinero.
En Panamá, fue también condenado en ausencia a 20 años de prisión por delitos de homicidios en contra de Hugo Spadafora y otros panameños, donde se considera que debe ser repatriado, porque en Estados Unidos, Noriega ha mantenido en la cárcel el estatuto de prisionero de guerra, y según la Convención de Ginebra un militar prisionero debe ser forzosamente repatriado a su país luego de su condena.
El 26 de abril de 2010, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos Hillary Clinton aprobó la extradición de Noriega a Francia. Poco después la orden fue cumplida y Noriega fue embarcado por alguaciles federales en un avión que viajó a París (Roissy-Charles de Gaulle), ciudada a la que arribó ayer 27 de abril a bordo del vuelo AF695 de Air France, aterrizo en el aeropuerto Roissy-Charles-de-Gaulle.
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