A CAROLINA TOHÁ NO LE IMPORTA EL "CÓMO" SINO EL "CUÁNDO"
Por Walter Krohne
Uno que mira la política desde afuera le cuesta comprender la actitud tomada por la ex diputada y ex ministra Carolina Tohá en el Partido por la Democracia (PPD).
Ante los ojos de los chilenos, la señora Tohá ha puesto en juego su futuro familiar, entre ellos niños pequeños, sólo por insistir en su postulación a la Presidencia del conglomerado tras fuertes diferencias con su esposo, el senador Fulvio Rossi, por cuestiones esencialmente de poder político.
Rossi que quería postular a la presidencia del Partido Socialista recibió desde “más arriba” tarjeta y semáforo rojo para darle luz verde a Tohá en el PPD. Es decir, el hecho que dos de cuatro partidos de la Concertación iban a estar gobernados por una misma familia, parecía “como mucho” para algunos grupos más democráticos que pusieron el grito en el cielo, porque hubiese sido una especie de “minidinastía” a nivel de partidos.
Algunos observadores lamentan que Tohá se haya decidido ahora por la fórmula de retomar su candidatura, sin que lo pueda hacer Rossi en el PS, lo que puede terminar en un desastre tanto para ella, su familia como también el PPD.
Tras este episodio se puede concluír que la concentración del poder en pequeños grupos sigue dominando la vida de la Concertación de Partidos por la Democracia, lo que no habla bien de esta coalición de centroizquierda, porque parece que poco ha aprendido a pesar del desastre electoral, porque aunque digan ahora que Eduardo Frei perdió por sólo 222.999 votos, el desastre se mide por la forma en que la coalición fue derrotada, rasguñando voto a voto y sin ser capaz de conseguirlos a pesar de haber gobernado el páis durante veinte años.
Ahora cuando vemos que esta alianza muestra una falta grave de dirigentes que puedan asumir liderazgos en los partidos, algo que también es reiterativo desde hace varios años, nos comienza a preocupar el futuro de este grupo de partidos que tanto le ha dado a Chile, lo que no se puede desconocer. Esta situación se repite en el resto de los partidos. Desde ya los jóvenes no fueron invitados al cónclave concertacionista celebrado el lunes 11 de abril. ¿Por qué?
Pero volviendo a la señora Toha. Primero fue el ex presidente Ricardo Lagos el que convenció a la ex ministra para que postulara a la Presidencia del PPD.
Sin embargo, cuando ella, tras el incidente que tuvo con su esposo, decidió renunciar a la candidatura, causó la molestia del ex mandatario, lo que significó para Fulvio Rossi el aislamiento parcial del círculo laguista. Hoy se comenta que la calma retornó debido a que la ex presidenta Michel Bachelet conversó en dos o tres oportunidades con Carolina Toha “convenciéndola” finalmente para que volviera a postular al liderazgo del PPD. Es decir todos los "viejos tercios" concertacionistas estuvieron detrás de esta candidatura ¿Por qué? En el anuncio oficial que hizo hoy la ex diputada en el Mesón Nerudiano del Barrio Bellavista estuvo presente la esposa de Lagos, Luisa Durán.
Así actúa día y noche el poder en la sombra o bajo bambalinas en el gran escenario de la política, porque no faltan quienes ven a Carolina como una carta presidencial para el 2014, lo que es difícil de pensar y de creer.
La señora Toha parece ser una mujer de mucho nervio y temperamento, es muy ejecutiva para hacer y cumplir bien las tareas que se le encomiendan, hablar en forma pausada, con un elevado nivel de educación y buenas costumbres, sin decir palabras que sobren u omitir aquellas que falten. Es un siete en cuanto a actuación y rendimiento…pero ¿son suficientes estas cualidades para ser líder de un conglomerado de oposición , donde la lucha debe ser abierta y acostumbrada a vivir todos los días al borde de un ataque de nervios? ¿Son además suficientes para ser Presidenta de la República?
En este caso creemos que no, especialmente si revisamos su hoja de vida en la que figura una interrupción de su mandato parlamentario, dejando "colgados" a miles de electores que votaron por ella, para poder encumbrarse más en la política como era comandar un Ministerio, el que sabía le iba a dar dividendos. Es decir, aquí vemos excesiva ambición de poder político, lo que se diferencia mucho de lo que entendemos por vocación de servicio público, expresión con la que se abusa excesivamente en Chile.
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