Invasión contra Hussein
TONY BLAIR ACTUÓ EN IRAK PREMATURAMENTE Y ANTES DE AGOTAR LAS OPCIONES PACÍFICAS DICE INFORME QUE ANIQUILA SU CONDUCCIÓN POLÏTICA
Ahora le lloverán las querellas de las familias de 179 soldados británicos muertos
El ex primer ministro británico, el laborista
Tony Blair (1997-2907), asumió toda la responsabilidad en los errores cometidos
en la intervención del Reino Unido en la invasión de Irak realizada entre el 20
de marzo y el 1 de mayo de 2003 liderada por Estados Unidos, que fueron
revelados por John Chilcot, antiguo funcionario del ministerio Británico para
Irlanda del Norte quien fue encargado de la revisión de unos 150.000
documentos, muchos de ellos confidenciales.
Chilcot sostiene que “el Reino Unido se unió a la invasión de Irak
antes de que las opciones
pacíficas se agotaran”. La investigación costó
unos diez millones de libras (11,8 millones de euros).
Blair, entretanto, tras conocer el
contenido del informe, asumió “toda la responsabilidad” por cualquier error
cometido “sin excepción ni excusas” aunque ha matizado que tomó la decisión de
“buena fe” y para el “mejor interés” de su país.
Chilcot, en base a las conclusiones del
informe, ha plasmado cómo la invasión de Irak fue impulsada y llevada a cabo
con un planteamiento “totalmente inadecuado” y con unas bases legales “lejos de
ser satisfactorias”.
Además, se tomó la decisión en función
de ideas
equivocadas, como la errónea creencia de que el
régimen de Saddam Hussein contaba con armas de destrucción masiva, una amenaza
“con una certeza
injustificada” y en base a informes de inteligencia
que no fueron contrastados. Así, esta amenaza no sería “inminente”, tal y como
se justificó en su día. “Está claro ahora que la política sobre Irak se hizo
sobre la base de un inteligencia defectuosa (...) Esta no se cuestionó y debió
hacerse”, aseveró el funcionario.
Y si la preparación y la invasión en sí
estuvieron plagadas de errores, el apartado de consecuencias no es ni mucho
menos mejor. Según la investigación, Tony Blair fue advertido de que una
intervención militar “incrementaría la amenaza de Al Qaeda en el Reino Unido”, algo que
quedó contrastado con los atentados de Londres del 7 de julio de 2005 en
Londres. La investigación concluye que las consecuencias de la guerra fueron
subestimadas a pesar de que había “advertencias explícitas”.
Entre los datos revelados, el informe
revela que Tony Blair prometió en 2002 al entonces presidente de EE.UU., George
Bush, apoyó incondicional para invadir Irak. “Estaré contigo pase lo que pase”,
escribió Blair a Bush el 28 de julio de 2002, ocho meses antes de que el 20 de
marzo de 2003 empezara la guerra. Aunque Blair ofreció su respaldo en esa
fecha, el informe descarta que hubiera “un pacto de sangre” entre ambos
mandatarios.
En el memorando donde le ofrece apoyo
incondicional, Blair recomienda al expresidente republicano conseguir una
resolución de las Naciones Unidas autorizando la acción armada, lo que
finalmente no consiguió. “Estaré contigo pase lo que pase -dice el ex primer
ministro-. Pero este es el momento de evaluar directamente las dificultades. La
planificación y la estrategia de todo esto son difíciles. Esto no es Kosovo.
Esto no es Afganistán. Ni siquiera es la Guerra del Golfo”.
En ese documento, Blair admitía que no estaba seguro de poder
conseguir respaldo en el Reino Unido para el plan de Bush de atacar a Sadam Hussein
por cualquier medio, ni siquiera en su propio Gobierno. “Si ganamos rápido,
todo el mundo será nuestro amigo. Si no ganamos y no se han implicado antes,
empezarán las recriminaciones”, alertaba el dirigente británico a su colega
estadounidense.
“La opinión pública en Estados Unidos
está simplemente en otro planeta respecto a la opinión pública en Europa o en
el mundo árabe”, prosigue Blair. “Ahora mismo en el Reino Unido, no puedo estar
seguro de contar con el apoyo del Parlamento, del partido, del público o
incluso de algunos de mis ministros”, concluye.
Un informe largamente esperado
Los familiares de los soldados
británicos muertos en la guerra de Irak estudiarán medidas legales contra las
personas que autorizaron la invasión, dijeron hoy en una rueda de prensa. Roger
Bacon, cuyo hijo falleció en el conflicto, precisó que los parientes de las
víctimas “se reservan el derecho” de recurrir a los tribunales contra “las
partes implicadas” en la polémica decisión de invadir el país árabe.
Cientos de miles de iraquíes y 179
soldados británicos perdieron la vida en el conflicto, declarado sin
autorización de las Naciones Unidas con el objetivo de derrocar al presidente
iraquí, Sadam Hussein, que supuestamente tenía armas de destrucción masiva.
El colectivo de familiares dijo que
apenas había tenido tiempo de leer el documento, de 12 volúmenes y 2,6 millones
de palabras, pero aclaró que, una vez analice el detalle con sus abogados, se
planteará medidas legales “si son viables”.
Durante la rueda de prensa, la hermana
de uno de los militares fallecidos exclamó entre lágrimas que “hay un solo
terrorista en el mundo, y su nombre es Tony Blair”.
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