ECONOMÍA MUNDIAL-KRADIARIO
LA DROGA DE LOS ESTÍMULOS MONETARIOS, LA CORRUPCIÓN Y LOS
RESULTADOS
Por Mario Briones R.
Los efectos
colaterales de la caída del precio del petróleo se dejan sentir en los Estados
Unidos de diferentes formas. La
producción de petróleo ha comenzado a caer en los campos como Eagle Ford,
Bakken y Colorado Niobrara y están en riesgo
más de US$ 1 millón de millones de dólares que están ahorcando a los dueños de las
propiedades en las ciudades y pueblos en torno al negocio de la energía, como
en Texas y Dakota del Norte.
Esta situación hace muy difícil y más costoso para los
prestatarios de los centros de energía, refinanciar préstamos con un barril de petróleo a US$ 55. Se prevé
que las compañías del sector energético sufran una caída del 37,4% interanual
en sus cifras de negocio correspondiente al primer trimestre de 2015.
Los supuestos avancen sólidos de la economía estadounidense, tuvieron un duro revés con los datos de marzo que muestran una
caída en la creación de empleos que totalizaron sólo 126 mil empleos frente a
los 245 mil empleos que esperaba el consenso de mercado. Los datos de empleo de abril permitirán definir con mayor claridad la debilidad de la economía, no
obstante, desde noviembre de 2014, cuando se crearon 423 mil empleos, las cifras
han venido bajando notoriamente, con excepción quizás de febrero. En diciembre 2014 fueron 329.000, enero 201.000, febrero 264.000, y marzo 2015, 126.000, este último dato es muy malo, porque
está alejado del promedio de 266.000 puestos creados por mes.
Aumentos en Wall Street
El optimismo financiero de los aumentos bursátiles en Wall Street, logran silenciar y dejar en segundo plano los problemas estructurales que subyacen en la economía real y que cada cierto tiempo sobresalen y golpean la mesa en forma de datos negativos o situaciones contradictorios que van surgiendo.
El optimismo financiero de los aumentos bursátiles en Wall Street, logran silenciar y dejar en segundo plano los problemas estructurales que subyacen en la economía real y que cada cierto tiempo sobresalen y golpean la mesa en forma de datos negativos o situaciones contradictorios que van surgiendo.
Según las expectativas del consenso del mercado recogidas
por Factsheet, se espera que el beneficio 2015 agregado de las compañías que
componen el indicador de referencia de Wall Street sea un 4,6% inferior al del
mismo periodo de 2014, en contraste con la expectativas de un incremento de las
ganancias del 4,3% que se registraba al comienzo del trimestre. De este modo,
la caída de las ganancias de las empresas del S& P 500 sería la más abultada
desde el descenso del 15,5% experimentado en el tercer trimestre de 2009 y el
primer descenso desde el -1% del tercer trimestre de 2012. Tan importante como
aquello, son las presiones a la baja de los productos económicamente más
sensibles, como el petróleo, el cobre y la madera, indicadores tempranos que
refuerzan la idea de debilidad de la economía norteamericana. Es el efecto
bumerán.
Se sostiene que la demanda mundial de petróleo creció en
más de 5 millones de barriles diarios entre 2008 y 2014 y que esta disminución
en los países desarrollados fue más que compensada por el aumento de la demanda
en las regiones en desarrollo. De ser
cierta esta afirmación, la caída en el precio del petróleo obedecería a una
manipulación concertada entre Estados Unidos y algunos países árabes. En
Norteamérica las refinerías de crudo promediaron más de 15,9 millones de
barriles por día durante la semana que terminó el 3 de abril 2015, 201.000
barriles diarios más que el promedio de la semana anterior. Por otro lado, Arabia Saudí ha elevado su
producción de petróleo a un máximo
histórico de 10,3 millones de barriles diarios en el mes de marzo, según indicó
a la prensa el ministro de Petróleo del país, Ali al-Naimi. Se trata, ¿sólo de
no ceder una cuota de mercado a productores en Rusia o EE UU? No parece creíble
una teoría como esa, porque a Estados Unidos, se le está convirtiendo en un bumerán, y tiene más sentido como costo colateral para
lograr un objetivo de mayor hegemonía mundial.
La economía estadounidense se sustenta sobre el dogma del consumo. Consumir es lo que mueve
al modelo de economía neo liberal y es parte de la cultura de la población,
excepto por la particularidad surgida en las últimas décadas, la alta
concentración de la riqueza en una elite,
impide el consumo de la población, lo que el modelo no puede ni quiere
resolver, porque ello implicaría aumentar el poder adquisitivo de los
trabajadores norteamericanos, que en su mayoría no participan de la competencia
mundial. Lo expresa el economista Paul
Krugman, los empleados estadounidenses trabajan principalmente en el sector de
los servicios y no les afecta fuertemente el comercio internacional ni la
influencia de la competencia mundial. Se pueden aumentar los salarios en EE UU.
Si ponemos en la balanza el aumento de los salarios,
apenas un 2% anual, y toda esa
población de 28 millones de personas adultas desempleadas que ya no buscan
trabajo, no existe margen ni posibilidad para que aumente el consumo
norteamericano. El repunte de algunos sectores, como automóviles, corresponde
principalmente a consumo financiado con más deuda. Este problema estructural no lo puede resolver
la FED de EE. UU. Tiene las mismas características que hemos conocidos en
nuestro país, menos empleos, empleos parciales, de mala calidad y mal pagados
tal como ocurre en todos lados, Estados Unidos, Japón o España. En éste último
país sólo el 5% de los contratos que
aumentaron en marzo 2015, son indefinidos y a tiempo completo, el resto
miseria.
Clase media se pierde en la distancia
Según explica el economista, Paul Krugman “la sociedad de clase media que ahora vemos reducirse y perderse en la distancia no surgió de manera espontánea; nació en gran medida gracias a la "gran compresión" salarial que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial y cuyos efectos se prolongaron durante más de una generación”. Quizá eso inspire a algunos políticos a creer en promover las condiciones para producir una Tercera Guerra Mundial, centrada en el petróleo, con la falsa creencia que dicha guerra sólo ocurrirá en tierras del medio oriente, Europa, y dejará nuevamente incólume el territorio estadounidense, para reproducir las mismas condiciones de gran potencia económica que asumió EE UU, después de la Segunda Guerra Mundial. La mala noticia es que, con la actual tecnología en armamentos, existe capacidad de sobra para destruir ambas partes por igual y además una zona extra del mundo.
Según explica el economista, Paul Krugman “la sociedad de clase media que ahora vemos reducirse y perderse en la distancia no surgió de manera espontánea; nació en gran medida gracias a la "gran compresión" salarial que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial y cuyos efectos se prolongaron durante más de una generación”. Quizá eso inspire a algunos políticos a creer en promover las condiciones para producir una Tercera Guerra Mundial, centrada en el petróleo, con la falsa creencia que dicha guerra sólo ocurrirá en tierras del medio oriente, Europa, y dejará nuevamente incólume el territorio estadounidense, para reproducir las mismas condiciones de gran potencia económica que asumió EE UU, después de la Segunda Guerra Mundial. La mala noticia es que, con la actual tecnología en armamentos, existe capacidad de sobra para destruir ambas partes por igual y además una zona extra del mundo.
La apuesta está centrada en los activos de riesgo,
mantener las especulaciones bursátiles flotando al compas de las políticas de
estimulo monetario no convencionales de los Bancos Centrales, entrar y salir
raudamente de la bolsa, los que puedan. Los inversionistas compran activos de
riesgo, siguiendo la ambigua pauta de la FED, que tiene una “duda existencial”,
de “subir o no subir” las tasas más temprano o más tarde, mientras la población
sigue esperando que las cosas mejoren, sin saber que la partida está perdida de
antemano, este modelo de economía es de la elite.
Los mercados se acostumbraron a la droga de los estímulos
monetarios de los bancos centrales, como la FED. La debilidad está regresando a
la economía estadounidense, que aparece como efecto después que terminó el QE3
en Septiembre del 2014. ¿Cómo entiende Ud. que los inversores paguen por
prestar (CHF) 232,5 millones de francos
suizos al gobierno suizo hasta el año 2025 con un rendimiento negativo de menos
0,055%? La única explicación que cabe es, el miedo al derrumbe financiero y el
susto a perder todo lo invertido.
“El cáncer tiene nombre y apellidos: se llama "el
poder privado", el poder financiero. "La primera verdad de la que
debemos ser conscientes es que la libertad en una democracia queda gravemente
dañada cuando se tolera que " el poder privado", el poder del gran
capital, sea mayor que el del poder democrático del estado. Esta es la esencia
del fascismo, propio del estado controlado por ese poder privado". Esto lo
dijo, en un mensaje al Congreso, el Presidente Roosevelt un 29 de Marzo de
1938.
David Boaz, vicepresidente del Instituto Cato, describe
el libertarismo como “un marco para un futuro de libertad, crecimiento y
progreso”. Es el “corazón” de la mentalidad de EE UU desde que los primeros
colonos abandonaron Europa para encontrar en las orillas del Atlántico “la
libertad, el individualismo y oportunidades económicas”. El senador republicano por Kentucky Rand Paul, segundo republicano que está
optando para competir por la presidencia en el 2016, cree en eso, lo mismo que
ha destruido al mundo. Por eso quiero terminar explicando cuales han sido los
resultados de la libertad y el individualismo económico que promueven los
políticos como David Boaz.
En Chile: Cupríferas no pagan impuesto
La corrupción del poder y el dinero que hemos visto en los políticos chilenos de hoy, explica con claridad cómo fue posible que se llevaran US$ 220.000 millones que le pertenecían a Chile, según denunció el 3 de Febrero del 2014, el economista Julián Alcayaga, respecto del cobre. Y esto fue lo que denunció.
La corrupción del poder y el dinero que hemos visto en los políticos chilenos de hoy, explica con claridad cómo fue posible que se llevaran US$ 220.000 millones que le pertenecían a Chile, según denunció el 3 de Febrero del 2014, el economista Julián Alcayaga, respecto del cobre. Y esto fue lo que denunció.
“Según un informe entregado al Senado por el Servicio de
Impuestos Internos en el año 2003, hasta esa fecha, sólo una minera extranjera
había pagado algo de impuesto a la renta en Chile. Las otras no habían pagado
UN SOLO PESO de impuesto a la renta. Peor aún, tenían pérdidas tributarias acumuladas
de US$ 2.700 millones, deducibles de futuras ganancias”. “Sin contar el oro, la
plata, molibdeno y otros subproductos, en el periodo 1990-2003, las mineras
extranjeras se llevaron de Chile alrededor de 30 millones de toneladas de
cobre, que al precio promedio del año 2013 (US$ 3,32 la libra), arrojan la
asombrosa suma de US$ 220.000 millones. En todo ese periodo solo una minera
tributó (apenas US$ 1.145 millones), pero entre todas se llevaron US$ 220.000
millones desde Chile: un robo con alevosía y premeditación de nuestro cobre”.
“El Informe del SII al Senado constata que el pillaje del
cobre por empresas extranjeras es el perjuicio, daño o estrago más colosal de
la historia de Chile. Las cifras hablan por sí mismas: no ha habido en nuestra
historia un desastre económico mayor que la inversión extranjera en nuestra
minería. Sin embargo, este Informe nunca
fue difundido en la prensa, ni en la radio, ni en la televisión. La magnitud de
este desastre es prácticamente desconocido por el pueblo de Chile. Peor aún,
gran parte piensa que la inversión extranjera es beneficiosa para el país. La
discreción obligada de los medios de comunicación con relación al daño que
provoca la inversión extranjera en la gran minería no es una casualidad: ha
sido planificada y generosamente pagada por las transnacionales mineras y con
el gentil auspicio de todos los gobiernos desde 1990 al día de hoy. Las mineras
extranjeras no son las únicas responsables del desastre, porque no han hecho
sino comerse el afrecho que generosamente o corruptamente les fue entregado por
los gobiernos de la Concertación”.
“Al final de la dictadura en 1989, solo existían dos
mineras extranjeras, Mantos Blancos y La Disputada (hoy Anglo American Norte y
Sur). Ambas producían alrededor de 180 mil toneladas de cobre. El año 2003 las
mineras extranjeras alcanzaron una producción de 3,2 millones de toneladas, 18
veces más que el año 1989. Los 30 millones de toneladas de cobre que se
llevaron durante ese periodo, más el oro, la plata, el molibdeno, etc., se
perdieron para siempre y nadie nos puede devolver lo ya perdido. Solo nos
quedan los ojos para llorar tan monumental descalabro”.
Mario Briones R.Los efectos
colaterales de la caída del precio del petróleo se dejan sentir en los Estados
Unidos de diferentes formas. La
producción de petróleo ha comenzado a caer en los campos como Eagle Ford,
Bakken y Colorado Niobrara y están en riesgo
más de US$ 1 millón de millones de dólares que están ahorcando a los dueños de las
propiedades en las ciudades y pueblos en torno al negocio de la energía, como
en Texas y Dakota del Norte, haciendo muy difícil y más costoso para los
prestatarios de los centros de energía, refinanciar préstamos con un barril de petróleo a US$ 55. Se prevé
que las compañías del sector energético sufran una caída del 37,4% interanual
en sus cifras de negocio correspondiente al primer trimestre de 2015.
Los supuestos avancen sólidos de la economía
norteamericana, tuvieron un duro revés con los datos de Marzo que muestran una
caída en la creación de empleos que totalizaron sólo 126 mil empleos frente a
los 245 mil empleos que esperaba el consenso de mercado. Los datos de empleo de
Abril permitirán definir con mayor claridad la debilidad de la economía, no
obstante, desde Noviembre de 2014 cuando se crearon 423 mil empleos, las cifras
han venido bajando notoriamente, con excepción quizás de Febrero. En Diciembre 2014 fueron 329.000, Enero 201.000,
Febrero 264.000, y Marzo 2015, 126.000, este último dato es muy malo, porque
está alejado del promedio de 266.000 puestos creados por mes.
El optimismo financiero de los aumentos bursátiles en
Wall Street, logran silenciar y dejar en segundo plano los problemas
estructurales que subyacen en la
economía real y que cada cierto tiempo sobresalen y golpean la mesa en forma de
datos negativos o situaciones contradictorios que van surgiendo.
Según las expectativas del consenso del mercado recogidas
por Factsheet, se espera que el beneficio 2015 agregado de las compañías que
componen el indicador de referencia de Wall Street sea un 4,6% inferior al del
mismo periodo de 2014, en contraste con la expectativas de un incremento de las
ganancias del 4,3% que se registraba al comienzo del trimestre. De este modo,
la caída de las ganancias de las empresas del S&P 500 sería la más abultada
desde el descenso del 15,5% experimentado en el tercer trimestre de 2009 y el
primer descenso desde el -1% del tercer trimestre de 2012. Tan importante como
aquello, son las presiones a la baja de los productos económicamente más
sensibles, como el petróleo, el cobre y la madera, indicadores tempranos que
refuerzan la idea de debilidad de la economía norteamericana. Es el efecto
bumerán.
Se sostiene que la demanda mundial de petróleo creció en
más de 5 millones de barriles diarios entre 2008 y 2014 y que esta disminución
en los países desarrollados fue más que compensada por el aumento de la demanda
en las regiones en desarrollo. De ser
cierta esta afirmación, la caída en el precio del petróleo obedecería a una
manipulación concertada entre Estados Unidos y algunos países árabes. En
Norteamérica las refinerías de crudo promediaron más de 15,9 millones de
barriles por día durante la semana que terminó el 3 de abril 2015, 201.000
barriles diarios más que el promedio de la semana anterior. Por otro lado, Arabia Saudí ha elevado su
producción de petróleo a un máximo
histórico de 10,3 millones de barriles diarios en el mes de marzo, según indicó
a la prensa el ministro de Petróleo del país, Ali al-Naimi. Se trata, ¿sólo de
no ceder una cuota de mercado a productores en Rusia o EEUU? No parece creíble
una teoría como esa, porque a Estados Unidos, se le está convirtiendo en un bumerán, y tiene más sentido como costo colateral para
lograr un objetivo de mayor hegemonía mundial.
La economía norteamericana se sustenta sobre el dogma del consumo. Consumir es lo que mueve
al modelo de economía neo liberal y es parte de la cultura de la población,
excepto por la particularidad surgida en los últimas décadas, la alta
concentración de la riqueza en una elite,
impide el consumo de la población, lo que el modelo no puede ni quiere
resolver, porque ello implicaría aumentar el poder adquisitivo de los
trabajadores norteamericanos, que en su mayoría no participan de la competencia
mundial. Lo expresa el economista Paul
Krugman, los empleados estadounidenses trabajan principalmente en el sector de
los servicios y no les afecta fuertemente el comercio internacional ni la
influencia de la competencia mundial. Se pueden aumentar los salarios en EE.
UU.
Si ponemos en la balanza el aumento de los salarios,
apenas un 2 % anual, y toda esa
población de 28 millones de personas adultas desempleadas que ya no buscan
trabajo, no existe margen ni posibilidad para que aumente el consumo
norteamericano. El repunte de algunos sectores, como automóviles, corresponde
principalmente a consumo financiado con más deuda. Este problema estructural no lo puede resolver
la FED de EE. UU. Tiene las mismas características que hemos conocidos en
nuestro país, menos empleos, empleos parciales, de mala calidad y mal pagados
tal como ocurre en todos lados, Estados Unidos, Japón o España. En éste último
país sólo el 5% de los contratos que
aumentaron en Marzo 2015, son indefinidos y a tiempo completo, el resto
miseria.
Según explica el economista, Paul Krugman “la sociedad de clase media que ahora vemos
reducirse y perderse en la distancia no surgió de manera espontánea; nació en
gran medida gracias a la "gran compresión" salarial que se produjo
durante la Segunda Guerra Mundial y cuyos efectos se prolongaron durante más de
una generación”. Quizás eso inspire a
algunos políticos a creer en promover las condiciones para producir una III
guerra mundial, centrada en el petróleo, con la falsa creencia que dicha guerra
sólo ocurrirá en tierras del medio oriente, Europa, y dejará nuevamente
incólume el territorio norteamericano, para reproducir las mismas condiciones
de gran potencia económica que asumió EE
UU, después de la II guerra mundial. La mala noticia es que, con la actual
tecnología en armamentos, existe capacidad
de sobra para destruir ambas partes por igual y además una zona extra
del mundo.
La apuesta está centrada en los activos de riesgo,
mantener las especulaciones bursátiles flotando al compas de las políticas de
estimulo monetario no convencionales de los Bancos Centrales, entrar y salir
raudamente de la bolsa, los que puedan. Los inversionistas compran activos de
riesgo, siguiendo la ambigua pauta de la FED, que tiene una “duda existencial”,
de “subir o no subir” las tasas más temprano o más tarde, mientras la población
sigue esperando que las cosas mejoren, sin saber que la partida está perdida de
antemano, este modelo de economía es de la elite.
Los mercados se acostumbraron a la droga de los estímulos
monetarios de los bancos centrales, como la FED. La debilidad está regresando a
la economía norteamericana, que aparece como efecto después que terminó el QE3
en Septiembre del 2014. ¿Cómo entiende Ud. que los inversores paguen por
prestar (CHF) 232,5 millones de francos
suizos al gobierno suizo hasta el año 2025 con un rendimiento negativo de menos
0,055%? La única explicación que cabe es, el miedo al derrumbe financiero y el
susto a perder todo lo invertido.
“El cáncer tiene nombre y apellidos: se llama "el
poder privado", el poder financiero. "La primera verdad de la que
debemos ser conscientes es que la libertad en una democracia queda gravemente
dañada cuando se tolera que " el poder privado", el poder del gran
capital, sea mayor que el del poder democrático del estado. Esta es la esencia
del fascismo, propio del estado controlado por ese poder privado". Esto lo
dijo, en un mensaje al Congreso, el Presidente Roosevelt un 29 de Marzo de
1938.
David Boaz, vicepresidente del Instituto Cato, describe
el libertarismo como “un marco para un futuro de libertad, crecimiento y
progreso”. Es el “corazón” de la mentalidad de EE UU desde que los primeros
colonos abandonaron Europa para encontrar en las orillas del Atlántico “la
libertad, el individualismo y oportunidades económicas”. El senador republicano por Kentucky Rand Paul, segundo republicano que está
optando para competir por la presidencia en el 2016, cree en eso, lo mismo que
ha destruido al mundo. Por eso quiero terminar explicando cuales han sido los
resultados de la libertad y el individualismo económico que promueven los
políticos como Rand Paul" (pre candidato presidencial republicano).
El dinero sale de Chile sin dolor
.
.
“El Informe del SII al Senado constata que el pillaje del
cobre por empresas extranjeras es el perjuicio, daño o estrago más colosal de
la historia de Chile. Las cifras hablan por sí mismas: no ha habido en nuestra
historia un desastre económico mayor que la inversión extranjera en nuestra
minería. Sin embargo, este Informe nunca
fue difundido en la prensa, ni en la radio, ni en la televisión. La magnitud de
este desastre es prácticamente desconocido por el pueblo de Chile. Peor aún,
gran parte piensa que la inversión extranjera es beneficiosa para el país. La
discreción obligada de los medios de comunicación con relación al daño que
provoca la inversión extranjera en la gran minería no es una casualidad: ha
sido planificada y generosamente pagada por las transnacionales mineras y con
el gentil auspicio de todos los gobiernos desde 1990 al día de hoy. Las mineras
extranjeras no son las únicas responsables del desastre, porque no han hecho
sino comerse el afrecho que generosamente o corruptamente les fue entregado por
los gobiernos de la Concertación”.
“Al final de la dictadura en 1989, solo existían dos
mineras extranjeras, Mantos Blancos y La Disputada (hoy Anglo American Norte y
Sur). Ambas producían alrededor de 180 mil toneladas de cobre. El año 2003 las
mineras extranjeras alcanzaron una producción de 3,2 millones de toneladas, 18
veces más que el año 1989. Los 30 millones de toneladas de cobre que se
llevaron durante ese periodo, más el oro, la plata, el molibdeno, etc., se
perdieron para siempre y nadie nos puede devolver lo ya perdido. Solo nos
quedan los ojos para llorar tan monumental descalabro”.
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