7-4-2014-KRADIARIO-Nº892
REFORMA TRIBUTARIA Y DEBATE
Por Martín Poblete
Con menos remezones de los esperados, el gobierno de la Presidenta Michelle
Bachelet por intermedio de su Ministro de Hacienda Alberto Arenas, dio a
conocer su proyecto de reforma tributaria, una de las promesas de campaña
estrechamente vinculada con el financiamiento de la reforma educacional.
.
El documento base, incluyendo algunos anexos, suma ciento setenta y cinco
páginas en el áspero lenguaje especializado de los economistas,
otra vuelta por el "cierre del universo del discurso
(Herbert Marcusse)" dejando importante tarea para diputados y
senadores encargados de analizar y evaluar el proyecto, con el agregado
de poner las cosas en lenguaje comprensible para los interesados sin
formación en economía y/o auditoría.
.
En una entrevista con El Mercurio del domingo, el ministro Arenas no
advierte riesgos para el crecimiento y la inversión, esta podría terminar
siendo una peligrosa presunción, de cuanto llevamos conocido en estas semanas en el sector privado, especialmente el agrupado en la SOFOFA, que ha manifestado serias
dudas respecto de la reforma en su conjunto, y en particular sobre la
eliminación del FUT y del Decreto 600.
En el FUT se habrían
acumulado aproximadamente el equivalente a doscientos setenta y cinco mil
millones de dólares (cifras de 2012) y por eso el Ministro Arenas argumenta que
el instrumento ha servido "para acumular dinero en fondos de inversión fuera de
la empresa, y a la vez dilatar el pago de impuestos". Pero sin desconocer usos maliciosos conducentes a evasión tributaria, argumentan su
importancia como instrumento de ahorro e inversión especialmente para las
PYMES.
Respecto del Decreto 600, no se advierte la necesidad de terminar con
regulaciones de positivo resultado en la llegada de
capitales internacionales destinados a inversión productiva, algo
así como "if it`s not broke don`t fix it/si no está descompuesto no lo
arregle".
El debate ha comenzado con lamentables referencias a las campañas del
terror de 1970. El Ministro Arenas no pudo escapar de la tentación
de intentar la extrapolación de aquellos sucesos a la discusión iniciada
en torno a la reforma tributaria en el Siglo XXI, puede parecer un instrumento
útil en agitar ideologías, pero tiene potencial confrontacional
negativo.
Habida consideración a la mayoría de la coalición de
gobierno en el Congreso, la reforma debiera salir esencialmente acorde con
los lineamientos conocidos, los partidos de la oposición siguen sin sacudir el
letargo de su derrota, los centros de investigación vinculados a ese sector
político tampoco han producido nada serio todavía, de todas maneras valga
mencionar los artículos recientes del Dr. Juan Andrés Fontaine de tono
claramente crítico además de pesimista.
Frente a la discusión en el Congreso, la mayor responsabilidad
recaerá en el Partido Demócrata Cristiano, ya que su dirigencia, sus diputados y
senadores, deberán demostrar ser capaces de articular su identidad
expresándola en un aporte moderador y positivo, ajeno a
cualesquier forma de obstruccionismo.
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