11-4-2014-KRADIARIO-N°892
VIABILIDAD DEL MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO EN CHILE
Por Martín Poblete
El debate sobre el Acuerdo de Vida en Pareja, entre sus
varias consecuencias, ha estimulado los
preliminares de la discusión acerca de la conveniencia y/o viabilidad del
matrimonio entre homosexuales y
lesbianas, presentado por sus promotores como igualitario.
Tal definición parece discutible y
dudosa, el matrimonio tiene por
definición la unión entre un hombre y una mujer con fines afectivos conducentes
a la procreación y la constitución de una
familia; si bien homosexuales y lesbianas hacen el argumento
afectivo, no pueden hacer los otros pues
sus uniones no conducen a la procreación ni a la formación de familias,
plantean las adopciones pero éstas tendrían
en el mejor de los casos una
función sustitutiva.
.
La sociedad chilena tiende a imitar situaciones originadas
en Europa Occidental y en los Estados Unidos,
extrapolándolas, buscando adaptarlas a nuestras normas y nuestra
sociabilidad, extender el matrimonio
civil a homosexuales y lesbianas encaja exactamente con la tendencia
indicada.
.
El activismo por el matrimonio
de homosexuales y lesbianas comenzó en los Estados Unidos. Las características del sistema federal americano garantizan la continuidad del intenso debate
vigente, con algunos Estados inclinándose por aprobar legislación a favor y
otros en contra, con el proceso acompañado por creciente judicialización en todos los niveles de la judicatura;
asimismo, el sistema político americano ha colocado a los partidarios del
proyecto, y sus votos, firmes del lado del Partido Demócrata, mientras los
detractores se alinean con el Partido Republicano. En su proyección a la sociedad americana, los
activistas han tenido éxito en presentar la propuesta como un asunto en el
marco de los derechos civiles.
.
En sistemas jurídicos y políticos unitarios se ha visto una legislación aprobada en el parlamentarismo
inglés con gobierno del Partido Conservador;
en el régimen presidencial francés con gobierno socialista; y en el sistema monárquico-parlamentario
español con gobierno socialista, en este último caso es donde aparece más
débil, un probable segundo gobierno de don Mariano Rajoy podría intentar revisar
la legislación implementada por su antecesor.
.
En el caso de Chile, la discusión todavía no está
estructurada; los líderes políticos parecen reticentes a reconocer posiciones
en un tema de rasgos confrontacionales, cuando el país tiene por
delante debatir importantes reformas
en lo tributario, educacional y constitucional. En este sentido, elevar
las uniones de homosexuales y lesbianas
al rango de matrimonio no es prioritario, hay otras cuestiones más
importantes al tope de la agenda, por
ello los políticos en el Congreso y en las dirigencias partidarias eluden
asumir definiciones que podrían ser
prematuras.
.
La Iglesia Católica argumentará con fuerza la idea del matrimonio entre un hombre y una mujer, probablemente acompañada por las iglesias
evangélicas y pentecostales, de cuanto
pueda ir quedando de las iglesias protestantes históricas poco se sabe.
.
Así las cosas, la discusión de legislación para regularizar parejas de
homosexuales, lesbianas y heterosexuales estaría más bien acotada en
su enfoque, tratando de resolver problemas conocidos en cuestiones de herencia, negocios y
seguros, propiedad inmobiliaria, y reconocimientos de paternidad.
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