El presidente de Bolivia, Evo Morales, nombró hoy como nuevo ministro de Gobierno a Wilfredo Chávez y de Defensa a Rubén Saavedra, para reemplazar a los que dimitieron tras la violenta represión policial de una marcha indígena.
Ha sido la mayor crisis del Gobierno de Morales desde que llegó al poder en 2006, pues incluyó, además, la renuncia de un viceministro y otros funcionarios así como la pérdida de varios diputados oficialistas.
Chávez es abogado, muy allegado a Morales, hasta hoy viceministro de Coordinación Gubernamental, y reemplaza a Sancha Llorenti, que renunció al cargo por la violenta represión policial del domingo.
Saavedra vuelve al cargo que dejó en abril pasado a Cecilia Chacón para asumir la Dirección de Reivindicación Marítima, encargada de demandar a Chile en tribunales internacionales una salida de Bolivia al mar.
Morales, que el lunes reconoció como "imperdonable" la disolución violenta de una marcha indígena contra una carretera financiada por Brasil que atravesará una reserva natural, se declaró hoy víctima de ataques por las reformas que lleva adelante.
"El único pecado que tiene Evo Morales es que es un campesino, un dirigente indígena que ahora es presidente. Eso no lo soportan algunas personas y algunos de nuestros hermanos son instrumento de esas personas que no aceptan que un campesino sea presidente", afirmó.
Morales volvió a criticar a la prensa porque, según él, exageró las informaciones sobre la represión policial, haciéndose eco de denuncias de líderes indígenas y otras entidades.
De nuevo calificó de "imperdonable" la brutal acción policial contra los indígenas, agredidos el domingo cuando su marcha hacia La Paz contra la carretera cumplía 41 días en la Amazonía, pero ni él ni sus ministros han aceptado ser responsables.
Llorenti, que estuvo en el ojo de la tormenta por las críticas en su contra, dimitió alegando que no quiere ser "un instrumento de la derecha, de la oposición, que lo que pretende es atacar el proceso de transformaciones estructurales".
En cambio, Chacón rechazó la decisión de reprimir la marcha porque, dijo, había alternativas "en el marco del diálogo, respeto a los derechos humanos, no violencia y defensa de la Madre Tierra".
Sacha Llorenti primero justificó la operación policial alegando que había una orden de la Fiscalía para ello, lo cual fue negado por esa institución, y después culpó a su viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, que también lo negó y dimitió hoy.
También han dimitido, con críticas a la represión, la directora de Migración, María René Quiroga, y una funcionaria del ministerio de Desarrollo, Rural Roxana Liendo, coordinadora de un sistema de información sobre precios agrícolas.
Los líderes indígenas anunciaron que reanudarán en breve la marcha hacia La Paz, para que Morales suspenda definitivamente, no solo temporalmente, la construcción de la carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
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