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viernes, 16 de septiembre de 2011

CHILE: LAS ISAPRES SON EMPRESAS DE ALTO RENDIMIENTO

Por Daniel Lillo Nilo (*)

¿Qué empresa, industria, negocio, gestión económica rinde un setenta por ciento de ganancias en nuestro país? Los medios de comunicación nos han informado que son las isapres.

Esta gestión de administración, de “emprendimiento” que no produce absolutamente nada en beneficio del país, ni mucho menos para las clases económicamente en falencia. Actúa como oneroso intermediario, en una gestión profesional noble – atención médica -- de prolongada y costosa preparación y esencial para la calidad de vida de una sociedad, como es la mantención y recuperación de la salud d la sociedad.

Para ello, aplica una elevada comisión para comprometer la atención médica a su beneficiario, quien logra de este profesional un trato especial en el costo de la acción médica, que es más bajo que el habitual. El costo de esta comisión cobrada por la Isapre, es ajustable a libre disposición de la empresa, además de tener normas establecidas que permite modificaciones arbitrarias, la mayoría de las veces injustificadas.

Hay diferencias de costos por edades, por sexo, por patología y ha establecido el sistema de auditorías en prácticamente todos los casos quirúrgicos, para controlar el cobro de los honorarios profesionales y de los servicios de las clínicas, hospitales o centros médicos. Ello dilata, por supuesto la cancelación de los honorarios a los médicos y a su equipo y a la institución respectiva.

El monto del honorario cancelado al médico por la Isapre es reajustado una vez al año, reajuste no proporcional al que se le aplica al usuario.

La isapre hace un digno honor a la definición de la Real Academia Española de la Lengua…” Intermediario que media entre dos o más personas, especialmente entre el productor y el consumidor de géneros o mercaderías.”

En este trajín mercantil las isapres han conseguido elevadísimas ganancias y hacen ostentación de ellas con edificios majestuosos, alhajados de imágenes corporativas estéticas, plásticas y atractivas, con un derroche impresionante de publicidad. Quizás parte de estos fondos gananciales podrían estar orientados a disminuir sus costos a los beneficiarios, en parte a mejorar la situación de sus propios recursos humanos y disminuir los costos en el uso por los usuarios de las instalaciones de salud de la institución.

Otras han destinado sus fondos, a algo más adecuado. La creación de grandes centros médicos u Hospitales privados de alto costo que han afectado a pequeñas agrupaciones de médicos, con consultas o centros médicos, respetados por largos años por su calidad, responsabilidad, su ética y su transparencia. Ellas van desapareciendo, no por razones éticas o técnicas si no por el avasallamiento publicitario de aquellas y su poder económico para equipamiento e instalaciones de alta tecnología.

Escuché a su alto funcionario mencionar, entre las causas de la alta ganancia, la disminución de los costos de administración durante el año pasado. Paradojalmente, en ese año, las Isapres solicitaron aumentar las cotizaciones porque había aumentado este costo.

Las isapres se han sobrenriquecido en su función de intermediario a costas de los profesionales médicos y de los pacientes, que para muchas de ellas se han transformado en “prestadores” y en “clientes” Esta gestión nos parece que involucra un acto de dudosa ética social porque actúa en un acto de enorme necesidad y transcendencia social, moral y de bioética, accionando en un campo que tiene que ver con la integridad física y biológica de nuestro conciudadano quien está adscrito al derecho de recuperación y mantención de su salud por el estado, al momento de nacer.

Para crearnos más inquietud, preocupación e inquietud, la doctrina, hoy ya rutina, que es su consideración sistemática en la contraloría de la Licencia Médica, documento público de enorme significado y repercusión bio – psico - social en la vida diaria de nuestro conciudadano trabajador y su grupo familiar.

Hoy, los medios de comunicación nos han permitido conocer a la gran mayoría de los ciudadanos, que las Isapres, sus propietarios, sus altas jefaturas, sus socios, se han enriquecido más allá de los límites razonables, tolerables y dignos.

A esta manipulación de los fondos, se agrega el manejo de las Licencias Médicas. Muchas de las isapres han asumido la doctrina o metodología, tal vez “filosofía” rutinaria de rechazar licencias o modificar los plazos establecidos por los médicos tratantes. Es un hábito, un protocolo establecido a firme e impuesto, el modificar - acortando los períodos de reposo establecido por el médico tratante – en la enorme e inmensa mayoría de los casos. La otra alternativa es el rechazo de tal período de licencia. Esta decisión de tremenda repercusión, algunas veces, para respetar la verdad, es tomada por algún personal administrativo muchas veces con alguna capacitación para ello.

Ejemplos abundan. Sólo uno. Un joven profesor de Universidad local que inicia una patología que orienta hacia una de tipo catastrófico, por lo cual su médico lo evalúa y solicita exámenes. Indica reposo y extiende licencia médica por diez días por sintomatología dolorosa y someterse a esta evaluación. Entregada a la Isapre, ésta la rechaza porque se trata de un caso en estudio, con patología no confirmada. Para mayor sorpresa, la institución a la que corresponde continuar cancelando su sueldo le manifiesta que éste no será cancelado hasta que no se resuelva su apelación presentada en COMPIN (Comisión de medicina preventiva e invalidez), proceso que tarda habitualmente entre tres y cinco semanas, dependiendo del lapso que se demore la Isapre en entregar toda la información.

Ocurre que las isapres son empresas de alto rendimiento económico con un manejo que se acerca a lo no tolerable, especialmente cuando afecta a beneficiarios de clase media no alta, a beneficiarios jubilados con prolongados períodos de cotizaciones sin su uso, mujeres trabajadoras en edad fértil, sufrientes de patologías catastróficas y otras condiciones.

Muchas veces, este trato rutinario de muchas isapres, agrava o desencadena otra patología u otros problemas tantos o más serios de los de base o de fondo, que complica seriamente la problemática socio-económico de una familia, de un hogar.

(*)  Es doctor en medicina

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