23.10.2013 -KRADIARIO-
EL CARNAVAL ELECTORAL Y LOS BUFONES
Por Walter Krohne
Los presidenciables son un gran chiste. La palabra reallity, como alguien la mencionó en este contexto, no es quizá la más adecuada para describir el espectáculo circense de los nueve candidatos, sin excepción alguna, porque la escena real es mucho peor. El punto culminante ha sido en las últimas horas y días el tête à tête entre la candidata oficialista Evelyn Matthei y el independiente Franco Parisi.
A Parisi, como supuesto presidente de una sociedad educacional
familiar integrada conjuntamente con su hermano y su padre, se le acusa de no
haber pagado imposiciones al personal de dos colegios que recibió de la Gran Logia de Chile. Su hermano Antonino ha
tenido que sacar la cara diciendo que lo de los colegios es un negocio suyo que
“corrió a pérdida” y que “mi hermano Franco nada tiene que ver, pero si algo
tuviera que pagar, lo pagará y punto”. En esto último, tanto Antonino como Franco, caen en contradicciones porque una persona que
no esté involucrada, no tiene nada que pagar ni tampoco que recibir.
Pero
Evelyn, con sus genes alemanes, le ha dado muy duro al tema en una diferencia
de opiniones que comenzó ya en el “debate” presidencial organizado por la ANP
en Coquimbo hace dos semanas, cuando se le preguntó si, en un caso dado, gobernaría con el independiente, a lo que respondió que no lo haría porque "él no
va a estar en el parlamento ni en ningún lado".
.
En este concierto de dimes y diretes estaría involucrado
el mismo ex presidenciable Joaquín Lavín, quien habría recibido el viernes las actas de directorio del Colegio La
Fontaine con la firma de Parisi y
minutas de negociaciones con el sindicato que puso de inmediato en conocimiento
del “temible” Jovino Novoa, y allí mismo estalló el polvorín.
.
Resumiendo el cuento,
en el oficialismo hay sorpresa y preocupación por la “mirada fija” de Matthei
para liderar personalmente, y no el comando, la ofensiva contra Parisi, cuando el peligro del
independiente, como sería llegar segundo después de Bachelet, es casi
insignificante, como lo señaló ayer una nueva encuesta Ipso. En cambio, mayores
consecuencias tendría ella misma para su candidatura si continuara con la estrategia de perseguir a Parisi hasta en "el último
confín de la tierra", descuidando su oferta programática que parecería mucho más
interesante para un sector de electores que verdaderamente toman en serio esta elección. ¿Falta de buena asesoría, que es lo que precisamente le ha sido escasa en su campaña, especialmente cuando se involucran los
ultraconservadores Novoa y Lavín?
.
Pero este carnaval de
candidatos no comienza ni termina con Matthei. Frente a frente está la ex mandataria
Michelle Bachelet que ha cambiado en su
forma de afrontar las campañas, porque ya no va a todas partes como era antes.
Llegó cambiada de Nueva York donde estuvo trabajando en las Naciones Unidas con
la crème de la crème del mundo vip de la política mundial. Hoy son pocas las
invitaciones que está aceptando, menos las que vienen del Gobierno. El apodo
que ha recibido es el de “la señora no” y antes el de la “candidata que pasa” para soslayar peguntas complicadas. Con este argumento, pero otra excusa, no fue al “debate” de la ANP, no concurrió a
la ceremonia oficial de los 40 años del golpe en La Moneda, no fue hoy a la
inauguración del Monumento por las víctimas del
terremoto y tsunami del 27-F, en el cual ella estuvo hasta el final bastante involucrada.
Presentada nuevamente
por la Concertación, un bloque maquillado y convertido ahora en la Nueva Mayoría, fue la primera en dar el vamos a la campaña en
marzo de este año. Muy trabajadora y ordenada comenzó a lanzar planes e ideas
como una nueva Constitución, terminar con el FUT, cambiar el sistema de
pensiones, y una reforma tributaria que ha "encrespado" a los empresarios, aunque ciertamente detrás suyo están casi todos porque se sabe en Chile que los mejores
gobiernos de derecha son precisamente los que se presentan como socialdemócratas o de izquierda moderada.
Con mucha fuerza y contenta de haber terminado bien en Manhattan hizo un
bosquejo de su programa que aún no se publica en detalle. Sin embargo ahora está preocupada, porque para hacer todo lo que promete necesitaría un “pozo de plata” y cambios
fundamentales en la Constitución que le será difícil hacer sino tiene una
mayoría contundente en el Congreso. Sus primeros reclamos se escucharon ayer
cuando adelantándose a lo que le espera a un eventual nuevo Gobierno suyo, lanzó
un grito al cielo al referirse al presupuesto estatal para
2014 comentando que “vamos a
recibir un presupuesto extraordinariamente precario, porque tiene un
crecimiento de 2,1% real, si uno lo compara con la ley de presupuesto 2013”. Cuestionó igualmente el Fondo de Libre Disposición de unos 600 millones de dólares que dejará el Ejecutivo a la próxima administración.
¿Qué va a ocurrir con sus propuestas que ya ha anunciado a la ciudadanía,
como en el tema educacional, social y de salud?
Silencio absoluto tanto de ella como de su comando.
Uno de los
candidatos más realistas en este carnaval político es el progresista Marco Enríquez-Ominami, porque además es el que más ha
avanzado en los últimos cuatro años. Tiene ahora un partido con ideas y detrás
suyo hay muchos seguidores importantes, algunos también influyentes, lo que no
se revela sin embargo en las encuestas. El Meo, como también se le conoce, es
uno de los pocos candidatos que marcha adelante con una ideología en la cual
envuelve el contenido de su programa para cambiar Chile de una vez por todas. Nadie puede saber a
ciencia cierta si lograría todo lo que promete una vez llegado al poder, no
tanto por él sino más bien por las estructuras conservadoras en las que se sostiene este
país. En el fondo se trata de crear un país de acuerdo a la realidad económica
y social y de su gente, mayoritariamente de clase media, trabajadores, dueñas
de casa y profesionales y no un país para los ricos cuya existencia es consecuencia de un accidente en una
evolución histórica equivocada que cuenta sólo entre uno y cinco por ciento de la población real.
Para el columnista Carlos Peña, sin embargo, "subsiste en él el defecto del afán de construir
frases épicas, de dramatizarlo todo, la emoción deliberada que sorprende la
primera vez pero en la segunda aburre".
Parisi es criticado por su frivolidad, superficialidad y hasta por ignorancia política. Su comunicación se basa en frases hechas y muy bien
estudiadas. No profundiza en ciertos temas más complejos por temor a caer en el desconocimiento de los problemas claves que tiene Chile. En
esencia, con Parisi ocurrirá lo mismo que ha sucedido con otros candidatos
presidenciales en la historia chilena que han tenido un poco de impacto, pero
que luego han desaparecido del panorama político nacional por falta de solidez.
Es precisamente lo contrario que ha sucedido con Marco Enríquez Ominami, un
candidato que ha crecido y que tiene la constancia y condiciones para llegar
alguna vez a ser Presidente de Chile. ¿Alguien se acuerda del cura de
Catapilco?
Marcel Claude, uno de los cinco candidatos con
posibilidades de contar con un apoyo de entre 3 y 6 por ciento de los votos en la elección
de noviembre, es el “llanero solitario” en este carnaval de candidatos. Firme a
su izquierdismo profundo es un convencido de que sólo una revolución puede
llegar a cambiar a este país para lograr la tan deseada igualdad y la justicia. Quizá tenga razón
pero la gente es asustadiza y no quiere entrar, por el momento, en aventuras
que puedan caer nuevamente en desarrollos opuestos al bien común y más bien peligrosos que al final sean de un nuevo retroceso para los chilenos. Hace 43 años, Chile tuvo la
oportunidad de emprender un camino revolucionario nuevo y a la chilena, pero
fracasó y este fracaso nos ha costado más de cuatro décadas de injusticias,
violaciones, corrupción e enriquecimiento ilícito de muchos que apoyaron el cruento régimen militar.
"Chile debe emigrar desde el nicho de
negocios que hoy somos, a una sociedad en donde los derechos sean fundamentales
garantizados por el Estado", destaca Claude en su discurso y califica a
las AFP como "una institución ladrona". "No es normal que
Chile tenga las universidades más caras, y que ninguna sea la mejor del mundo.
No es normal que se gaste más en armas que en cultura. Quiero un nuevo Chile,
que sea más parecido a los chilenos". En todo esto tiene razón, pero....
El resto de los “bailarines” en este show de carnaval, Tomás Jocelyn-Holt, Ricardo Israel y Alfredo Sfeir, en conjunto, son un poco más de
lo mismo con algunas ideas originales en cuanto a regionalismo y medio
ambiente, pero que no vuelven loco a nadie.
Quizá sea
Roxana Miranda, del Partido Igualdad, la
más clara de todos los candidatos, porque es la
única que ha sufrido en carne propia las injusticias de una sociedad
capitalista y las consecuencias del régimen militar.
Al preguntársele que haría en el primer día de
un eventual gobierno suyo, declaró "Por primera vez Chile seria
libre", porque "La Nueva Pillería (por Nueva Mayoría) y la derecha
hicieron y deshicieron con el 99% de los chilenos, nosotros somos un proyecto
revolucionario. Queremos recuperar todo lo que nos han robado", expresó.
Dijo que no le cree al resto de los candidatos, "mis abuelos fueron
pobres, mis hijos son pobres, yo soy pobre", afirmó.
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