Por Jessika Krohne
Un padre me cuenta en la sesión: “Estoy desesperado con mi
hija de 15 años. Tiene cuatro promedios rojos y ya viene atrasada porque
repitió séptimo básico. El otro día me dice que iba a ir al cine en un centro
comercial cercano a la casa. El padre está de acuerdo y le dice que la va a ir
a buscar a las 11:30 de la noche, hora en que termina la película. En lugar de
esperarla en el estacionamiento dentro del auto como lo hace habitualmente, el
padre sube al cine y llama a su hija. Ella le contesta de inmediato y le dice:
“Papa. Estoy aquí saliendo del cine.” El papá le dice: “Estoy aquí y no te veo.
Dónde estás”?. La hija le responde sorprendida: “Estás en el cine?”. El le
contesta que si y ella corta. El la llama de inmediato y ella no responde.
Intenta muchas veces, pero ella no contesta. Después de un rato suena el
celular como si estuviera apagado. El padre baja desesperado camino a su auto,
se sube y maneja a la salida del centro comercial. Se quiere dar la vuelta por
el recinto para ver si encuentra a su hija por algún lado. Cuando dobla a la
derecha y entra a una calle aledaña y oscura la ve de lejos caminando sola. Él
le pone las luces en alto y para el auto. Ella se asusta. Él se enfurece y le
dice:” ¿Cómo se te ocurre caminar sola por aquí?. Así como yo, cualquier auto
podría haber parado aquí.” La niña había ido a la discoteque juvenil al final
de la calle….
…..Esta es una de muchas historias que escucho en la
consulta. Los adolescentes no miden riesgos y presentan una inmadurez muy
grande frente a la vida. Muchos no estudian, porque no se dan cuenta de la
importancia que esto tiene para su futuro. Es un desafío constante tener a los
hijos en la edad adolescente. A esta edad muchas veces mienten y uno no sabe
cómo enfrentarlos en sus mentiras. Uno puede retarlos o hablar tranquilamente
con ellos. Pareciera que nada tiene efecto y las palabras pasan de largo. Es un
momento realmente complejo y hoy en día se dificulta aún mucho más, porque las
redes sociales hacen que los adolescentes parezcan más desconocidos para sus
padres y es mucho más difícil controlarlos en sus actividades diarias,
seguirles la pista y conocer a todos sus amigos.
Esto último es lo más
importante. Conocer a los amigos de los hijos, saber con quienes viven y como
son sus padres., su entorno familiar. Muchas veces las conductas extrañas de los hijos vienen de los
amigos. A esta edad, los adolescentes son muy influenciables y las amistades se
convierten en lo más importante en esta etapa. Los amigos pasan a ser el
ejemplo y el modelo a seguir, es por eso que conocer a los amigos de nuestros
hijos es fundamental.
El castigo muchas veces no es lo adecuado. El diálogo y
cultivar la confianza parece ser mucho más efectivo que un castigo o un
insulto. Hay que permitirles a los hijos que cuenten sus cosas y eso se logra,
no juzgándolos, sino que aceptar que ellos son humanos que cometen errores y
muchos errores.
Están en la etapa donde se están probando constantemente y
buscando su identidad. Pasan por cambios de humor muy fuertes y muchas veces el
desánimo y la desmotivación que se percibe en los adolescentes no tiene que ver
con un estado depresivo, sino con la etapa de vida por la que están
transitando.
Hay que tratar de empatizar con ellos, ponerse en su lugar y
recordar la propia etapa de adolescencia. Si hacemos eso, logramos de mejor
manera entenderlos y seguirlos en sus ideas.
No es fácil. Es un desafío constante, pero es parte de la
crianza de los niños, así que no hay que perder la paciencia y tratar de estar
ahí en cada momento.
Muy buen artículo, para los que tenemos hijos adolescentes es de gran ayuda. Gracias por la información que brindan cada día.
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