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lunes, 12 de noviembre de 2012

"LA REPARTIJA" DEL CANAL DEL FÚTBOL ES EL BOTÍN MÁS PRECIADO DE LOS CLUBES

Entretelones de una historia conocida,  pero poco investigada.CIPER Chile se introdujo a través de las frías y silenciosas paredes de la ANFP para conocer algo más de esta historia

Los equipos que están en la línea de descenso y los que disputan el Campeonato se juegan mucho más que una posición en la tabla. Detrás del espectáculo en la cancha, se mueve un negocio que genera muchos miles de millones para los clubes, elemento clave para los resultados económicos de las sociedades anónimas y deportivas. En el Canal del Fútbol  (CDF) está el corazón de los recursos. CIPER reconstruyó cómo se distribuyen mes a mes las apetecidas platas y cómo se ha disparado la curva de utilidades al fragor de acaloradas disputas entre los 32 clubes dueños de la pelota.

En la calle Roger de Flor, comuna de Las Condes, un equipo de once ejecutivos administra una empresa que es conocida como “la gallina de los huevos de oro”. En esas oficinas, se cuece el negocio de una estación televisiva que tiene un valor superior a tres canales de la TV abierta juntos: Canal 13, Mega y Chilevisión. Es el Canal del Fútbol (CDF), que sólo para este año tiene proyectadas utilidades por más de US$52,5 millones, equivalentes a más de $26.400 millones. Un negocio que partió hace nueve años como una idea casi quijotesca del ingeniero y empresario Jorge Claro Mimica y que hoy sustenta en una férrea alianza con la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), dueña del 80% de la propiedad del CDF. Claro controla el 20% a través de Gestión de Televisión (GTV).

El CDF es un negocio soñado para cualquier inversionista: maneja una actividad monopólica. Todo el fútbol profesional está agrupado en la ANFP, dueña de los derechos exclusivos de transmisión del campeonato oficial. A su vez, la ANFP es dueña del canal que transmite en forma exclusiva el fútbol, con lo cual no hay competencia en el mercado. Ese es el corazón del negocio, que en términos económicos se denomina “Stand Alone”.

El dinero que reciben los clubes

Hay mucho dinero en juego y eso lo saben muy bien los dirigentes de los 32 clubes controladores del negocio a través de la ANFP. En algunos casos, las suculentas sumas que se reparten representan un oxígeno vital para sobrevivir a la precariedad; para otros, es una fuente de ingresos desequilibrante que les permite mantener su posición de dominio en una actividad donde la mayoría de los clubes cierra el año con pérdidas.

Hoy, el “millonario botín” se reparte de forma diferenciada entre los clubes de Primera División. Los tres grandes, U. de Chile, Colo-Colo y UC, se llevan la tajada mayor de la torta: un 25% que sólo para este año tiene proyectados más de $5.287 millones. Colo-Colo es el equipo que más utilidades recoge del CDF: este año proyecta recibir más de $2.000 millones, esto es más del doble que un equipo de Primera División, y casi ocho veces más que un equipo de Segunda División. U. de Chile proyecta recibir cerca de $1.840 millones y la UC unos $1.438 millones. Los equipos de Segunda división entran en otra ecuación menor.



ANFP quiere tenerlo todo

En el año 2010 circuló un proyecto de comprar el 20% de CDF por parte de la ANFP que ya contaba con un financiamiento bancario pre aprobado. En una sesión de directorio de la ANFP (10 de agosto de 2010), Harold Mayne- Nicholls informó que “ya existen al efecto dos bancos que prestarían a la ANFP en conjunto la suma de US$110 millones, otros dos bancos que prestarían individualmente dicha suma, uno de ellos del país, y otro banco que además agrega la suma de US$20 millones para la construcción de un complejo deportivo”.

En esa reunión, José Yuraszeck (U. de Chile), alertó sobre los montos involucrados en la operación: “Está bien que estemos todos crecidos y un poquito agrandados, pero US$120 millones son US$120 millones en cualquier parte del mundo”.

El entonces presidente de la ANFP calculaba que en cinco o seis años podía pagar la inversión con las utilidades adicionales del CDF que absorbería con el 20% adquirido.

La gran pregunta era cómo se administraría el negocio al salir Jorge Claro. La idea, dicen, era buscar la administración de un tercero que ofreciera garantías a todos. Un punto nada menor considerando que prácticamente todos los actores del fútbol (más allá de simpatías o desavenencias con el empresario Jorge Claro) lo reconocen como un garante, una suerte de dique de contención que evita la intervención directa de los clubes sobre las millonarias ganancias.

Pese a que Jorge Segovia (presidente de Unión Española) integró la comisión que recomendó comprar el porcentaje de Claro, la nueva administración de la ANFP liderada por Sergio Jadue (donde Segovia ocupó la segunda vicepresidencia), no apoyó la compra. Hoy, Jorge Segovia está viviendo en España y viaja esporádicamente a Chile. El club que lideró la opción de abstenerse de adquirir la parte de Claro fue Santiago Wanderers.

La nueva opción de compra del CDF se abre en 2015. Y ya muchos miran hacia allá. Pero el CDF ya no es lo que era en 2010: sus proyecciones de crecimiento son exponenciales. Aunque hasta ahora los clubes no han encargado un estudio de valorización, todos coinciden en que ya no vale los US$600 millones de hace dos años, sino mucho más. Algunos aventuran que podría duplicarse su valor en estos cinco años.

El estudio hecho por PwC estimaba una tasa de crecimiento anual compuesto de un 8,7% a 2015. Según estos cálculos, si la ANFP ejerciera la opción de compra en 2015, pagaría un 50% más de lo que habría pagado en 2010. En cifras, el 20% de Claro les costaría US$160,6 millones ($80.327 millones).

 Los brillantes resultados
La explicación de cómo se llega a estos brillantes resultados es relativamente sencilla. El grueso de los ingresos que recibe el CDF es el pago que hacen los abonados a su servicio CDF Premium, que varía según el cable operador que se contrate. En el cable más barato la señal cuesta $5.990 y en VTR, que tiene la mayor participación de mercado, cuesta $6.290. Según las cifras que manejan los cable operadores, de ese monto, el CDF se llevaría un porcentaje cercano al 60% (descontando el IVA), es decir, unos $3.100 netos mensuales por cada abonado. Ese monto hay que multiplicarlo por los 635 mil abonados Premium que tiene el CDF hoy.

Para quienes han seguido de cerca este negocio estrella, hay un dato muy ilustrativo. El CDF comenzó en 2006 con 171 mil suscriptores al servicio Premium, seis años más tarde estos abonados casi se cuadruplicaron. Una presentación que el CDF entrega a las agencias de publicidad muestra el perfil que el canal ha configurado de sus abonados. Un 23% pertenece al sector socioeconómico ABC1, un 30% al C2 y un 28% al C3.

La publicidad es otro ingreso del CDF que se relaciona al número total de abonados. Los derechos comerciales sobre el campeonato nacional de este año, por ejemplo, se ofrecieron a los auspiciadores a $320 millones neto más IVA. Los derechos comerciales del programa En nombre del Fútbol, que conduce Pablo Flamm, se ofrecieron a un precio mensual de $4 millones neto más IVA, al igual que los de Show de Goles.

Suma y sigue. Otra llave de ingresos del CDF es la venta de los derechos exclusivos para transmitir por televisión los goles del campeonato. TVN pagó US$10 millones anuales (un 40% aproximado se paga en canje) por un contrato de dos años que vence en diciembre. Ese mes se abre una licitación con los canales de televisión abierta para un nuevo periodo, donde se manejan sumas importantes.

En los cuatro años de gestión de Mayne- Nicholls, se repartieron US$78,8 millones en utilidades del CDF, equivalente a $39.400 millones. Es decir, entre 2007 y 2010, un equipo como Colo-Colo recibió el mismo monto por concepto de utilidades del CDF que un equipo de Segunda División, como Copiapó: US$2,4 millones (ver tabla).

La idea de Mayne-Nicholls de repartir las platas en treinta y dos partes iguales, no cayó nada bien en la plana ejecutiva de los tres clubes grandes: Colo-Colo, U. de Chile y UC. Sus dirigentes querían un reparto diferenciado donde ellos obtuvieran más recursos que el resto. No descansaron hasta frenar lo que llamaban el “populismo” de Mayne-Nicholls, con quien intentaron negociar, pero éste se negó tajantemente a cambiar la fórmula de reparto.

El principal argumento que los tres clubes grandes esgrimieron para defender su postura fue que la mayoría de los abonados eran hinchas de sus clubes y, por lo tanto, contrataban el CDF principalmente para ver los partidos de sus equipos. Como contrapunto, un estudio encargado por la ANFP en marzo de 2010 (presidida aún por Mayne-Nicholls), muestra que la mitad de los hinchas estaba de acuerdo en que se repartiesen igualitariamente los excedentes del CDF. Entre quienes se identifican con la UC, U. de Chile y Colo-Colo, una mayoría también apoyaba esta idea.

A medida que aumentaron los excedentes del Canal del Fútbol la inyección de recursos frescos en los clubes más pequeños se hizo sentir. Un dirigente de Copiapó cuenta que su club tenía pérdidas cada año y necesitaba $300 millones para financiarse. En 2010, recibió más de $400 millones provenientes del CDF. Ese fue el último año en que la ANFP, que opera como la “caja pagadora” de las platas del CDF, hizo un reparto igualitario.

(*) Investigación de Ciper Chile - Publicamos este trabajo con recortes en el texto por ser éste demasiado extenso para la capacidad de nuestro diario.

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