Las claves que marcan la compleja tramitación de la Ley de Pesca en el Congreso
Compleja ha sido la tramitación del proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura, contenida en la ley N° 18.892 y sus modificaciones, en el ámbito de la sustentabilidad de recursos hidrobiológicos, acceso a la actividad pesquera industrial y artesanal y regulaciones para la investigación y fiscalización.
El proyecto, denominado la “Ley Longueira”, en alusión al ministro de economía, Pablo Longueira, que la patrocina, se tramita en el Congreso desde el 14 de diciembre de 2011 y debe reemplazar a la legislación actual, que caduca el próximo 31 de diciembre y que tuvo una vigencia de 10 años.
La iniciativa contempla mayores exigencias para los pesqueros artesanales, asociadas al control de la cantidad de recursos que se extraen y al lugar donde estos actores pescan. La norma también introduce cambios en la pesca industrial. Incorpora la figura de licitaciones de las cuotas de pesca para garantizar el ingreso de nuevas firmas.
La discusión de la norma no ha estado exenta de polémica. Cerca de mil indicaciones presentadas al texto orginal del Ejecutivo, protestas de pescadores artesanales y acusaciones de conflictos de interés de parlamentarios han marcado el debate en las últimas semanas.
Entre las materias en las que hay acuerdo se encuentran el establecer la plataforma social de los pescadores artesanales e industriales; el reforzamiento y revisión institucional del Indap Pesquero y del Instituto para el Desarrollo de la Pesca Artesanal; el perfeccionamiento del Instituto de Fomento Pesquero para ampliarlo al área de investigación, repoblamiento de las algas; mejora de la Subsecretaría de Pesca; reforzar Sernapesca; y fijar en el eje de la ley la sustentabilidad de los recursos y de los ecosistemas marinos.
En este escenario, el ministro Longueira ve como probable que la discusión sea zanjada en comisión mixta, no descartando incluso la posibilidad de recurrir al veto presidencial si la ley no es aprobada en el Congreso dentro de los plazos establecidos por la autoridad.
Descontento artesanal
Pero, ¿a qué se debe el descontento de los artesanales? No precisamente al estímulo externo, aducen, sino a la concentración económica que propiciaría la aprobación de ‘Ley Longueira’, la cual dejaría a perpetuidad en manos de 7 familias el negocio del mar, reduciendo considerablemente la intervención en la actividad de los obreros marítimos.
“Las 7 familias privilegiadas con la explotación gratuita de los recursos pesqueros de Chile son: Angelini, Sarkis, Stengel, Cifuentes, Jiménez, Izquierdo y Cruz, quienes en el último tiempo se han fusionado en tres grandes conglomerados que controlan nada más y nada menos que el 76% de la capacidad pesquera industrial del país. Se reparten utilidades calculadas en a lo menos unos 3 mil millones de dólares anuales, a partir de la extracción gratuita de los recursos del mar chileno”, expresó en una columna el diputado DC Gabriel Ascencio, detractor de la medida.
Quienes desestiman la ‘Ley Longueira’ aseguran que si el Estado quisiera recuperar en un futuro próximo los recursos marinos, entregados legalmente a las 7 familias, se vería en la obligación de pagar millonarias indemnizaciones. Por ello la presunción de que dar visto bueno al proyecto abre paso a una forma de negocio unilateral y de carácter irreversible.
La oposición ciudadana
Frente a la controversia por las disposiciones de la ‘Ley Longueira’, múltiples han sido las respuestas de la población, la cual, en su mayoría ajena a la realidad de los pescadores artesanales, ha empatizado con su reclamo de la mano de las herramientas que ofrece Internet y principalmente las Redes Sociales.
Es así como surgieron expresiones audiovisuales tales como ‘Rompe La Red’, ‘Algo Huele Mal’, ‘Salvar Nuestros Peces’ (con la participación de figuras televisivas que refutan la ley) y ‘Yo Pesco’. Todas estas confluyen en la que se alza como la principal desventaja de la nueva legislación: la acumulación de capital por parte de las familias involucradas.
“El mar y los peces de Chile, están a días de ser regalados para siempre a un pequeño grupo de poderosos empresarios”, reza en su primer tramo el video explicativo de ‘Yo Pesco’ en voz del otrora Presidente de la FEUC Giorgio Jackson.
Una frase potente que alerta sobre los peligros de olvidar la necesidad de generar un modelo extractivo sustentable y equitativo. Uno que a su vez sea respetuoso de los recursos de nuestro mar –otorgados por capricho de la naturaleza, cabe recordar- y justo con quienes los recogen hace siglos, antes de la tecnificación industrial. La discusión de la Ley de Pesca ha provocado una nueva división entre el oficialismo y la oposición.
La iniciativa debería ser votada esta semana en el Senado, la que se ha pospuesto desde el lunes último. Sin embargo, aquí está también el tema sobre la forma de ejercer el lobby político desde los poderosos grupos de presión. En tal sentido están los cuestionamientos para que se inhabiliten algunos senadores por su cercanía con la gran industria pesquera (Novoa, Zaldívar y Larraín). Existe una solicitud a la Comisión de Ética y Transparencia del Senado para que reconsidere la recomendación realizada a estos parlamentarios y exhorte a éstos inhabilitarse en la tramitación del proyecto de ley que modificala Ley General de Pesca y Acuicultura.
Los puntos en conflicto de esta ley están encabezados por el sistema de licitaciones entre pescadores artesanales e industriales. Por ello, la Comisión de Pesca aprobó la fórmula del Ejecutivo en la que se definen los rendimientos máximos sostenidos de una pesquería, a través de los puntos de referencia biológicos que se entregarán cada dos años, explicó el Senado. Sin embargo, un grupo de senadores repondrá una indicación que permite que exista una licitación a todo evento. Asimismo, existen dudas sobre si se deberá incorporar una norma en la cual las áreas de manejo que no ocupen los pescadores artesanales e industriales deberán o no pagar una patente al respecto.
La agrupación "Yo Pesco" acusó el "lobby" que está haciendo el Gobierno para aprobar la normativa acusando que la "ley Longueira dista mucho de ser una ley justa para Chile y más bien está basada en la letra chica".
"Si bien ahora se habla que los recursos pesqueros serán de todos los chilenos, omite que las cuotas de pesca se entregarán por 20 años renovables y heredables a los hijos, nietos y bisnietos de las siete familias de la industria pesquera", acusó "Yo Pesco".
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