Por Abraham Zamorano
Con una guerra civil en casa y asediado por hostilidad diplomática de la comunidad internacional, el gobierno de Siria lanza una ofensiva diplomática con escala en América Latina, región en principio alejada del meollo geopolítico de Oriente Medio: ¿qué busca el gobierno de Bashar al Asad en el hemisferio occidental?
La respuesta no aparece meridianamente clara porque el mensaje enviado por Al Asad a varios presidentes de la región no ha trascendido. Sin embargo, una pista puede estar en las puertas a las que toca Damasco: Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Es decir, el vicecanciller sirio, Faisal Mekdad, visitó las capitales más hostiles a la política exterior de Estados Unidos, las que ya habían mostrado que en el conflicto sirio estaban del lado del gobierno de Al Asad.
En su gira destaca sobre todo Venezuela, por su visibilidad en el panorama de las relaciones internacionales con el equipo que forman el presidente Hugo Chávez y su vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, artífices de su decidida apuesta por un mundo multipolar que deje atrás la ya tradicional hegemonía estadounidense.
Pero además, porque en el marco de esa política exterior, Caracas comparte con Siria su cercanía a Rusia e Irán, sin olvidar que se trata de una potencia petrolera, palanca que el presidente Hugo Chávez ya ha usado para ayudar a su homólogo sirio.
Solidaridad ideológica y más
El politólogo Carlos Romero, de la Universidad Central de Venezuela, señala que la gira de Mekdad "forma parte de una ofensiva diplomática del gobierno Al Asad en todo el mundo para contrarrestar la visión de una situación de guerra civil en la que el gobierno pierde posiciones".
Romero ve un triple objetivo en la presencia del vicecanciller sirio en Latinoamérica: "desmontar la idea de que Al Asad está a punto de caer", "buscar recursos, fundamentalmente petroleros" y evitar que más países reconozcan a la oposición como "ente beligerante".
"La visita se da en países con conducta revisionista del sistema internacional y que han dejado patente su interés por construir un mundo multipolar libre de la hegemonía y el imperialismo norteamericano"
"Al Asad sabe que se le viene un embargo económico y tiene que buscar la manera de burlarlo. Además, no menos importante, tiene que evitar que continúen algunos gobiernos reconociendo a los sectores de oposición como beligerantes que es el primer paso para desconocer el gobierno actual", le dijo Romero a BBC Mundo.
Mekdad recibió en Nicaragua muestras de un efusivo apoyo de parte de Miguel d'Escoto, asesor de Relaciones Internacionales del presidente Daniel Ortega. Lo mismo aconteció en su visita a Cuba, donde el diplomático fue recibido por el vicepresidente, José Machado Ventura.
En Venezuela, donde no trascendió quién fue su interlocutor, Mekdad dijo haber sostenido varias reuniones, pese a que llegó precisamente el día en que se anunció el regreso de Chávez a Cuba para recibir un "tratamiento médico especial".
Mekdad defendió en Caracas la gestión del gobierno de Al Asad y aseguró que el caso sirio no tiene nada que ver con Túnez, Egipto o Libia, donde los gobiernos fueron derrocados por el pueblo. Asimismo, insistió en recordar que Damasco dio "vía libre" a la creación de partidos políticos y una prensa plural.
"El diálogo nacional de todos los factores es el único camino para salir del conflicto", dijo.
Desde la embajada siria en Caracas le confirmaron a BBC Mundo que Mekdad pretendía dejar el país este mismo miércoles, sin embargo, no quisieron aclarar si era su última escala o partía hacia Ecuador, como también se ha dicho. Las peticiones de entrevista con el vicecanciller o el embajador no han obtenido respuesta.
Sólo con amigos
El presidente Chávez ha apoyado a Siria en la actual crisis. El analista Carlos Luna, profesor de Estudios Políticos y Administrativos de la Universidad Central de Venezuela, no pasa por alto el hecho que "los países que han sido tocados son del ALBA o al menos simpatizantes con el gobierno de Chávez".
"Su visita se da en países con conducta revisionista del sistema internacional y que han dejado patente su interés por construir un mundo multipolar libre de la hegemonía y el imperialismo norteamericano", le dijo el politólogo Carlos Luna a BBC Mundo.
Según el analista, "el funcionario está buscando solidaridad internacional en todo lo que tiene que ver con el conflicto. Lo que tratan es generar una matriz de opinión de respaldo a Bashar al Asad y a las tesis de que todo esto es una conspiración internacional para derrocar al presidente sirio".
Para Maruja Tarre, internacionalista de la Universidad Simón Bolívar, aunque "es difícil ponerse en su posición, se puede suponer que está buscando cierto apoyo de Chávez con otros países que en principio no tienen mucha simpatía por Al Asad, como Brasil o Argentina, donde también hay una importante población siria. Pero eso es pura suposición".
Mejor con petróleo
"Venezuela es un punto de pivote a partir de su potencial petrolero y todo lo que es el gasto público para la constitución de un mundo multipolar a través de la proyección del socialismo del siglo XXI", comentó Luna.
Coincide el politólogo Carlos Romero al apuntar que "Venezuela ocupa un papel fundamental, más que Bolivia y Ecuador, porque tiene la capacidad de asistir en petróleo crudo y derivados, lo que en el medio se llaman despachos".
De hecho, a lo largo de 2012, pasando por encima de las sanciones internacionales, Venezuela ha enviado varios cargamentos de diesel a Siria.
"Nos han pedido cargamentos de diesel y en dos oportunidades se los hemos dado. Han sido cargamentos de 300.000 barriles", reveló el pasado mes de febrero Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
"Si nos los vuelven a pedir, se los volvemos a dar", advirtió Ramírez. Y cumplió: meses más tarde se confirmó un tercer cargamento.
BBC MUNDO
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