Por Francisco
Chahuán
La cifra
histórica de ganancias obtenidas por las Isapres desde la creación del sistema,
en 1981, reafirman la necesidad de exigir nuevos parámetros de transparencia y
competencia en el sector. El hecho que durante enero y septiembre de este año
sus utilidades llegaran a $ 66.352 millones y que estas fueran impulsadas
básicamente por las alzas aplicadas por las aseguradoras al precio base de los
planes, obliga a insistir en que el mercado de la salud necesita mayor nitidez
y sinceramiento, pues hasta ahora no se ha hecho lo suficiente para mejorarlo.
Si a esto
sumamos que todos los recursos de protección interpuestos para impedir las
alzas son acogidos por las Cortes de Apelaciones —incluso sin alegatos—,
fortalecemos la convicción de que el sector necesita un cambio urgente.
Implementar un sistema de buscadores de planes de salud en línea y accesibles
es un buen comienzo, mientras no tengamos un consenso sobre una reforma
integral a la Ley de Isapres.
Lo cierto
es que al tema de las utilidades hay que añadir los resultados arrojados por un
estudio sobre el mercado de salud, elaborado por la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso y dado a conocer recientemente por el fiscal nacional
económico (FNE). La investigación establece que el crecimiento de la
rentabilidad no parece tener una explicación económica, salvo por la excesiva
concentración del mercado. Un dato relevante es que dicha cifra es la más alta
de los últimos 7 años (casi $1.000 millones más que la del año pasado) pero,
además, es superior a la de las compañías de seguros generales (7,4 %), compañías
de seguros de vida (11,7 %) y al sistema bancario (17,5 %), con un promedio de
35 %.
La
experiencia indica que no basta la autorregulación, ya que las empresas no han
podido —o querido— entregar en un formato homogéneo y comparable los datos completos,
para facilitar la elección. Es por eso que necesitamos que la disposición y
transparencia de la información sea un elemento obligatorio para todas las
isapres y establecimientos de salud.
El reporte
—que la FNE enviará al Congreso y debería ser analizado con mayor profundidad
por las autoridades sectoriales— recomienda una propuesta que hemos planteando
desde comienzos de este gobierno, que apunta a una modificación legal para
implementar uno o más buscadores de planes de salud en línea y accesibles y,
además, un sistema de información comparado de precios de prestaciones en
establecimientos de salud.
El
mencionado informe señala que debería existir un cotizador virtual de planes,
atendidas las dificultades prácticas que presenta comparar la oferta de
distintas isapres. Se estima que la construcción de este comparador de planes
electrónicos puede contribuir de forma importante a la reducción de asimetrías
de información en el sistema, aumentando la movilidad de los afiliados.
El
Ministerio de Salud junto a las Isapres y el Sernac, han planteado como medida
de autorregulación una estandarización de procedimiento para hacer comparables
algunos valores. Eso no es suficiente y me parece una reacción a la medida de
la industria. Para que los afiliados y los usuarios podamos recibir los
beneficios de un mercado de salud competitivo y transparente, necesitamos
medidas más directas que faciliten comparar en línea todos los indicadores del
sistema y no los que la industria crea conveniente.
Aquello
permitiría eliminar la actual asimetría, imprimiendo claridad al sistema y
contribuyendo a que los usuarios tomemos mejores decisiones. La salud requiere
de más y mejor mercado, donde un Estado más robusto pueda exigir que los
actores tengan disponible toda la información. La entrega de datos de fácil comprensión
y comparable entre los distintos oferentes de planes fomenta la competencia en
el sistema de salud, al reducir tanto las eventuales barreras de entrada al
sistema de nuevos oferentes, como también las posibles barreras de salida a los
afiliados.
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