Dentro de las diferentes definiciones de anacoluto, está la de apartarse del tema central o meollo de la conversación. Esto dilata el discurso y lo hace insustancial. En Chile decimos que la persona que comete anacoluto acostumbra a “irse por las ramas”.
Piñera y sus ministros lo hacen a cada rato. No se atienen a lo troncal del asunto y malgastan tiempo y energías dándole más importancia a cuestiones colaterales o secundarias. O sea terminan hablando de algo que no tiene nada que ver.
El vocero de gobierno Andrés Chadwick acusa al movimiento estudiantil, cuando este habla de poner fin al lucro, de ultra e intransigente, que su objetivo es la violencia. Le preguntan por el inmenso apoyo con que cuentan los jóvenes y responde hablando de los encapuchados.
La verdad es que los únicos ultras están en el Gobierno y son los que defienden el lucro, la permanencia de la banca privada y el sistema financiero en la educación. O sea, los intereses corporativos y económicos de un minoritario grupo empresarial.
Chadwick se va por las ramas e indirectamente trata también de ultra a la inmensa mayoría de los chilenos que quieren hacer transformaciones de fondo e incluso a la UNESCO y a la ONU. También a la OCDE y al mismísimo FMI, instituciones que hasta ayer adoraba y que hoy sataniza.
Otro que salta de rama en rama es el Ministro de Educación Felipe Bulnes, quien con su frase “con los impuestos de los más pobres no podemos pagar la educación de los más ricos” es el hazmerreir del país.
Todos saben que en Chile los que pagan más impuestos son los pobres y los que se benefician son los ricos. El ministro se arranca de lo troncal, que es la reforma tributaria, y defiende a los ricos a quienes les conviene pagar aranceles universitarios en vez de pagar impuestos.
Y hasta el Presidente Piñera se sube a los árboles cuando aparece en la tele, diciéndoles a los estudiantes que se dejen de molestar porque Chile está de duelo por la caída del avión FACH en Juan Fernández. ¿Qué tiene que ver un movimiento social mayoritario por la educación pública con una tragedia que se produjo por la irresponsabilidad de quienes autorizaron el vuelo?
“Becas para el 40% más pobres” es de nuevo una mentira del gobierno.
La matrícula de educación superior en Chile alcanza a casi un millón. De los cuales, 950 mil vienen de familias con ingresos inferiores a 500 mil pesos. O sea son pobres. En Chile sólo el 5% pueden pagar los altos aranceles. El resto debe endeudarse.
¿Cómo van a pagar la educación de dos hijos con aranceles cercanos a los 250 mil pesos por cada uno? Si van a la universidad simplemente la familia se queda sin comer.
Los estudiantes hablan de educación pública, de recuperarla como un derecho y el gobierno desde su árbol, de capitán a paje, o sea de Piñera hasta Labbe, ni hablar del paje Estay, responde encapuchando y criminalizando el movimiento.
Que el gobierno se vaya por las ramas, recuerda al gato asustado que sube al árbol y después le da miedo bajar. En estos casos se recomienda llamar a los bomberos para que ayuden. Que no es lo mismo que llamar a los carabineros.
El único peligro es que si no baja luego de las ramas, igual que los felinos, comenzará a desecarse. De hecho, el gobierno ya sólo tiene un 22% de apoyo ciudadano y se observan los primeros síntomas de deshidratación: falta de fuerza, disminución del rendimiento y sobre todo fatiga mental.
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