El prófugo de la justicia chilena vive con subsidio del Estado alemán en buenas condiciones y se ha acercado a las Iglesia luterana para rezar.
La reciente solicitud chilena de extradición en contra del médico alemán y ex dignatario de la desaparecida Colonia Dignidad, Hartmut Hopp, no tiene en la práctica ningún destino, porque Alemania no extradita a sus ciudadanos, según dice su carta fundamental.
Según Jan Stehle, encargado del tema "Colonia Dignidad" en el Centro de Investigación y Documentación Chile Latinoamérica, que ha seguido desde muy cerca el caso de Hopp, declaró a la Deutsche Welle que si bien la petición de la Corte Suprema de Chile no llegaría a ningún buen puerto, existe la posibilidad de que la justicia alemana investigue a fondo el tema, como es su obligación cuando ciudadanos alemanes cometen crímenes graves, sean estos donde sean. Por eso esta solicitud sí es importante, porque creaía un buen nivel de presión en la sociedad.
En septiembre de 2011 el periódico alemán Reinische Post publicó una seguidilla de artículos sobre Hartmut Hopp, el médico alemán que fue procesado en Chile por secuestro y homicidio por las responsabilidades que le cabían por ser el brazo derecho del líder de Colonia Dignidad, Paul Schäfer, en distintos delitos cometidos en ese enclave alemán instalado en el sur del país andino.
Los artículos hablaban de la nueva vida de Hopp en la ciudad de Krefeld, cerca de la frontera con Holanda, hasta donde llegó el profesional tras huir de Chile. En Krefeld, Hopp arrendó un departamento, con ayuda del Estado, para vivir con su esposa, presentándose en forma recurrente en la iglesia luterana de la ciudad e intentó integrarse al vecindario, sin suerte. El rechazo de los vecinos lo llevó a cambiarse de domicilio, aunque sigue viviendo en Alemania tras abandonar Chile por vía terrestre.
Enterados de ello en Chile, las autoridades judiciales apuraron el tranco para solicitar la extradición de Hopp (que en la prensa alemana es llamado "el doctor de la secta"), cuya comparecencia en los tribunales chilenos es vital para cerrar algunos casos y para hacer realidad la condena de cinco años de cárcel que pesa sobre él. Por ello el martes 18 de octubre la Sala Penal de la Corte Suprema de Chile pidió a Alemania la extradición de Harmut Hopp.
Sin embargo, la Corte Suprema chilena apelará a otros tratados internacionales que buscan evitar que determinados crímenes queden impunes, e incluso a la misma Carta Fundamental de Alemania, que si bien deja en claro que no extraditará a ningún país a sus ciudadanos, abre una ventana en su artículo 19, según el texto presentado por la Corte Suprema chilena y donde se da curso a la solicitud que hiciera el 12 de agosto de 2011 el ministro en visita Jorge Zepeda.
El texto de la Corte Suprema de Chile dice que la Ley Fundamental alemana "sostiene que un derecho fundamental puede ser restringido por o en virtud de una ley, que deberá tener carácter general, en tanto que en el artículo 32 se contempla el desarrollo de las relaciones con los Estados extranjeros, como una preocupación de la Federación, la misma que ha intervenido en la suscripción de tratados internacionales que buscan evitar la impunidad de los autores de delitos que atentan contra toda la humanidad".
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