El presidente de la Comisión Nacional de Refugiados de Paraguay (Conare), Felipe Robertti, admitió que no se tomó en cuenta ninguna de las denuncias de la Justicia boliviana contra el suspendido gobernador del Departamento boliviano de Tarija, Mario Cossío, a quien le otorgó asilo político. El político altiplánico escapó de Bolivia a mediados de 2010 por ser investigado en 14 casos de corrupción durante su gobernación.
Según el periódico digital ERBOL de Bolivia, Robertti dijo que el pleno de "la Conare falló a favor de Cossío porque al momento ninguna de las denuncias tenía una sentencia ejecutoria emitida por un juez competente".
Sin embargo, el titular de la Conare señaló que Bolivia tiene derecho a pedir que se revoque el refugio otorgado a Cossío.
Por su parte, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, dijo que existe la posibilidad de que la Conare revoque el estatus de refugiado al ex gobernador de Tarija y descartó que el refugio político afecte las relaciones bilaterales con Bolivia.
Por otro lado, el vocero de la presidencia de Bolivia, Iván Canelas, acusó ayer al senador paraguayo Alfredo Jaegli y al director del periódico ABC, Aldo Zuccolillo, de ayudar a escapar de Bolivia al suspendido gobernador de Tarija y de ejercer presión política para conseguir su refugio.
Canelas presentó una publicación del diario La Nación del Paraguay del 7 de enero. Allí el senador Jaegli admitió que hizo presión con Zuccolillo para que el organismo responsable diera el permiso a Cossío de establecerse en ese país y evadir a la justicia boliviana.
Finalmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, consideró que Mario Cossío "no merecía la protección de Paraguay".
Sostuvo que el refugio es concedido cuando se trata de personas que son víctimas de "persecución política". Indicó que no es el caso porque Cossío tiene varios procesos legales pendientes en Bolivia.
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