La solidaridad es una palabra que no existe entre las empresas petroleras. Todas hacen leña de la británica BP, responsable del mayor derrame de petróleo en la historia
En las sesiones indagatorias del Congreso de los Estados Unidos, para discutir la tragedia del Golfo de México, los ejecutivos de Exxon, Chevron, Shell, entre otras multinacionales, coincidieron en que la marea negra era evitable, si se hubiesen respetado las normativas que se estipulan. O sea, ninguna le puso la fianza a la BP.
Según la agencia Reuter, el más duro fue el jefe de la Exxon, Rex Tillerson, quién acusó que los procedimientos utilizados por BP estaban lejos de los estándares de seguridad para perforaciones en mar profundo.,
“El que esté libre de pecados que lance la primera piedra“, fue la frase de Jesús para impedir que los fariseos apedrearan a una mujer adúltera.
Ninguna de las grandes petroleras del mundo está libre de pecados como para andar apedreando a una compañera.
Todas han ocasionando grandes accidentes en el planeta. Y nada aseguran que no lo sigan haciendo en el futuro.
Superaría ampliamente estas líneas entregar el total de tropelías que cometen a diario. Sólo a modo de ejemplo:
La estadounidense Chevron es responsable de la contaminación en la Amazonía ecuatoriana, a través de la Texaco, empresa adquirida por ella. Hoy enfrenta un juicio por 27 mil millones de dólares, acusada de contaminar las tierras y los ríos, envenenar el ganado y afectar la salud de las personas a través de perforaciones irresponsable en la selva tropical.
Chevron se caracteriza además por invertir en proyectos petroleros arenosos, el más sucio de los petróleos. Su extracción significa cinco veces más emisiones de CO2, que un proyecto normal, favoreciendo con ello la intensidad del llamado efecto invernadero.
El currículo ambiental de Total, la firma francesa tampoco es muy agradable.
En 1999, el hundimiento del tanque Erika, frente a las costas bretonas, produjo una marea negra de más de 20 mil toneladas de petróleo. A causa de la contaminación murieron miles de aves y animales marinos.
A eso se suman innumerables acusaciones de corrupción, apoyo a la dictadura militar en Burma, unido a violaciones de los derechos humanos. Coimas en Irak, en el llamado proyecto Petróleo por Alimentos. Negocios sucios en países como Sudan, Irán y Libia
La Exxon Mobil, de los Estados Unidos, que hoy levanta un dedo acusador, también tiene tejado de vidrio. Basta recordar la peste negra que ocasionó la Exxon Valdez en 1989. La segunda catástrofes ambiental petrolera más grande en la historia.
No es sin embargo, su único accidente. El 2006 infiltró bencina en las napas de agua de la localidad estadounidense de Jacksonville, debiendo pagar una multa de 150 millones de dólares.
Y para no buscar tan lejos, en enero de este año, vaciaron 1, 7 millones de litros de petróleos en el río Sabine que pasa junto a la ciudad Port Arthur, al este de Houston
Por supuesto, que todos estos hechos no mejoran la reputación de la BP de Gran Bretaña, responsable de la actual catástrofe en el Golfo de México.
Después de dos meses aún no es capaz de sellar el escape de petróleo
Al récord de hoy, suma el que ya tenía: la mayor multa en la historia por falta de seguridad en sus operaciones, que hace cinco años en una explosión, costó la vida de 15 trabajadores y dejó heridos a más de 150 en una refinería de Texas.
Más grave aún, son sus responsabilidades en violaciones a los derechos humanos en Colombia, donde indígenas denuncian la expulsión violenta e ilegal de sus tierras y acusan a la empresa de haber cometido por lo menos nueve mil asesinatos.
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