Por Walter Krohne
El ex presidente y candidato a la reelección en las últimas elecciones presidenciales de enero, Eduardo Frei Ruiz Tagle, se le ve solo y demuestra, por sus acciones y decisiones políticas, que carece de buenos asesores que lo puedan conducir en buena forma por el pedregoso camino de la política chilena.
Como senador, su imagen se ha deteriorado últimamente por adoptar una posición sin ningún sentido en el debate y votación sobre el financiamiento de la reconstrucción nacional. Negarse a todo sin aportar ninguna alternativa o intentar proponer algunas modificaciones a las iniciativas presentadas, parece totalmente fuera de lugar en el caso de una personalidad política que debería continuar por la senda del liderazgo.
Esta semana Frei ha sido fuertemente criticado por declaraciones que hizo en el programa de TVN “Estado Nacional” tras calificar negativamente la conducción del actual gobierno en el campo de las relaciones internacionales. Señaló específicamente a Ecuador diciendo que “la situación” con ese país “se ha deteriorado mucho”, supuestamente por mal manejo de la política exterior. Su referencia estuvo vinculada a un requerimiento voluntario que el Tribunal Internacional de La Haya le hizo a Quito para oír su opinión como país garante de los acuerdos limítrofes entre Chile y Perú de 1952 y 1954, motivo del diferendo de Perú contra Chile.
Hay que ser claro y objetivo en este aspecto, porque ciertamente en este punto la Cancillería chilena ha hecho todo lo que había que hacer en el corto tiempo que este Ministerio lleva trabajando bajo la conducción del nuevo secretario de estado Alfredo Moreno.
La situación de Ecuador, si declara o no en este conflicto, dependerá sólo de lo que decida el presidente Rafael Correa. Si Perú le entrega un documento firmado donde ratifica la plena vigencia de la frontera actual con Ecuador, como este país lo demanda, Correa por supuesto que no va a declarar. No tendría para que hacerlo si tiene en su poder un “papel” que le asegura paz y borra posibles conflictos futuros con su vecino con el cual ya ha tenido enfrentamientos militares. Y así lo dio a entender Correa el sábado pasado en su habitual informe radial sabatino en Quito.
Quizá este error de Frei se deba a falta de buena información o simplemente no se está manejando bien en esta temática, porque es muy raro que un ex presidente pueda entregar declaraciones con información alejada de la realidad.
El mismo o peor resultado crítico tuvieron sus palabras de que la Cancillería no se había coordinado lo suficientemente con autoridades chilenas opositoras que viajaron por distintos motivos a Ecuador, como la ex presidenta Michelle Bachelet y el presidente del Senado Jorge Pizarro. A ambos se les pidió expresamente que intervinieran, lo que fue publicado por la prensa santiaguina y como lo declaró el propio Canciller Moreno: “Quienes han viajado a Ecuador han contado con toda la información, han hablado incluso con el Presidente Correa, con todas las personas correspondientes", declaró.
¿Qué le pasa a Frei?
Tras su derrota en enero pasado guardó un largo y hermético silencio. Estuvo en el exterior dos veces, se ausentó de las actividades políticas de su partido y de la coalición de centroizquierda y tampoco estuvo presente en el “sísmico” cambio de mando ni en el último 21 de mayo cuando el presidente Piñera entregó su primer mensaje presidencial.
Sin embargo, de pronto cambia de opinión, abandona su ostracismo y comienza a recorrer canales de televisión, radioemisoras y diversas publicaciones, haciendo declaraciones, como si buscara un nuevo objetivo político que para todo el mundo es desconocido. Quizá deseaba encontrar un nuevo espacio en el renovado escenario político chileno, pero de pronto, con sus declaraciones del domingo. todo se desinfla otra vez.
El oficialismo tuvo que recordarle a un ex presidente de la República y actual senador, ex presidente del Senado y ex presidente y líder de la Democracia Cristiana que la política exterior es un tema-país en el cual tanto el oficialismo y la oposición deben actuar conjuntamente y en unidad.
Así la vocera de Gobierno, unos 35 años más joven que el ex mandatario, le pidió que “no rebajara la política internacional a una trinchera interna” y “quisiéramos que (Frei) esté a la altura de lo que es la relación internacional, especialmente porque es un ex Presidente”.
Peor aún lo que le dijo el senador UDI Hernán Larraín: Lo mejor es que Frei “haga lo mismo que hizo su colega suizo (el jugador de Suiza de apellido Frei): irse calladito.a los camarines”, porque más ayuda a Chile callado que diciendo leseras”.
Un ex presidente, con la trayectoria de Frei, no puede y no debe exponerse a estas respuestas que solo lo denigran. Hay que cuidarse.
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