El máximo líder de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entidad que realiza esta semana la Asamblea General, el portugués Antonio Guterres, dio a conocer en Nueva York los tres grandes males que hacen que nuestro mundo sea insostenible: la impunidad, la desigualdad y la incertidumbre que generan el cambio climático y una inteligencia artificial (IA) descontrolada.
Así Guterres envió este martes una
alerta mundial . "El estado de nuestro mundo es insostenible, no podemos
seguir así", declaró.
El debut del presidente argentino
Javier Milei, la ausencia del líder chino Xi y la discusión en torno
al conflicto en el Medio Oriente, fueron las características más
notorias de esta Asamblea anual.
Guterres señaló así los tres males mayores que afectan al mundo:
la impunidad, que se repite en todos los grandes conflictos actuales -en Gaza,
Líbano, Ucrania o Sudán-; la desigualdad, que se agrava cada vez más entre los
países y dentro de las fronteras de estos; y la incertidumbre que generan el
cambio climático y una inteligencia artificial (IA) descontrolada.
Como suele ser habitual en este
foro, el secretario general pasó revista a los mayores problemas mundiales, tanto
los derivados de las guerras y las divisiones geopolíticas como de las brechas
sociales y tecnológicas, y aunque dijo que "los retos a los que nos
enfrentamos no son irresolubles", su diagnóstico fue sombrío.
Países que violan la Carta de la ONU
Invadir otro país y devastar sociedades sin costo alguno; y lamentó que un número creciente de países sientan que pueden violar la carta de la ONU y las leyes internacionales humanitarias, "invadir otro país, devastar sociedades enteras o ignorar olímpicamente el bienestar de su propia población".
Dijo que esta actitud prepotente
se encuentra en el Medio Oriente, en el corazón de Europa y en el Cuerno de
África, y se detuvo especialmente en Gaza, donde la guerra ya va a cumplir un
año con un saldo devastador de 41.300 muertos palestinos.
Ahí lanzó una pregunta a Israel
(sin nombrarlo) y a la comunidad internacional sobre el futuro después de la
guerra.
"¿Cómo puede aceptar el mundo
el futuro de un Estado (Israel) que incluye un gran número de palestinos sin
ninguna libertad, derechos ni dignidad?", exclamó.
Nada justifica el castigo colectivo contra Gaza
Recordó luego que "nada puede justificar el castigo colectivo en Gaza". Y si en el pasado, durante la Guerra Fría, había líneas rojas, "uno siente que no existen hoy, ni tampoco tenemos un mundo unipolar", y definió el mundo actual como una especie de purgatorio "donde cada vez más países llenan los espacios de la división geopolítica y hacen lo que quieren sin rendición de cuentas".
Sobre la desigualdad, recordó que
"no es una cuestión técnica ni burocrática; en el fondo, es una cuestión
de poder con raíces históricas", y apuntó que en los últimos tiempos esto
se ha agravado, pues de entre los 75 países más pobres del mundo, dos tercios
están peor que hace cinco años; en este mismo periodo, los cinco hombres más
ricos del mundo han duplicado sus fortunas.
Un 43 % de las riquezas en manos
de un 1% de población y un 1% de habitantes del mundo posee el 43% de los
activos financieros del planeta y, sin embargo, en muchos países los gobiernos
dan regalos fiscales a grandes empresas y a los 'ultrarricos' que van en
detrimento de inversiones en salud, educación o protección social, criticó
Guterres en lo que pareció una alusión velada a Estados Unidos.
Los reacios al cambio
En cuanto a la IA, reconoció que
va a cambiar todo lo que conocemos, pero se preguntó en qué dirección:
"¿Hacia más libertad o hacia más conflicto?, ¿hacia un mundo más
sostenible, o una mayor desigualdad?, ¿a estar mejor informados, o a ser
manipulados con más facilidad?".
Advirtió contra un hecho
constatable, y es que unas pocas compañías han acumulado un enorme poder sobre
la IA sin la menor supervisión, y recordó que sólo un control global puede
evitar lo que llamó "la Gran Fractura".
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