Las opiniones del fin de semana
OBSTINACIÓN
Por Carlos Peña (*)
En su discurso del
jueves, apenas un par de horas después de conocerse la decisión del Tribunal
Constitucional, la Presidenta Bachelet reaccionó: "algunos quieren impedir
que cumpla mi palabra, no me conocen. Quieren frenar la gratuidad, no lo van a
lograr".
La reacción de la
Presidenta revela una verdad que se había insinuado y permanecido levemente
soterrada, pero que ahora sale a la luz y quizá sea la explicación de buena
parte de los tropiezos gubernamentales.
Se trata de un rasgo
de la personalidad presidencial: la obstinación.
La obstinación
(Herman Hesse escribió un texto en el que la elogia) consiste en obedecer al
"propio sentido". Equivale a lo que Max Weber (quien desconfía de
ella) llamaba convicción: el apego irrestricto a un cierto objetivo final con
desprecio de las consecuencias que se producen al perseguirlo a ciegas. El
obstinado (para usar el término de Hesse) o el convicto de un solo objetivo
(como diría Weber) cree que la única forma de medir el resultado final de su
acción es el logro de la meta que tiene a la vista. Frente al atractivo de
ella, enfrente de su seducción, la realidad se le estrecha, se encoge y todo lo
demás principia a importar poco o nada.
Al abrazar con
entusiasmo y con fervor la meta que persigue, la persona obstinada llega a
identificarse del todo con ella, y entonces sobreviene lo peor: los obstáculos
que detecta en la tosca realidad, las llamadas de atención acerca de los
probables tropiezos, las palabras que le aconsejan tolerar un cierto rodeo son
vividos como amenazas personales, como debilidad o defección, como desafíos a
la propia determinación.
¿Acaso no es eso lo
que le ocurre al Gobierno? ¿No tiene la Presidenta una voluntad obstinada que
fuerza a sus asesores y ministros a ponerse detrás de lo que ella persigue,
aunque el análisis racional aconsejaría esperar para tener éxito?
Solo así se explica
que mientras la ministra Delpiano, por ejemplo, plantea que es mejor postergar
la presentación de los proyectos de reforma a la educación superior, la Presidenta
ordene que, fuere cual fuere la circunstancia, esos proyectos (hasta ahora
inexistentes) se presenten en diciembre. Así se explica también la presentación
de la glosa de gratuidad sin que exista una previa definición del sistema de
educación superior que, a través de ella, se persigue instalar. Ambos casos -no
vale la pena ocultarlo- son resultados de la obstinación presidencial.
Lo anterior es muy
grave: el esfuerzo colectivo de la Nueva Mayoría se está transformando en un
asunto relativo al destino de la Presidenta; la adhesión al programa común, en
la fidelidad a la palabra de Michelle Bachelet, y el roce de la política, en el
deseo de perjudicarla.
No cabe duda, la
clave de lo que ocurre es la obstinación de la Presidenta: su voluntad como medida
de todo.
Herman Hesse ve en la
obstinación casi la máxima de las virtudes; pero él no está pensando en el
político, sino en el individuo. En la esfera política, quien tiene la razón es
Max Weber. El obstinado, o la obstinada, arriesga no ser una buena política. Al
reducir todo a una convicción que de tanto abrazarla casi se confunde con ella,
la personalidad obstinada olvida que la política es un quehacer colectivo (el
signo inequívoco de ese olvido es que comienza a emplear el "yo" más
de lo necesario, como lo acaba de hacer la Presidenta); que el programa es un
diseño racional (y no una simple palabra empeñada); que las coaliciones no son
lealtades hacia una personalidad, sino hacia un proyecto (un proyecto cuya
realización requiere compatibilizar voluntades), y que en democracia los
rivales simplemente cobran los errores (en vez de estar animados por el oscuro
propósito de frustrar a la Presidenta).
Los gobiernos
fracasan cuando los ciega el ideologismo; es decir, cuando un relato fantasioso
de la realidad los inunda; pero también fracasan cuando los asesores o los
ministros, por falta de carácter o por simple incompetencia, dejan que la
obstinación presidencial desplace a la deliberación.
(*) El Mercurio
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