FINANZAS-CHILE-¿UNA NUEVA RUTA FINANCIERA?-KRADIARIO
EL BANCO
CHINO-ASIÁTICO
Por Martín Poblete
Cuando a fines del 2013 los gobernantes chinos y sus
diplomáticos propusieron la creación de un banco de fomento, la idea básica
era corregir una percibida falta de representación asiática en las
instituciones creadas por los acuerdos de Bretton Woods, el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial; además, con sigilo, se dejaba deslizar de
manera implícita una segunda crítica: la falta de representación iba de la mano
de una marginación efectiva de los altos cargos ejecutivos de las instituciones
mencionadas. En términos de
prioridades, la nueva entidad parecía centrarse en financiamiento para el
desarrollo; a muy corto andar, tal vez para sorpresa de los gobernantes en
Beijing, los temas financieros encontraron su lugar en la agenda.
La modesta propuesta original encontró eco de inmediato en los países y
gobiernos del Lejano Oriente, con el
importante y pronto agregado de India; para sorpresa de muchos observadores,
hacia fines de 2014 se habían agregado Alemania, Corea del Sur, Francia, Japón
y el Reino Unido, llevando la membresía de la nueva entidad a cincuenta y ocho
a comienzos del presente año.
.
La idea
fundacional había crecido, ya no era solamente financiamiento del desarrollo y
crecimiento económico, aparecía también
una aspiración de tener una alternativa diferente respecto del Fondo Monetario
Internacional, y del Banco Internacional de
Ajustes y Conciliaciones (International Bank for Settlements) con sede
en Basilea, Suiza, en cuestiones de regulación financiera internacional; una contraparte con distinta sede geográfica
y, aparentemente, otra racionalidad.
La percepción en Beijing
y Delhi, motivada por sus propias
respectivas razones no siempre coincidentes, era que detrás de la fachada de
innegable profesionalismo a los mas
altos niveles de calidad y eficiencia,
las instituciones creadas en Bretton Woods y sus ejecutivos, activamente
promovían los intereses y las visiones geopolíticas de sus mas importantes
miembros. En este sentido, el recién
creado Banco Asiático de Infraestructura e Inversiones / Asian Infrastucture
Investment Bank AIIB, en su Acta
Fundacional de Acuerdos, incluye una explícita prohibición a sus miembros de
usar el Banco para influir en los asuntos internos, institucionales y
políticos, de los países con los cuales se tengan relaciones.
Aún cuando las instituciones financieras internacionales
originadas en Bretton Woods, y el recién creado AIIB, coinciden en reconocer
entre sus objetivos asegurar la estabilidad financiera global y promover el
crecimiento económico, el lenguaje del Acta Fundacional de la nueva
entidad pareciera buscar una cierta
neutralidad; dónde el FMI y el Banco
Mundial. especialmente después del fin de la Guerra Fría, parecen inclinados a propiciar los valores de
la democracia representativa, la racionalidad occidental de la gobernabilidad,
y el concepto neoliberal de la libertad de los mercados particularmente financieros,
el AIIB quiere ser explícitamente ajeno a esos objetivos. Dónde el FMI se ha erigido en defensor de la
ortodoxia monetarista a través de su privilegiada relación con los mas
importantes banqueros centrales occidentales,
el recién creado AIIB marca distancia de tales marcos de referencia.
Cuando hay dinero de por medio, el juego de intereses
nacionales y geopolíticos es inevitable;
Estados Unidos se abstuvo de formar parte del AIIB, peor aún,
emitió torpes advertencias entendidas como presiones a sus principales
aliados, para mantenerse fuera de la recién creada entidad financiera,
fracasando en sus intentos de limitar
desde un comienzo el marco operacional del AIIB.
.
Para Chile, algunos de cuyos mas significativos socios
comerciales son los principales países del Lejano Oriente, el AIIB es un
proyecto a observarse con atención, evaluando la conveniencia de solicitar
admisión en el futuro cercano según parezca de conveniencia a los intereses del país. Trabajo conjunto para Cancillería, Hacienda,
Banco Central, y eventualmente la Presidencia de la República.
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