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viernes, 9 de noviembre de 2012

NINGUNO DE LOS IMPLICADOS EN LA ESTAFA INVERLINK IRA A LA CÁRCEL 

SENTENCIA FINAL SE CONOCIÓ HOY


¿Pasará lo mismo con los autores de la estafa
en La Polar?

La Corte Suprema rechazó hoy el recurso de casación presentado en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago en el denominado caso "Inverlink-Banco Central", una de las aristas del proceso que investiga el ministro en visita Patricio Villarroel.

En fallo unánime, los ministros de la Segunda Sala: Milton Juica, Hugo Dolmestch, Héctor Carreño, Carlos Künsemüller y Juan Escobar, desestimaron la reclamación contra la resolución del tribunal de alzada, el que determinó las siguientes condenas:

- Pamela Andrada Díaz: 4 años de presidio, por su responsabilidad como autora del delito de cohecho, y 600 días de presidio por su responsabilidad como autora del delito de revelar información privilegiada, ilícito contemplado en la Ley de Valores.

Se le concedió el beneficio de la libertad vigilada y además, se le aplicó una pena de 5 años y un día de inhabilitación para cargos públicos y la devolución de la suma recibida como cohecho; esto es, aproximadamente $26.000.000.

- Enzo Bertinelli Villagra: 800 días de reclusión por su responsabilidad como autor del delito de cohecho, y 600 días de presidio por su responsabilidad como autor del delito de uso de información privilegiada. Se le concedió el beneficio de la remisión condicional. Además, se le aplicó una pena de 3 años y un día de inhabilitación absoluta para cargos públicos y una multa de $11.400.000 en beneficio fiscal.

-Pablo Schaffhauser Muñoz: 600 días de presidio por su responsabilidad en el delito de cohecho. Se le concedió el beneficio de la remisión condicional. Además, se le aplicó una pena de 3 años y un día de inhabilitación absoluta para cargos públicos y una multa de $11.400.000 en beneficio fiscal.

El cerebro del Grupo:
 Eduardo Monasterio
-Eduardo Monasterio Lara: 300 días de reclusión por su responsabilidad como autor del delito de cohecho. Además, se le aplicó una pena de 3 años y un día de inhabilitación absoluta para cargos públicos y una multa de $11.400.000 en beneficio fiscal. La pena se dio por cumplida por el tiempo que estuvo en prisión preventiva entre el 10 de marzo de 2003 y el 11 de marzo de 2004.

-Cristián Schultz Rosales y José Torres del Pino: 541 días de presidio por destrucción de datos de sistema informático, delito previsto en la ley que tipifica figuras penales relativas a la informática. Se le concedió el beneficio de la remisión condicional. Por el mismo periodo, se decretó la suspensión de cargo público a ambos.

En tanto, fueron absueltos de los cargos: Ignacio Wulf Hitschelf; Mónica Bahamondes Abarca; Carlos Berríos Mancilla; Carlos Rubilar Muñoz y Francisco Edwards Braun.

La gran estafa

El caso Inverlink data del año 2003 cuando se denunció que un alto accionista y ejecutivo del Grupo llamado “Inverlink Consultores” había sido acusado de adquirir mediante coimas. información privilegiada del Banco Central, operación en la cual se implicó a funcionarios del Banco Central, CORFO, Banco Santander, BBVA, SCOTIABANK, y hasta gente de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). El fraude provocó el derrumbe completo del pequeño imperio empresarial construido por Eduardo Monasterio y el mayor desfalco sufrido por CORFO en toda su historia; la paralización por una semana del mercado de capitales chileno; el deterioro de la confianza hacia las partes fiscalizadoras y la pérdida de los ahorros de miles de pequeños inversionistas.

El corazón de la financiera informal montada por Eduardo Monasterio era la corredora de bolsa Inverlink, manejada por Enzo Bertinelli. Esta compraba documentos (pagarés del Banco Central, certificados de depósito, letras hipotecarias y otros papeles) y también operaba con pactos de retrocompra, formales. Dado que la corredora estaba sometida a la fiscalización de la SVS, aquélla llevaba una contabilidad formal, donde sólo consideraba una parte de los flujos obtenidos. En tanto, el mayor caudal era traspasado a las cuentas de Inverlink Consultores, una sociedad cerrada, no fiscalizada por la SVS. Inverlink organizó una red de colaboradores en bancos, empresas e instituciones públicas, poniendo en duda la moralidad que se estila en las relaciones de negocios y en el mercado de valores. A medida que el grupo crecía eran más los empleados y ejecutivos que pasaban a engrosar las filas del cartel, corrompidos mediante coimas, regalos, sobresueldos y comisiones no tributables.

Cabe recordar también que como consecuencia de este caso se selló la salida del entonces presidente del Banco Central, Carlos Massad.

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