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domingo, 9 de agosto de 2015

COLUMNA DE CARLOS PEÑA-KRADIARIO

MANUEL CONTRERAS SEPÚLVEDA

Por Carlos Peña
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El viernes, casi a última hora, Manuel Contreras Sepúlveda brindó, mientras cumplía una sentencia de duración casi bíblica, su último suspiro. Con él desaparece la imagen de quien habitó las pesadillas de miles y miles de chilenos y realizó las fantasías de otros que hoy día, con mala conciencia, prefieren olvidarlas.

Para los seres comunes y corrientes -esos que pasan por la vida sin padecer daño grave ni causarlo-, la muerte es siempre un descanso, una forma de respiro propia y ajena. Para quienes en cambio hicieron del mal radical casi una vocación, el descanso, el reposo eterno, entregado a la custodia de los cercanos, al recuerdo de los hijos y los nietos, tiene un gran enemigo: la memoria.

 Es lo que ocurrirá a Manuel Contreras.

 A él le ocurrirá lo que predijo Cervantes: ¡Oh memoria, enemigo mortal de mi descanso!

Y es que la suerte futura de Manuel Contreras -la suerte de un finado siempre depende de la memoria que fue capaz de construir- está atada, de manera casi indisoluble, a las violaciones a los derechos humanos, un acontecimiento terrible que está hoy incorporado a la memoria colectiva. Manuel Contreras torturó, hizo desaparecer, y humilló hasta el límite de la imaginación a cientos de personas. Sin embargo, a diferencia de Eichmann -de quien Hanna Arendt dijo que carecía de cualquier profundidad-, Contreras no tuvo nada, o tuvo muy poco, de banal. Al contrario, él siempre poseyó una rara altivez para negar los hechos; pero, sobre todo, para insinuar que no tenía razón alguna para oponerse a que hubieran ocurrido. Nunca pretendió ser un mero funcionario que, sin reflexión y sin ira, cumplía órdenes. Nada de eso. Contreras siempre hizo suyos los motivos de los crímenes, solo que nunca reconoció haberlos cometido.

 Manuel Contreras será, por eso, una isla del tiempo.

Jan Assman, un escritor de asuntos teológicos, sostiene que toda cultura humana reposa sobre ciertos hitos que llegan a ser intemporales, acontecimientos que se elevan sobre el horizonte de la temporalidad y, desde esa altura, permiten ordenarla. Él llama a esos hitos "islas del tiempo", formaciones aisladas que escapan al transcurrir de los días y que, fuere cual fuere el número de ellos que transcurran, seguirán ahí, incólumes, mostrando a las generaciones un acontecimiento que separa las aguas de lo que vale la pena y lo que no.

 Eso es lo que pasará con el recuerdo de Manuel Contreras.

Él ayudará a erigir en la historia de Chile una isla del tiempo. Sus crímenes trazarán una línea clara y firme que, de aquí en adelante, no se podrá traspasar nunca más.

Esas islas del tiempo son una forma de custodiar la línea que divide lo que una sociedad considera digno de alcanzar y aquello que, en cambio, debe ser una y otra vez rechazado. Y para llevar a cabo la custodia de esa línea es imprescindible que la sociedad sea capaz de no ocultar esas islas del tiempo, esos eventos intemporales que no importa cuándo o dónde ocurrieron, pero que al mirarlos y recordarlos una y otra vez impiden que ella se extravíe.

¿Está la sociedad chilena en condiciones de erigirlas?

Hasta ahora la sociedad chilena parece haber desplazado hacia la modernización -su defensa o su crítica- toda la atención de la esfera pública. Y de esa manera arriesga, casi sin darse cuenta, el peligro de olvidar aquellas cosas de las que Manuel Contreras fue partícipe y cuya condena debe establecerse como una isla del tiempo, como un momento incólume al paso de los días, que recuerde que aquello que ocurrió no debiere, simplemente, ocurrir nunca más.

Suele creerse que la muerte priva de sentido a la vida; pero es al revés. Sin la muerte, ninguna cosa tendría cariz definitivo, todo sería redimible, y nada sería definitivamente malo. Al bajar la cortina en cambio, la muerte sella el transcurso de una vida, y, como suele decirse, pone punto final al guión que, con sus actos, escribía el viviente.

 Solo que hay muertes que no son, estrictamente hablando, un punto final.

Es el caso de Manuel Contreras Sepúlveda. Luego de su muerte no hay un punto final, sino dos puntos después de los cuales la sociedad a la que perteneció (porque no cabe olvidar que Contreras fue un miembro pleno, un hijo y un fruto, de la sociedad chilena) debe comenzar a dibujar una isla del tiempo.

(*) El autor es columnista permanente de El Mercurio.

BACHELET DEFIENDE LO CASI INDEFENDIBLE-KRADIARIO

BACHELET Y EDUCACIÓN GRATUITA:
 “A LO MEJOR NO LO VAMOS A PODER CUMPLIR”
Reacciones de Allamand y la oposición 

“Hay un escenario más estrecho desde el punto de vista económico, pero hay cuestiones que nos parecen trascendentales, que no se renuncia”. Sin embargo “no está en cuestión la gratuidad universal en educación. Lo que sí, a lo mejor, no lo vamos a poder cumplir en los seis años que dijimos, sino que demorará un poquito más. Ese es el tipo de ajuste, de realismo, pero la meta se mantiene”, dijo la Presidenta Michelle Bachelet en una entrevista con el diario La Tercera.

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En esa línea y pensando en un nuevo periodo de la coalición a pesar de los bajos niveles de aprobación de este Gobierno, Bachelet agregó que “para la Nueva Mayoría es importante que los cambios que se van haciendo puedan ser sostenibles en el tiempo y por eso es fundamental que pueda haber una proyección. Sin embargo, soy una convencida que en la democracia son los ciudadanos los que deciden”.
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"Hay personas que no quieren que haya cambios en este país, y eso es porque defienden determinados intereses, lo que es legítimo. Pero parece que algunos leyeron sólo la palabra ‘realismo’ y no escucharon el ‘sin renuncia’", añadió la mandataria.
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El Cónclave

Bachelet salió a responder los cuestionamientos que ha recibido luego del cónclave que tuvo su coalición el lunes 3 de agosto, críticas sobre la posible modificación a las propuestas principales de su llamado “segundo tiempo”, entre ellas la educación gratuita y la calidad universal.
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El cónclave de la Nueva Mayoría tuvo la participación de unas 140 personas, entre dirigentes del oficialismo, parlamentarios  y ministros de Estado.
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“Yo diría que el cónclave fue percibido por todos como muy exitoso, en el sentido de que aquí lo que necesitamos es avanzar unidos tras una hoja de ruta común y que estamos todos de acuerdo con aquello. Las redefiniciones tienen que ver con algunos elementos que han tomado mucha fuerza hoy, como -por ejemplo- la seguridad ciudadana”, dijo la mandataria.
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Agregó seguidamente que “estamos en un momento en que tenemos por un lado ciertas restricciones económicas, porque las estimaciones sobre las cuales se basó el programa de gobierno sin duda cambiaron. Nos quedan 32 meses, miremos todas las cosas que queremos hacer, cuáles vamos a alcanzar a realizar, cuáles son más importantes, cuáles imprescindibles y aquellas que se van a hacer, pero lo que tenemos que definir es la gradualidad”.
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Con respecto al llamado “segundo tiempo”, la mandataria  aclaró que "hay un escenario más estrecho desde el punto de vista económico, pero hay cuestiones que nos parecen trascendentales, que no se renuncia".

Realismo sin renuncia

Respecto del concepto 'realismo sin renuncia', la jefa de Estado declaró compartir "plenamente" con el escenario que los ministros Rodrigo Valdés y Jorge Burgos tienen, en el sentido de que tenemos que actuar de manera realista".
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"Realismo puede querer decir a veces ‘mira, esto que yo había dicho que iba a hacer, no se puede’. Pero tú puedes decir -por ejemplo- ‘mire, vamos a focalizarnos en 20 hospitales y si podemos hacemos más de 20’. Eso es realismo.
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En ese sentido, hay mucha interpretación, que no refleja para nada lo que pasó en el cónclave, para nada. Fue una conversación muy abierta, muy franca, con todos, y sin duda puede haber personas con puntos de vista diferentes, porque en la Nueva Mayoría hay matices. Sin embargo, yo diría que el cónclave fue percibido por todos como muy exitoso, en el sentido de que aquí lo que necesitamos es avanzar unidos tras una hoja de ruta común y que estamos todos de acuerdo con aquello", agregó Bachelet.
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Sobre la baja popularidad, la Presidenta reconoce que "no hemos sido capaces ni personal ni globalmente como gobierno, tal vez, de explicar de mejor forma de qué manera esos cambios van a ser beneficiosos en sus vidas. Por un lado, ha habido dificultades de comunicación, pero por otro, también de gestión de las reformas. A eso se suma la agudización de un fenómeno que en Chile se da hace ya algunos años, que es una tremenda desconfianza en los líderes políticos, en las instituciones, y que en esta ocasión también me ha afectado a mí".
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Caso Caval

"Los temas de la política y los negocios hicieron que al final todos seamos sospechosos de cualquier cosa", señaló Bachelet en referencia a lo ocurrido con el caso Caval.
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"Yo siempre he dialogado y escuchado. Eso no tiene nada que ver con los resultados de ninguna encuesta. Yo tengo dos encuestas, la que veo en los medios y la de la calle. Y en la calle, la gente me dice otras cosas. Y claro, una se pregunta si será que invitan sólo a los amigos, pero también estoy hablando de actividades en comunas donde los alcaldes no son de la Nueva Mayoría y la gente me pide que siga adelante", prosiguió.
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Asimismo, respondió a las críticas de algunos sectores de la Nueva Mayoría que reclamaron por la falta de un análisis económico durante el cónclave de la Nueva Mayoría: "En mi discurso inicial me referí al tema de la economía, pero el objetivo del cónclave no era hacer un seminario sobre economía. No era discutir las siete medidas para evitar el desempleo. Para eso hay otros espacios. El ministro se ha reunido con los partidos, ha sincerado claramente cuál es nuestro diagnóstico. El objetivo del cónclave era definir una hoja de ruta más bien política de los grandes elementos, donde la economía es importante, pero para definir cómo enmarcamos el conjunto de las tareas".
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"Imagino que muchos querían que dijera “vamos a retirar tal proyecto de ley y vamos a retirar tal otro”. Sé que hay gente que quiere eso. Hay gente que dijo el año pasado: ‘Presidenta: mate el programa, salve al gobierno’. Pero parece que algunos leyeron sólo la palabra ‘realismo’ y no escucharon el ‘sin renuncia’", insistió Bachelet.

El ajuste ministerial

Ante la pregunta de si el ajuste ministerial fue correctamente leído por la opinión pública, la mandataria respondió: "Los presidentes tomamos decisiones cuando creemos que hay momentos políticos o económicos que ameritan tener nuevas personas en esas responsabilidades. Me imagino que fue bien leído en el sentido de que los cuatro ministros del comité político son personas respetadas tanto en la Nueva Mayoría como en el mundo de la oposición y el empresariado. Ahora, si la lectura hubiera sido que los nuevos ministros llegaron para cambiar el rumbo que la Presidenta defina, hubiera sido una lectura equivocada, porque cada vez que tomo decisiones, lo converso con ellos. Todas las decisiones que tomo lo hago escuchando lo que dicen todos mis ministros y, por cierto, los del equipo político".
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Consultada por la posibilidad de un "giro al centro", Bachelet dejó en claro: "En inglés hay una expresión que se llama wishful  thinking (pensamiento ilusorio). Yo creo que era lo más parecido a un wishful  thinking, pero la verdad es que no quisiera colocarle un apellido, porque nuestro giro es y será siempre ciudadano. Era hacerse cargo de una nueva situación, que no es ni más de izquierda, ni más de centro, ni más de derecha. Es decir, “aquí estamos en una nueva situación política y económica”, entonces cuáles son las tareas más importantes, cómo priorizamos. El ministro Burgos y el ministro Valdés cuentan con toda mi confianza, al igual que los ministros Díaz y Eyzaguirre". Desestimó igualmente que la llegada a su gabinete de los ministros de Interior, Jorge Burgos, y de Hacienda, Rodrigo Valdés, implique un cambio de rumbo en su administración. lo que consideró como una simple "interpretación".
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La Mandataria también admitió que "ha hablado una vez" con los ex ministros Rodrigo Peñailillo y Alberto Arenas, y dijo que desconoce por qué el abogado del primero le sugirió no responder a determinadas preguntas durante el interrogatorio realizado por el Ministerio Público, especialmente las relacionadas con ella.

La ocho frases de Bachelet más destacadas de la entrevista

"Algunos leyeron sólo la palabra realismo, no escucharon el 'sin renuncia'"

"Si la lectura hubiera sido que los nuevos ministros llegaron para cambiar el rumbo que la Presidenta defina, hubiera sido una lectura equivocada"

"Yo creo que decir que aquí había un giro al centro del gobierno era lo más parecido a un wishful thinking" (pensamiento ilusorio).

"Puede haber cierta desafección, sin duda. No soy ingenua, sé que hay personas que me querrían más si tuviera la popularidad más alta"

"El objetivo del cónclave no era hacer un seminario sobre economía"

"Imagino que querían que dijera 'vamos a retirar tal proyecto de ley y vamos a retirar tal otro'"

"El cambio de gabinete fue muy duro, porque impactó a dos personas muy queridas para mí. Pero cuando se es Presidente hay valores superiores"
  
"Hay personas que no quieren que haya cambios en este país, y eso es porque defienden determinados intereses, lo que es legítimo".

Críticas de la oposición

El senador de RN Andrés Allamand, criticó este domingo la defensa que ha realizado la Presidenta Michelle Bachelet del proceso de reformas que impulsa su Gobierno y acusó "ceguera" por parte de la jefa de Estado. A través de su cuenta en Twitter, el ex precandidato presidencial sostuvo que "el peor ciego es el que no quiere ver", luego de que la Mandataria afirmara que la crisis política del país no ha sido generada por los cambios que impulsa su administración.
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Ayer, Allamand ya había advertido que existe un "vacío de conducción presidencial. Lo malo es que la Presidenta no conduce, y tampoco empodera a sus ministros. El problema aquí es la amenaza de 'un pie en el gobierno, otro en la calle'. Y el veto PC obliga a que toda decisión sea vaga y ambigua".
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Los dichos del parlamentario se suman de este modo a lo expresado por los principales líderes de la oposición, quienes respaldaron las expresiones del ex Presidente Sebastián Piñera, quien llamó al Gobierno a terminar con las "vaguedades" dejadas tras el cónclave oficialista.
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En la UDI, su presidente, Hernán Larraín, aseguró que el Gobierno se ha visto incapacitado de salir adelante por sus "prejuicios ideológicos" y dijo que el cónclave oficialista fue "una verdadera frustración, porque lejos de resolver la situación, la empeoró".
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En tanto, el presidente de RN, Cristián Monckeberg, aseguró que "en estos momentos se necesita liderazgo presidencial. Los ministros Burgos y Valdés -añadió- tratan de ordenar la casa, y el PC insiste en revolverla".
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El presidente de Evópoli, Felipe Kast, en tanto, sostuvo que "la pregunta que todo el mundo se hace es si este giro, que viene acompañado de los ministros Valdés y Burgos, va a contar con el apoyo de la Presidenta, o va a ser simplemente un adorno de nombre, un maquillaje".

sábado, 8 de agosto de 2015

MUERTE DEL MÁS GRANDE TORTURADOR-BBC-KRADIARIO

CHILE: MUERE MANUEL "MAMO" CONTRERAS, EL CEREBRO DE LA POLICÍA SECRETA DE PINOCHET

Por Constanza Hola Chamy
BBC Mundo

De los 529 años acumulados por condenas por violaciones de derechos humanos, Manuel "Mamo" Contreras no alcanzó a cumplir ni 25. Murió la noche del viernes, a los 86 años, con su grado de general del Ejército de Chile.
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Y son 529 sólo contando lo ratificado por la Corte Suprema chilena. En total, el exjefe de la División de Inteligencia Nacional (1973-1977) y mano derecha de Augusto Pinochet sumaba más de 1.000 años de condenas.
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Porque si en Chile "no se movía ni una hoja" sin que Pinochet supiera, como consignó el gobernante de facto alguna vez ante los medios, era gran parte gracias a la labor de Contreras, el ideólogo de su policía secreta.

Su misión fue "extirpar y eliminar el extremismo marxista", según sus propias palabras. Y para ello no escatimó en recursos, implementando un plan sistemático de violencia ejercida por el Estado que mató y desapareció a miles de personas durante el gobierno militar chileno. Avalado, en sus palabras, por las "órdenes que se me impartieron directamente por el presidente de la República", es decir, Pinochet.

Un modelo que exportó al resto de Latinoamérica a través de la Operación Cóndor, de la cual fue gestor y ejecutor. También fue un cercano colaborador de la CIA y planificó los atentados al exministro chileno Orlando Letelier en Washington y al general Carlos Prats en Argentina.

"Contreras fue uno de los genocidas más representativos de la dictadura militar", le dice a BBC Mundo Carmen Hertz, abogada y exdirectora de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, y querellante en varias causas.

Contreras murió repudiado por todos los sectores políticos

Manuel ContrerasIncluso el partido de extrema derecha chileno, la UDI, le dio la espalda en su lecho de muerte. "Uno quisiera que no muriera como un general", dijo su presidente Hernán Larraín a Radio Futuro, en medio de la polémica sobre si el ejército debía o no rendirle honores en su funeral.

El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, quien fue apresada y torturada por una patrulla de Contreras durante el gobierno de facto, zanjó pronto el tema: Contreras no era honorable.

Ni él ni ninguno de los violadores de derechos humanos, según un decreto publicado durante el primer gobierno de Bachelet y dado a conocer la semana pasada. Este prohíbe honores militares en los funerales de quienes hayan sido condenados a "sentencia ejecutoriada a pena aflictiva".

Miles de muertos

El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas chilenas dieron un golpe de Estado que derrocó al entonces presidente, el socialista Salvador Allende, líder de la Unidad Popular. Sólo entregarían el poder 17 años después.

Contreras fue la mano derecha de Pinochet en la DINA.

Contreras estaba en esa época a 100 kilómetros de Santiago, a cargo del regimiento Tejas Verdes. El lugar se haría tristemente célebre por ser uno de los principales centros de detención y tortura.

"Fue uno de los centros donde más crueldad y brutalidad se ejerció en contra de los partidarios del gobierno de Salvador Allende", explica Hertz.

Tres meses después del golpe, la Junta de Gobierno designó a Contreras como encargado de crear un organismo nacional de inteligencia. En junio de 1974, nacía oficialmente la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

En palabras simples, el principal objetivo de la DINA fue eliminar a los líderes de partidos y movimientos pertenecientes a la Unidad Popular.

"En 1974, la DINA eliminó a buena parte del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionario), en 1975 al Partido Socialista y en 1976 fue el turno del Partido Comunista", cuenta Hertz.

"Contreras era el amo y señor. Se reportaba sólo y directamente con Pinochet", asegura la abogada.

El propio Contreras no tenía problemas en contarlo. "La cúpula de la DINA era el presidente de la república", dijo en una entrevista con el canal estatal chileno TVN en 2005.

Según el informe de la Comisión Verdad y Reconciliación -o informe Rettig- más de 1.500 personas murieron en manos de la DINA bajo la dirección de Contreras.
Muy pocos de los dirigentes de los partidos de izquierda sobrevivieron a la persecución durante el régimen militar.
Pero a pesar de las múltiples causas y condenas en su contra, Contreras nunca reconoció las muertes.

"Lo niego", le respondió a CNN Chile en 2013 cuando, en su última entrevista televisada, fue consultado por la existencia de los Detenidos Desaparecidos.

Además, llegó a tachar a todos quienes declararon haber sido víctimas de tortura como "una tropa de mentirosos".

"Siempre consideró que el trato que se le daba, en cuanto a estar detenido o las condenas también, eran injustos. Nunca hubo una autocrítica, sino que el otro es el culpable", le cuenta a BBC Mundo el juez Mario Carroza, quien lo interrogó varias veces.

El padre de la Operación Cóndor

La influencia del Mamo se extendió bastante más allá de la cordillera de los Andes.

El militar había pasado en 1967 por la Escuela de las Américas, una academia de instrucción militar donde las fuerzas estadounidenses entrenaban a sus pares aliados latinoamericanos durante la Guerra Fría. 
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La Escuela de las Américas fue calificada como "la escuela de los dictadores" por el congresista Joseph Kennedy II, quien en 1994 dijo que "ha producido más dictadores y asesinos que ninguna otra en la historia del mundo".

En ella, Contreras conoció a varios oficiales estadounidenses con los que mantendría contacto más tarde debido a la estrecha cooperación de la CIA con la DINA.

También a varios colegas latinoamericanos con los que luego retomaría el vínculo en el marco de uno de sus principales proyectos: la Operación Cóndor.

A mediados de los 70, América Latina vivía el apogeo de los gobiernos de facto.

Y junto a otros regímenes militares, como el de Juan María Bordaberry en Uruguay, el de Ernesto Geisel en Brasil, los líderes castrenses establecieron una red latinoamericana de coordinación de operaciones de represión entre sus distintos equipos de inteligencia.

"Fue una verdadera globalización del terrorismo de Estado", asegura Hertz.

Según los documentos secretos descubiertos en Paraguay -conocidos como "Archivo del Terror"- la Operación Cóndor nació el 25 de noviembre de 1975 en una reunión secreta de los líderes de inteligencia, cuyo anfitrión fue el entonces general Manuel Contreras.

Y la CIA estuvo al tanto. Según el informe Hinchey, realizado por el Departamento de Estado de EE.UU. en 2000, la central de inteligencia estadounidense mantuvo entre 1974 y 1977 contacto con Contreras, "padre" de la operación Cóndor.

De hecho, el mismo informe establece la fecha oficial: "En octubre de 1976 (…), Contreras confirmó la existencia de Cóndor como una red de intercambio de inteligencia, pero negó que tuviera un papel en los asesinatos extrajudiciales".

El asesinato de Letelier y el quiebre con la CIA

Hasta 1976, Contreras había logrado posicionarse como la mano derecha de Pinochet.

Pero ese año ocurriría un evento que marcaría el principio del fin de la DINA: el atentado en Washington que terminó con la vida de Orlando Letelier.
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Pinochet dijo en más de una ocasión que Contreras era quien tomaba las decisiones en la DINA.
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Letelier, ministro y embajador del presidente Allende, murió en un atentado con auto bomba encargado por la DINA.

Uno de los líderes de la operación en Washington fue Michael Townley, a quien el propio Contreras señalaría posteriormente como vinculado al organismo de inteligencia estadounidense.

Pero la bomba puesta en el auto del diplomático chileno no sólo terminó con su vida y con la de su asistente, Ronni Moffit, sino también con la estrecha relación entre la CIA y Contreras.

"En ese momento, el posible papel de Contreras en el asesinato de Letelier se convirtió en un problema", expresa el informe Hinchey.

Un problema bastante importante, considerando que su primera condena, en 1993, fue como autor intelectual del asesinato de Orlando Letelier.

Contreras siempre aseguró que Letelier fue asesinado "por la CIA". Pero a pesar de que el rol de la agencia estadounidense en el atentado ha sido investigado tanto en EE.UU. como en Chile, nunca se ha probado un vínculo.

"No hay ninguna demostración de que la CIA haya estado involucrada", le confirmó a BBC Mundo el hijo de Orlando Letelier, Juan Pablo Letelier, en el contexto de un artículo sobre los vínculos de la CIA con los gobiernos latinoamericanos de esa época.

Lo que sí se sabe es que la relación entre el gobierno militar chileno y EE.UU. cambió radicalmente tras el atentado.

"Para Estados Unidos era inaceptable que le mataran gente dentro de su territorio. Su relación con el régimen militar chileno había sido relativamente cordial y amistosa. Pero después de lo de Letelier la relación cambió. Por pasarse de la raya, Pinochet perdió mucho", le asegura a BBC Mundo Patricio Navia, analista político de la Universidad de Nueva York (NYU, según sus siglas en inglés).

Pasado a retiro

Para 1977, la DINA había cumplido su objetivo inicial de exterminar a los grupos considerados terroristas y subversivos.

Pero en Estados Unidos las aguas estaban turbulentas para el gobierno chileno. La investigación por el asesinato de Letelier había arrojado pruebas contra dos agentes de la DINA: el estadounidense Michael Townley y el chileno Armando Fernández Larios.

Ese año Contreras es llamado a retiro y la DINA es reemplazada por la Central Nacional de Inteligencia (CNI).

Testimonios judiciales aseguran que el Mamo en persona se llevó los archivos secretos de la DINA referentes a la operación Letelier cuando dejó el cargo.

Un año después Estados Unidos pedía la extradición del propio Contreras. Pero no se movió de Chile.

"El año 78 cuando EE.UU. exige investigar el crimen de Orlando Letelier, Contreras se declaró con cáncer colono-rectal, certificado por el Hospital Militar", cuenta Hertz.

Luego de que Chile recuperara la democracia en 1990 y la justicia comenzara a investigar las violaciones a los derechos humanos, Contreras se convirtió en el foco de la atención.
Contreras se resistió a su arresto en 2005.
Su primera condena fue en 1993, por el asesinato de Letelier. Luego vinieron varias por casos tan emblemáticos como la Operación Colombo y el asesinato del general Carlos Prats.

Tratamiento VIP

Contreras terminó sus días en el Hospital Militar, donde estuvo internado desde septiembre de 2014.

Una de sus últimas declaraciones ante la justicia la realizó allí, ya internado, ante el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza, quien ha llevado causas emblemáticas de derechos humanos como Villa Grimaldi, Caso Quemados y la investigación por el presunto homicidio del poeta Pablo Neruda.

"Ya estaba mal, siendo dializado. Respondía con puros monosílabos. Incluso en algún momento se descompensó y lo tuvieron que atender", cuenta el magistrado en conversación con BBC Mundo.

Un panorama bastante distinto a cuando a principio de los 90 lo interrogó por primera vez.

Fue en el Regimiento de Telecomunicaciones, una instalación castrense habilitada para llevar a los primeros militares que, en esa época recién comenzaban a ser procesados por delitos cometidos durante el gobierno militar.

"Me llamó la atención lo bien que estaba. Tenía una cabaña para él solo, con máquinas para hacer ejercicio... era un trato muy deferente para una persona que estaba detenida".

El ministro recuerda que Contreras "conversaba bastante, en buenos términos siempre".
Videla y Pinochet. La estrecha relación entre gobiernos de facto en el Cono Sur se vio reflejada en la Operación Cóndor.
"Él siempre tenía muchas ganas de hablar. Pero de hablar lo que él quería", cuenta Carroza.

Contreras fue uno de los primeros escollos con que se encontró la democracia chilena para poder procesar a los violadores de derechos humanos.

El ejército todavía estaba comandado por Augusto Pinochet y una cárcel especial para los militares era parte del listado de exigencias para entregar "pacíficamente" el poder. No cumplir con dicha petición podía poner en peligro la renaciente y frágil democracia.

Así nació Punta Peuco, el penal especial para exmilitares y exagentes de Estado condenados por violaciones a los derechos humanos.

En 1995, año en que la Corte Suprema ratificó su condena por el asesinato de Letelier, Contreras fue trasladado al recientemente inaugurado penal y con los años sus privilegios se fueron aminorando, pero no extinguiendo.

Encontrón con Pinochet

El Mamo, eso sí, no estaba dispuesto a hacerse cargo de toda la responsabilidad de los organismos de represión.

La primera vez que Contreras aseguró que Pinochet no sólo sabía, sino que ordenaba todo lo que hacía la DINA fue en 2003, en el marco de una investigación sobre la Operación Cóndor.

"Como director ejecutivo de DINA, yo sólo recibí órdenes de parte del presidente de la República. La DINA tuvo la misión de extirpar y eliminar el extremismo marxista, cumpliendo al pie de la letra las órdenes que se me impartieron directamente por el presidente de la República, de quien dependía", dijo entonces Contreras.

Pinochet dijo en más de una ocasión que Contreras contaba con independencia para tomar las decisiones de la DINA.

Uno de los episodios más recordados de la relación pública entre ambos es el careo realizado en 2005.

"¡Usted mandaba la DINA, general, que quede claro de una vez!", le dijo Pinochet a Contreras.

"¡Sí, general, pero usted era el que ordenaba todo y eso también que quede claro!", le contestó su otrora subalterno.

Pinochet murió en 2006 en el Hospital Militar, sin enfrentar ninguna condena por violaciones a los derechos humanos.

LEER DEL ARCHIVO DE KRADIARIO EL 10-9-2013-EDICIÓN N° 870-KRADIARIO



“LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS ESTÁN
TODOS, HAY MIL EN EL CEMENTERIO GENERAL", 
DIJO EL EX JEFE DE LA DINA MANUEL 
CONTRERAS EN SU ÚLTIMA ENTREVISTA 


El general (r) del Ejército y ex director de la DINA, Manuel Contreras, dijo en una entrevista con CNN   (10 de septiembre de 2013) que “los detenidos desaparecidos están todos, hay mil en el Cementerio General, en los patios 9, 12, 24, 25, 26, 27, 28 y 29, en fosas comunes, que fueron entregados al Servicio Médico Legal”.
En la entrevista, la última,  afirmó además que “la DINA no lanzó cuerpos al mar” y negó haber torturado, acusando al Ejército de estas prácticas. La entrevista exclusiva con CNN se realizó en el penal Cordillera.

“No murió nadie en un centro de detención de la DINA (…) no me pregunte a mí. La DINA no tenía ni buques ni aviones ni helicópteros. Ninguno (de los detenidos) fue lanzado al mar, todos fueron llevados al Servicio Médico Legal”, sostuvo.
Consultado sobre los presos políticos ejecutados por uniformados, declaró que “no hay ninguna justificación (…) Yo no ordené jamás torturar, lo tenía prohibido (…) Yo no conocí la violación a los derechos humanos. Yo respondo por la DINA”.
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Asimismo, se refirió al reconocimiento del Ejército sobre que hubo crímenes de lesa humanidad, confesión realizada por el general (r) Juan Emilio Cheyre mientras fue comandante en jefe, asegurando que “Cheyre no hable mejor. Cheyre fue el destructor del Ejército, fue el traidor a los oficiales”.
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Contreras calificó a Cheyre como “cobarde”, diciendo que éste “nunca ha confesado lo que él hizo. Pregúntele a él, no a mí. Hay muchos testigos. Que él le diga qué hizo y que no hizo”.
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Además, el general (r) se refirió a la detención de Michelle Bachelet y Ángela Jeria, manifestando que esto se llevó a cabo por una orden directa que le dio Augusto Pinochet. Tras efectuarlo, aseveró que las llevó a la Academia de Guerra Aérea.
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Negó a su vez que la ex presidenta haya sido torturada, afirmando que “no es verdad lo que dice” Bachelet. "Tampoco estuvo presa en la Villa Grimaldi, es una mentira. Ella y su madre Angela Jeria fueron detenidas y llevadas a la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea", declaró Contreras.
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Asimismo, corroboró lo dicho por su hijo de que admira a Miguel Enríquez, quien como líder del MIR murió combatiendo en San Miguel contra las Fuerzas Armadas. “Murió como un hombre, combatiendo hasta el último momento, defendiendo a su mujer, no como el señor (Andrés Pascal) Allende, que lo único que le conocimos fue la espalda, nunca le conocimos la cara".
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Contreras, quen está condenado a cerca de 300 años de cárcel (hasta la fecha de la entrevista) por múltiples asesinados, desapariciones, torturas masivas y otros delitos dijo que era católico observante y que estaba seguro que después de muerto su alma se irá al cielo, "sin saber por ahora con quien podría encontrarse, con Pinochet o con Prats".
MUERTE DE MANUEL CONTRERAS-DICTADURA-DINA-KRADIARIO

CON LA DESAPARICIÓN DEL EX MILITAR MANUEL CONTRERAS TERMINA UN DRAMÁTICO CAPÍTULO EN LA HISTORIA CHILENA Y LATINOAMERICANA DE VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS 

Como jefe de la DINA
Dos años antes de morir
Pasada la última media  noche, el Hospital Militar entregó un comunicado oficial sobre el fallecimiento del ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, en el que indica que el deceso del oficial en retiro se produjo a las 22:20 horas de anoche en ese establecimiento asistencial ubicado en Santiago.

Previamente, Gendarmería había entregado otra comunicación en la que había fijado como hora del deceso las 22:30 y entregaba un detallado reporte sobre los problemas de salud que sufría el ex jefe del disuelto organismo de inteligencia.

Según el documento, Contreras sufría "enfermedad renal crónica en hemodiálisis, hipertensión arterial etapa II, colostomía en fosa ilíaca izquierda por antecedente de cáncer de recto, diabetes mellitus tipo 2" y "trombosis venosa profunda a repetición en extremidades inferiores".

A dichos problemas se sumaban "enfermedad diverticular del colon, depresión reactiva, síndrome doloroso cervical y lumbar crónico, artrosis de rodilla y mielodisplasia". Este último síndrome afecta a la capacidad de la médula para generar glóbulos rojos normales.

El texto de Gendarmería precisa que el militar en retiro cumplía 40 condenas a presidio en el momento de su fallecimiento, Sin embargo, otras fuentes como emol,com, señalan 59 condenas ejecutoriadas que sumaban 526 años de cárcel por delitos de secuestro, torturas, asociación ilícita y homicidio perpetrados durante la cruenta dictadura mlitar de Augusto Pinochet Ugarte.

El diario electrónico El Mostrador dio a conocer la muerte del ex militar asÍ: "A los 86 años de edad murió esta noche uno de los más salvajes represores de la dictadura del general Pinochet: Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, conocido como "El Mamo", falleció tras estar diez meses internado en el Hospital Militar. Contreras fue condenado por la Corte Suprema a cumplir 526 años de cárcel por 75 secuestros (como se trata de detenidos desaparecidos, no se puede acreditar el homicidio al no estar el cadáver), 3 homicidios, 2 delitos de asociación ilícita y 1 de sustracción de menores y estuvo cumpliendo condena en Punta Peuco, hasta que fue trasladado al Hospital Militar. En cifras, Manuel Contreras fue investigado por 8 jueces en un lapso de 11 años, entre 2004 y 2015. Si se suman todas las condenas, a saber, las que están resueltas en la Corte Suprema más las que están en la Corte de Apelaciones y las que aún se encuentran en primera instancia, el ex general totaliza 1104 años de presidio. Sin considerar, por cierto, las dos condenas a cadena perpetua".

Punta Peuco

El ex director de la Dirección Nacional de Inteligencia –DINA- cumplía sus condenas en el penal de Punta Peuco, en la comuna de Tiltil,  donde pasó 15 años, sumados también  los años que pasó en el penal militar de Cordillera.

Así, el también ex director de la Academia de Guerra lideró la lista de militares con mayor número de sentencias por violaciones a los derechos humanos, seguido por el coronel (r) Marcelo Moren Brito, quien sigue recluido en el penal de Punta Peuco.

La primera sentencia contra Contreras fue dictada en 1993 como autor intelectual del homicidio del ex canciller Orlando Letelier, ocurrido en Washington, Estados Unidos en 1978. En esa oportunidad, el ministro Adolfo Bañados lo condenó –junto al ex brigadier Pedro Espinoza- a siete años de cárcel, fallo que fue ratificado dos años después por la Corte Suprema, obligándolo a ingresar primero al penal Cordillera en Peñalolen, donde permeneció hasta que este recinto fue cerrado por el Presidente Sebastán Piñera el 26 de septiembre de 2013, pasando posteriormente a Punta Peuco junto con los otros presos Miguel Krassnoff, Jorge del Río, Marcelo Moren Brito, José Zara, Pedro Espinoza, César Manríquez, Hugo Salas, David Miranda y Odlanier Mena, este último se suicidó al encontrarse con  permiso de salida en su casa de Santiago el día del traslado de los presos.

Previo a esta decisión presidencial, la fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Santiago María Loreto Gutiérrez dio a conocer el informe de visita semestral al Penal Cordillera que estaba ubicado en Peñalolen, en el cual se reveló que los diez ex uniformados condenados por violaciones a los DD.HH. vivían en condiciones óptimas y lejos de una situación de condenados por graves delitos en cinco cabañas individuales "bien equipadas, que contaban con servicios higiénicos, duchas, agua caliente, luz natural y buena ventilación". Además los criminales tenían acceso a radio, música, televisión, lectura, actividades deportivas, estaban en contacto permanente con sus familias y asistidos por médicos, psicólogos, asistente social, tres paramédicos y un kinesiólogo. En caso de emergencia eran trasladados de inmediato al Hospital Militar".


Al comenzar los procesos en su contra Contreras, tras completar su condena por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier –luego de cinco años y tres meses en la cárcel, ya que se le computaron los meses que estuvo detenido en el proceso- en enero de 2001 abandonó el penal de Punta Peuco, pero pese a salir en libertad, debió permanecer con arresto domiciliario por su responsabilidad en el secuestro de David Silberman, hecho por el cual recibió una pena de 7 años en 2009.

En enero de 2005 -después que opusiera resistencia para acudir al Palacio de Tribunales a notificarse de su condena- fue obligado a ingresar al Penal de Punta Peuco a cumplir la sentencia de 12 años y un día por la desaparición del mirista Miguel Ángel Sandoval. Desde entonces, no volvió a salir de la cárcel y solamente lo hacía para acudir al Hospital Militar.

Contreras fue también condenado a 20 años de presidio por el crimen del ex comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert -ocurrido en Buenos Aires en 1974- , y por las torturas perpetradas en el centro de detención ilegal Tejas Verdes.

La última pena que recibió fue el pasado 30 de julio, cuando el máximo tribunal ratificó los trece años de cárcel por el homicidio de Víctor Villarroel Ganga en junio de 1974 y que forma parte de la denominada "Operación Colombo".

Sin embargo, el ex militar no alcanzó a ser condenado por otras 46 causas que están en instancias menores y por las cuales arriesgaba otros 578 años de cárcel.

Reacciones

Imagen foto_00000004El abogado Roberto Garretón, quien fuera jefe del área jurídica de la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura: "El legado que él deja es de un asesino cruel, sanguinario, odioso, mafioso, de primer nivel. No veo que homenaje se le podría dar (...) Cualquier gesto que demuestre un acto de solidaridad a un individuo como Manuel Contreras significa que no es un demócrata y que es un enemigo del pueblo chileno", dijo el jurista en El Diario de Cooperativa. Además, sostuvo que se trataba de un sujeto lleno de odio por haber llevado adelante la política represiva del dictador Augusto Pinochet. "Haber sido ejecutor de las políticas de Pinochet refleja a un tipo de muy mala calidad de vida, un tipo enfermo mental y moral lleno de odio. En Alemania nunca nadie le rindió homenajes cuando se suicidó el criminal Adolfo Hitler y nadie les ha rendido nunca más homenajes y los que intentan hacerlos son marginados de toda consideración pública", añadió.

Imagen foto_00000003La abogada Pamela Pereira, defensora de numerosas causas de víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura: "Es uno de los personajes más nefastos de la historia de Chile que ha tenido la sociedad chilena y creo que el impacto que produce la noticia dice relación con su historia, con su quehacer, con el daño que produjo en esta sociedad y por eso creo que también provoca esta tensión pública. Todas las familias que tienen a uno de los suyos como detenidos desaparecidos o aquellos que fueron asesinados, también toda la gente que fue víctima de la tortura, yo creo que va a ser importante para las nuevas generaciones no solo conocer el episodio que está ocurriendo ahora, si no que preguntarse cual es la historia y la trayectoria de los acontecimientos que ocurrieron, de tal manera que esta realidad no vuelva a ocurrir nunca más en la sociedad chilena", resaltó.

Héctor Salazar, otro abogado de casos de DD HH:  "En la persona de Manuel Contreras se resume un poco lo que fue esa etapa negra de la dictadura militar en términos de represión y de violación a los derechos humanos". Además, planteó interrogantes sobre el actuar del Ejército en el sentido de cómo esta institución "pudo formar a uno de sus miembros, hasta llegar al generalato, que pudiera llegar a cometer todos los delitos que se le imputaron y por los cuales se le condenó". "¿Como se forman nuestros oficiales? Eso es algo que en la sociedad chilena no sabemos, no sabemos esos jóvenes que entran para ser cadetes como se les forma y como se les educa. Lo que tenemos claro es que muchos de los que pasaron por ahí se vieron involucrados en tremendos delitos y uno tiene derecho a formularse esa pregunta", concluyó.

La oscura vida del ex militar

El principio del fin de Contreras al mando de la organización represiva DINA fue en septiembre de 1976, cuando una enorme detonación sacudió el área de Sheridan Circle, en Washington. El atentado que causó la muerte del ex canciller Letelier y su secretaria, Ronni Moffitt, fue una de las consecuencias de los contactos internacionales que el ex militar estableció en el exterior. Estos incluían organizaciones de cubanos anticastristas, grupos neofascistas de Italia -donde se cometió el grave ataque contra el dirigente DC Bernardo Leighton- y órganos de inteligencia latinoamericanos, estos últimos encuadrados en la llamada "Operación Cóndor".

El doble homicidio en Washington abrió una investigación liderada por el FBI y el fiscal Eugene Propper llevó a descubrir la implicación del ex agente Michael Townley. En 1978, tras tensas jornadas señaladas por la presión estadounidense en torno al caso, Contreras debió dejar su cargo en la DINA -organismo que luego fue sustituido por la Central Nacional de Informaciones (CNI)- y salió del Ejército en abril de 1980, ascendido a brigadier general.

El ahora oficial en retiro organizó empresas de seguridad y adquirió el fundo "Viejo Roble" en la zona de Fresia, en la Región de Los Lagos. Paralelamente, publicó textos en los que intentó justificar sus acciones en el clima de enfrentamiento y subversión que vivía Chile desde la década de 1970.

Sin embargo, la investigación por el caso Letelier, esta vez en Chile, siguió rondando al general (R). El 12 de noviembre de 1993, el ministro Adolfo Bañados lo condenó a siete años de cárcel por el homicidio del ex canciller, sentencia confirmada en mayo de 1995 por la Cuarta Sala de la Corte Suprema.

Tras mantenerse prácticamente "atrincherado" en su fundo, en medio de gran tensión política -"no voy a ir a ninguna cárcel", desafió Contreras -, finalmente fue trasladado al Hospital Naval de Talcahuano, un mes después de la decisión del máximo tribunal. Allí se le practicaron exámenes debido al cáncer que lo aquejaba.

Contreras, tras completar su condena por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier –luego de cinco años y tres meses en la cárcel, ya que se le computaron los meses que estuvo detenido en el proceso- en enero de 2001 abandonó el penal Cordillera, pero pese a salir en libertad, debió permanecer con arresto domiciliario por su responsabilidad en el secuestro de David Silberman, hecho por el cual recibió una pena de 7 años en 2009.

Instrucción militar

Tras realizar sus estudios primarios en Santiago y Osorno, Contreras ingresó a la Escuela Militar en 1944. En 1960 ingresó a la Academia de Guerra, donde tuvo buena relación con el joven capitán Augusto Pinochet. El contacto lo ayudaría a cimentar su carrera posterior.

Siete años más tarde, Contreras partió a Estados Unidos para recibir instrucción en Fort Benning, en Virginia. Eran los años en los que ardía la guerra en el Sudeste Asiático, y el oficial chileno se impregnó allí de los nuevos conceptos sobre "guerra irregular" y la acción antisubversiva.

De vuelta en el país, en 1969, se integró a la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes, unidad que terminaría por comandar y que cuatro años más tarde se transformó en el embrión de la principal organización de inteligencia y represión bajo el régimen militar.

El 11 de septiembre de 1973, Contreras puso en marcha un plan cuidadosamente preparado que llevó a los militares a tomar el completo control de San Antonio. Siete campos de prisioneros fueron organizados en esa zona, donde se registraron numerosos casos de tortura.

No terminaban ahí los planes del entonces coronel, quien en noviembre de ese año quedó al frente de la DINA. Desde su cuartel general situado en calle Belgrado, en Vicuña Mackenna -donde hoy se encuentra la sede de la FECh-, el oficial desencadenó una extensa y brutal represión contra partidos de izquierda que dejó como saldo más de 1.000 desaparecidos, según antecedentes recopilados más tarde por el Informe Rettig y la Vicaría de la Solidaridad.

El reporte de la Comisión Verdad y Reconciliación atribuye a ese organismo al menos 1.500 ejecuciones. Los cadáveres de las víctimas fueron sepultados clandestinamente o arrojados al mar desde helicópteros "Puma" del Ejército, amarrados a rieles.

Las unidades bajo el mando de la DINA llevaron a cabo cientos de secuestros y mantuvieron varios centros de detención en Santiago y distintos puntos del país, donde los prisioneros eran sometidos a crueles torturas y abusos.