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martes, 2 de junio de 2015

CUBA-EE UU-KRADIARIO

REGRESANDO A CUBA
Por Martín Poblete

Desde un comienzo, impulsados por los imperativos ineludibles de la geografía,  los Estados Unidos miraron con atención a la mayor de las islas del Caribe,  parecía un mercado natural en aquellos años de la expansión inicial  de la primera Revolución Industrial.
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El atractivo fue recíproco, los productores  americanos estaban considerablemente mas cerca  que los europeos,  ofrecían mejores condiciones de precios y servicio,  tomando posición de proveedores preferenciales de materiales de construcción, manufacturas diversas especialmente material rodante y locomotoras para los primeros ferrocarriles,  los caminos de hierro para el azúcar. Esta parte de la relación bilateral estuvo centrada en la ciudad de Filadelfia, la era de Miami tardaría mas de un siglo en llegar.

De otro lado, los cubanos adinerados encontraron útiles y accesibles los mercados financieros en la ciudad de Nueva York, varias prominentes familias cubanas adquirieron propiedades, hicieron inversiones, fueron bien acogidas estableciendo relaciones en los altos niveles de la sociedad neoyorquina, hasta el día de hoy.

En la segunda mitad del Siglo XIX, la Guerra de los Diez Años (1868-1878), el más importante alzamiento del criollaje oligárquico cubano  terrateniente  plantador, contra el poder colonial español, dejó la economía de la isla en ruinas especialmente dañada por la destrucción de los ingenios azucareros y sus instalaciones.   España carecía del capital para reconstruir la vital industria  azucarera, los inversionistas vinieron desde  los Estados Unidos trayendo dinero y acceso a un amplio mercado, estableciendo sociedades con los productores locales, esa relación de obvias implicancias políticas  duraría, con altibajos, ocho décadas.

La Guerra de Cuba terminó con el poder colonial español en la isla, dejando en su lugar  la presencia hegemónica  del poder de ocupación, Estados Unidos, cuyo condicionamiento de la naciente institucionalidad  cubana  quedó  establecido en la Constitución de 1901, remachado después en el Tratado Permanente de 1903 y su corolario, la Enmienda Platt, abriendo un período de mas de treinta años de efectivo protectorado americano sobre Cuba.

Todo el andamiaje construido a comienzos  del Siglo XX se vino abajo en el curso del año 1960, el gobierno revolucionario adoptó medidas económicas y sociales cuestionadas por el gobierno del Presidente Eisenhower, culminando en la imposición del embargo comercial y financiero todavía vigente seguido por la posterior ruptura de relaciones diplomáticas.    El régimen revolucionario y su líder, Fidel Castro, alinearon Cuba con la entonces Unión Soviética reforzando una situación antagónica en el marco de la Guerra Fría.   El masivo exilio  cubano se radicó mayoritariamente en el Estado de Florida, dando comienzo a la era de Miami con un liderazgo cubano-americano radicalmente opuesto al régimen revolucionario y su líder, a cualesquiera forma de acercamiento,  y a todo intento de revisar los términos impuestos por el embargo de 1960 y la Ley Helms-Burton de 1996.

Barack Obama es el undécimo Presidente americano en tratar con la situación de relaciones, o falta de ellas, con Cuba; a diferencia de sus antecesores, el Presidente Obama, con ayuda del Papa Francisco y del Cardenal Jaime Ortega, abordó seriamente el cambio de un marco diplomático y jurídico fracasado.   Al retirar a Cuba de la lista de países  patrocinadores del terrorismo,  Obama abre la puerta del pleno restablecimiento de relaciones diplomáticas, y cabe esperar a un amplio espectro de liberalizaciones posibles bajo su autoridad presidencial, sometiendo a prueba los nuevos espacios, y sus limitaciones, en este retorno de los Estados Unidos a Cuba terminando una drástica interrupción de cincuenta años    El embargo deberá esperar, la Ley Helms-Burton promulgada por el Presidente Bill Clinton lo sacó de la potestad presidencial, dejando su continuación o fin en manos del Congreso y sus variables mayorías.

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