CUBA-EE UU-KRADIARIO
REGRESANDO A CUBA
Por Martín Poblete
Desde un comienzo, impulsados por los imperativos
ineludibles de la geografía, los Estados
Unidos miraron con atención a la mayor de las islas del Caribe, parecía un mercado natural en aquellos años
de la expansión inicial de la primera
Revolución Industrial.
.
El atractivo fue recíproco, los productores americanos estaban considerablemente mas
cerca que los europeos, ofrecían mejores condiciones de precios y
servicio, tomando posición de
proveedores preferenciales de materiales de construcción, manufacturas diversas
especialmente material rodante y locomotoras para los primeros
ferrocarriles, los caminos de hierro
para el azúcar. Esta parte de la
relación bilateral estuvo centrada en la ciudad de Filadelfia, la era de Miami
tardaría mas de un siglo en llegar.
De otro lado, los cubanos adinerados encontraron útiles y
accesibles los mercados financieros en la ciudad de Nueva York, varias
prominentes familias cubanas adquirieron propiedades, hicieron inversiones,
fueron bien acogidas estableciendo relaciones en los altos niveles de la
sociedad neoyorquina, hasta el día de hoy.
En la segunda mitad del Siglo XIX, la Guerra de los Diez
Años (1868-1878), el más importante alzamiento del criollaje oligárquico
cubano terrateniente plantador, contra el poder colonial español,
dejó la economía de la isla en ruinas especialmente dañada por la destrucción
de los ingenios azucareros y sus instalaciones. España carecía del capital para reconstruir
la vital industria azucarera, los
inversionistas vinieron desde los
Estados Unidos trayendo dinero y acceso a un amplio mercado, estableciendo
sociedades con los productores locales, esa relación de obvias implicancias
políticas duraría, con altibajos, ocho
décadas.
La Guerra de Cuba terminó con el poder colonial español en
la isla, dejando en su lugar la
presencia hegemónica del poder de
ocupación, Estados Unidos, cuyo condicionamiento de la naciente
institucionalidad cubana quedó
establecido en la Constitución de 1901, remachado después en el Tratado
Permanente de 1903 y su corolario, la Enmienda Platt, abriendo un período de
mas de treinta años de efectivo protectorado americano sobre Cuba.
Todo el andamiaje construido a comienzos del Siglo XX se vino abajo en el curso del
año 1960, el gobierno revolucionario adoptó medidas económicas y sociales
cuestionadas por el gobierno del Presidente Eisenhower, culminando en la
imposición del embargo comercial y financiero todavía vigente seguido por la
posterior ruptura de relaciones diplomáticas.
El régimen revolucionario y su líder, Fidel Castro, alinearon Cuba con
la entonces Unión Soviética reforzando una situación antagónica en el marco de
la Guerra Fría. El masivo exilio cubano se radicó mayoritariamente en el
Estado de Florida, dando comienzo a la era de Miami con un liderazgo
cubano-americano radicalmente opuesto al régimen revolucionario y su líder, a
cualesquiera forma de acercamiento, y a
todo intento de revisar los términos impuestos por el embargo de 1960 y la Ley
Helms-Burton de 1996.
Barack Obama es el undécimo Presidente americano en tratar
con la situación de relaciones, o falta de ellas, con Cuba; a diferencia de sus
antecesores, el Presidente Obama, con ayuda del Papa Francisco y del Cardenal
Jaime Ortega, abordó seriamente el cambio de un marco diplomático y jurídico
fracasado. Al retirar a Cuba de la
lista de países patrocinadores del
terrorismo, Obama abre la puerta del pleno
restablecimiento de relaciones diplomáticas, y cabe esperar a un amplio
espectro de liberalizaciones posibles bajo su autoridad presidencial,
sometiendo a prueba los nuevos espacios, y sus limitaciones, en este retorno de
los Estados Unidos a Cuba terminando una drástica interrupción de cincuenta
años El embargo deberá esperar, la Ley
Helms-Burton promulgada por el Presidente Bill Clinton lo sacó de la potestad
presidencial, dejando su continuación o fin en manos del Congreso y sus
variables mayorías.
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