KRADIARIO

LA SEMANA TRÁGICA EN EL CERCANO ORIENTE Y EN UCRANIA

Por Martín Poblete

Los periodistas tienen una frase cuando un evento desplaza a otro del centro de atención:  la noticia mata a la noticia. La tragedia de otro vuelo de Malasia Airlines, esta vez MH 17, derribado por un misil tierra-aire mientras volaba sobre el este de Ucrania en ruta a Kuala Lumpur, empujò fuera de las pantallas y de las portadas la operación del ejército de Israel en Gaza; la invasión israelí de un territorio palestino es un evento cualitativamente mas importante, no ha  terminado, es un asunto en pleno desarrollo, pero por ahora los editores en los medios occidentales lo han relegado a segundo plano.

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La tragedia del vuelo MH17 pone de relieve los riesgos para toda expresión de vida civilizada, en fuerzas y grupos irregulares armados por las potencias interesadas  en sus servicios.  De la información disponible, puede inferirse un cierto grado de responsabilidad de Rusia por haber entregado esos misiles a fuerzas carentes de la disciplina de un ejército profesional; los aviones comerciales siguen rutas conocidas, fácilmente reconocibles por la altitud y velocidad a la cual vuelan, y por las características de los aviones  inscritas en los códigos de todos los radares, derribar uno de ellos es inexcusable. 

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Los paramilitares pro rusos en el este de Ucrania parecen interesados en dificultar las operaciones de investigación,  van surgiendo indicadores de intrusiones indebidas en el sitio dònde habrìa caìdo el avión, a la fecha se desconoce el destino de las cajas negras  esenciales para la investigación, equipos de expertos occidentales reclaman impedimentos arbitrarios a su labor.  En otra dimensión, en las cancillerìas occidentales se ha iniciado un maniobrar tendiente a usar el trágico incidente del vuelo MH17, como un instrumento en las presiones sobre Rusia  por su política en Crimea y Ucrania,  y en la conducta de su  líder Vladimir Putin.

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Tal como lo advertimos en nuestro artículo anterior en Kradiario, la invasión israelí de Gaza està resultando en numerosas muertes de inocentes civiles  palestinos, incluidos niños.    El ejército israelí es, en términos de equipamiento y poder de fuego, una extensión del ejército americano, lo mismo vale para su fuerza aérea equipada con caza-bombarderos F 16 y F 18; el impacto de ese poder lanzado contra población civil  era previsible, sin embargo ninguna de las partes en el conflicto parecen haber tenido la menor consideración  por el destino de los civiles desarmados no beligerantes.   

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A la fecha, los diversos medios occidentales reconocen mas de 400 palestinos muertos en Gaza, 80% de ellos civiles, eso da una relación de mas de cien palestinos por cada uno de los tres jóvenes israelíes encontrados asesinados el 12 de junio pasado.   Si el ansia de retribución y venganza ya podría darse por satisfecha, queda la cuestión del  objetivo propiamente tàctico, necesariamente la destrucción de Hamas como fuerza paramilitar efectiva en Gaza, lo cual implica la prolongación de la invasión y probablemente la ocupación israelí de Gaza por un tiempo prolongado, con el consecuente flujo de refugiados hacia Egipto.