ANÁLISIS DE EL MOSTRADOR SOBRE LA INTERPELACIÓN A PEÑAILILLO
Cómo Peñailillo preparó la interpelación y apostó a
construirse un perfil de “estadista” (*)
El acento que se jugó el titular del Interior al comparecer
ante la Cámara de Diputados fue mucho más allá de un impecable terno azul y
corbata a tono: utilizó un timbre de voz sereno que en todo momento dejó claro
que tenía control de la situación –al contrario de Edwards, que repitió ideas y
gritaba constantemente–, lo que quedó reflejado en el tenor de sus
afirmaciones, los puntos que quiso destacar y su planteamiento, en todo
momento, de que el conflicto mapuche es un tema de Estado.
El hombre fuerte de La Moneda y brazo
político de la Presidenta Michelle Bachelet, se preparó por semanas para esta
cita, trabajo que rindió frutos con el nítido perfil de estadista que lució en
el Congreso.
Ya la semana pasada en la sede del Ejecutivo y en el entorno
del ministro se explicaba que Peñailillo “se estaba preparando a full” en un
trabajo que tuvo varias etapas, una técnica y otra política, muy en el estilo
“mateo y estudioso” que se le conoce al jefe de gabinete.
La parte técnica pasó por estudiar durante días un
exhaustivo mapeo, con estadísticas detalladas de la zona en materia de
seguridad, sobre retenes, contingente policial, escuelas. En paralelo,
constantemente en Interior se recibían informes completos elaborados in situ en
la Región, elaborados por asesores del Ministerio, sobre el clima real de la
tensión política y el estado del traspaso de tierras.
En el gobierno hace días se comentaba que el ministro quería
marcar varios puntos: demostrar su manejo del tema, que “está encima” de lo que
pasa en La Araucanía desde el primer día y no por la interpelación, que hay “un
trabajo intenso en la zona” y, de paso, dejar en evidencia –explicaron en
Palacio– la utilización política del conflicto mapuche y del instrumento de las
interpelaciones.
“El ministro quiere marcar varios puntos políticos ese día”,
reconocían asesores en La Moneda, lo que quedó en evidencia durante la
interpelación: el blindaje absoluto al intendente Francisco Huenchumilla (DC),
con quien ya ha logrado –afirman– trabajar más directamente. Esto, porque –a
pesar de demostrar ser bien llevado a sus ideas y que se manda solo– la
autoridad regional “no se sale de la cancha definida” por la Presidenta
Bachelet para manejar el conflicto en la zona. Por esta razones fueron los
roces y tensiones que justamente mantuvo con el titular de Interior y el de
Justicia, José Antonio Gómez, cuando empezó a mostrar audacia y autonomía para
encarar el tema mapuche.
“El gobierno respalda totalmente al intendente Huenchumilla,
porque tiene un mandato, buscar la paz social”, dijo en la Sala de la Cámara.
Luego, agregó que “visitar a un mapuche en huelga de hambre es parte de la
tarea que tiene que realizar el intendente y lo seguirá haciendo” y remató el
punto cuando le enrostró a su interpelador, el diputado de RN José Manuel
Edwards, las declaraciones del senador de su propio partido y parlamentario de
la Región de La Araucanía, Alberto Espina, quien ha señalado en estos días que
“al intendente Huenchumilla hay que apoyarlo, porque está buscando una
solución”.
En La Moneda se vio la interpelación como una oportunidad,
según se zanjó en algunas reuniones preparatorias de Interior, la Segpres y
Secom los días previos, en las que nunca hubo preocupación por el diputado
Edwards en sí.
Hubo pasajes nítidos en la interpelación en que Peñailillo
mostró un buen manejo político.
“Cuando usted estaba en el gobierno y enfrentó a La
Araucanía todo lo que podían, yo le quiero pedir una explicación a esa
coalición que fue gobierno: por qué aumentaron en 67% los hechos de violencia
en La Araucanía. Nosotros estamos buscando una solución de fondo, un mandato
muy claro (…). Recibimos la Región de La Araucanía en una situación muy
complicada, con muchos atentados en el mes de enero. Lo que ustedes hicieron
(en el gobierno de Piñera) no resultó, fue un rotundo fracaso. Lo que pido es
que pensemos en conjunto una solución para la región, que de verdad permita
mirarnos a los ojos entre todos. Y no le quepa duda, todas las autoridades se
rigen bajo el Estado de derecho”, recalcó.
El acento que se jugó Peñailillo en la interpelación fue
mucho más allá de un impecable terno azul y corbata a tono: utilizó un timbre
de voz sereno que en todo momento dejó claro que tenía control de la situación
–al contrario de Edwards, que repitió ideas y gritaba constantemente–, lo que
quedó reflejado en el tenor de sus afirmaciones, los puntos que quiso destacar
y su planteamiento en todo momento de que el conflicto mapuche es un tema de
Estado.
“Este no es un tema de un gobierno ‘A’ a un gobierno ‘B’.
Esta es una discusión que tenemos que dar entre todos los chilenos y los
pueblos indígenas para buscar una solución, como lo han hecho muchos países del
mundo. Pero para eso se necesita voluntad de diálogo. Yo invito a debatir un
poco más de fondo (…). No sigamos con políticas que se probaron ya en los
cuatro años anteriores y fracasaron rotundamente. Yo espero que podamos ocupar
este espacio para pensar en todos”, dijo.
Lo mismo sobre la polémica Ley Antiterrorista. “Hay que
hacerle modificaciones importantes y la vamos a llevar a estándares
internacionales con un comité de expertos de todos los sectores políticos,
cumpliendo con el mandato de la ONU. Nosotros no la vamos a ocupar para
resolver conflictos sociales, para eso no está hecha la ley. Queremos que
cuando haya algún delito terrorista apliquemos el mejor instrumento, y en el
caso del Metro nosotros vamos a lograr demostrar que estas personas
efectivamente quisieron lograr temor entre las personas que viajaban en el
Metro”, sentenció.
Remató con una afirmación: “Lo que no vamos a hacer es lo
que se hizo en los últimos cuatro años, prometer y no cumplir; aumentó la
violencia, recibimos la Región de La Araucanía en una compleja situación”.
El despliegue estilo estadista que pretende Peñailillo no es
un elemento menor. Sí, es el jefe del gabinete, el conductor de las riendas
políticas del gobierno y, en ese sentido, dicho papel salió reforzado en
términos de imagen tras su comparecencia este jueves ante la Cámara, tanto por
su rendimiento como por tratar de demostrar en todo momento que está al frente
de una coalición alineada. Esta misma semana Peñailillo ha debido enfrentar la
soterrada pugna con el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, cartera desde
donde lo acusan de tratar de remarcar su rol de jefe político construyendo en
los medios la idea de que tiene “intervenido” dicho Ministerio con hombres de
su confianza. Desde el Mineduc recalcan justamente que ha buscado construir su
aura de poder en la lógica de control de sus pares, pero que no ha operado para
contener lo que consideran el verdadero problema político de la Nueva Mayoría,
que sería la oposición interna que ejerce el presidente de la DC, Ignacio
Walker, junto a otros senadores de ese partido, y que horada el programa
reformista de la Presidenta Bachelet.
Pero ese mismo perfil exhibido hoy inevitablemente aumenta
ese “aire” presidenciable que rodea a Peñailillo con miras al 2017, ya que si
bien es un tema del que no se habla pública ni abiertamente en el gobierno,
está instalado ya. Todos miran las encuestas, que en estos cuatro meses le han
favorecido. Moros y cristianos han alabado su buen desempeño como ministro del
Interior –incluso la propia derecha más allá de la interpelación– y, por lo
mismo, se le considera una de las sorpresas del equipo ministerial.
En La Moneda se da por cerrado el capítulo de la
interpelación con cifras azules. El vocero de La Moneda, Álvaro Elizalde, dijo,
al terminar la interpelación, que esta tuvo un “efecto búmeran” para la
derecha, porque lo único que lograron fue que quedaran en evidencia –en voz del
ministro Peñailillo– todos los compromisos no cumplidos durante el gobierno del
ex Presidente Sebastián Piñera.
(*) - Escrito por Marcela Jiménez.
Frustración en la oposición
Contrariamente a la exitosa presentación del Jefe del Gabinete, el diputado José Manuel Edwards (RN) dijo estar "muy
frustrado" luego de escuchar al secretario de Estado, acusando que éste no
respondió a sus preguntas sino que "vino a hablar de cualquier cosa".
Así, el legislador explicó que durante la sesión en la
Cámara "le pedimos que se comprometiera con los pueblos originarios y no
lo hizo, le pedimos que se comprometiera con las víctimas y no lo hizo, le
pedimos que diera señales correctas de apoyo al trabajo de los fiscales y de
que no es razonable ir a visitar a un asesino antes que a la víctima y no lo
obtuvimos".
"Estoy frustrado
también porque el ministro tampoco vino a responder, él vino simplemente
a hablar de cualquier cosa, sin ninguna relación con la pregunta que se le
hacía", enfatizó Edwards.
Con ello, el parlamentario de RN manifestó que parece que
"para el ministro las víctimas son menos importantes que los victimarios,
que los delincuentes. Creo que el ministro todavía no entiende que una persona
de Santiago vale lo mismo que una persona de Temuco, que si se pone una bomba
en un metro en Santiago tiene aplicarse todo el rigor de la ley, sí, pero
también debe aplicarse todo el rigor de la ley cuando se descarrila un tren en
Temuco".
El diputado interpelador al igual que el jefe de la bancada
de su partido, Nicolás Monckeberg, y su par de la UDI Gustavo Hasbún,
insistieron en que Peñailillo no adquirió ningún compromiso concreto con la
zona.
"Nos parece que la interpelación fue muy bien
conducida, nos habría gustado que así como habían buenas preguntas, hubiesen
habido buenas respuestas, porque si tuviésemos que escribir un discurso
retórico o una frase de poesía probablemente el ministro del Interior habría
sacado muchos premios, pero lo que queríamos hoy no eran palabras bonitas sino
compromisos", acotó Monckeberg.
En esa misma línea, el diputado Hasbún aseguró que "ha
quedado demostrado que el ministro no tiene ninguna propuesta, no existe
ninguna planificación que asegure y que garantice que va a terminar con la
violencia en La Araucanía, solo se ha hablado de buscar soluciones en el
mediano y largo plazo".
Pero, preocupado de verse bien y "estadista", Peñailillo no cumple lo prometido al pueblo y a los presos políticos Mapuche:
ResponderBorrarPersiste la represión contra comunidades, balos y escopetazos,
No se respeta el Convenio 169 de la OIT Y, SIN EMBARGO SE USA UN DECRETO 66 que impide la participación en sus asuntos.
El ministro de Justicia prometió revisar los juicios basados en montaje de los jóvenes en huelga de hambre y no lo hizo
Lo mismo sucede con el maltrato de los presos y el traslado a un centro de estudio y trabajo para que estos jóvenes que llevan años detenidos inmoralmente no sigan eternamente presos por la simple razón de ser Mapuche
Tampoco han cumplido en establecer las instancias de negociación directa
La militarización de la Araucanía no para
La reposición de la Ley anti- terrorista es una movida represiva para tranquilizar a la ultra derecha
Y nada ocurre en los proyectos para mejorar las condiciones de salud, educación, apoyo técnico y financiero al pueblo Mapuche
Se pusieron nuevamente en marcha dos proyectos hidroeléctricos que fueron suspendidos por el gobierno anterior
En realidad, la verdadera interpelación es la que le hace el pueblo Mapuche y a los que no se digna responder (ver diario Electrónico de Radio U de Chile, con notas de entrevista a Aucán Huilcaman y de otra sobré "interpelación Mapuche"
No basta que se preocupe de "su estilo, pinta de estadista o del color del terno": Debe responder a lo prometido, es decir respetar al Mapuche y no prepararse para las próximas elecciones!!