La columna del periodista Fernández
Aldeanos y turistas depositarán alguna
ofrenda floral junto a la tumba de Neftalí Reyes Basoalto, nombre real del
poeta que cantó al amor, a la revolución y las cosas más elementales como el
aire y la cebolla, al cumplirse este sábado 110 años de su nacimiento.
La ciudad campesina de Parral, 350 kms. al
sur de Santiago, vio nacer al autor de los "Veinte Poemas de Amor y una
Canción Desesperada", para acompañar los sueños de los enamorados en los
cuatro puntos cardinales y los distintos idiomas del planeta. Entre la
publicación de aquel primer libro, en 1924, y el "Canto General", en
1950, hay un salto en la obra de Neruda que lo lleva del romanticismo al
surrealismo y de la búsqueda de la belleza a un compromiso humanista.
Fue en España, mientras se desempeña como
cónsul en tiempos de la Guerra Civil, donde surgen sus inquietudes sociales, al
conocer a la pintora e intelectual argentina Delia del Carril (“La Hormiguita”),
20 años mayor que él y miembro activa del Partido Comunista. Ella se convierte en
su segunda esposa y lo impulsa a comprometerse con la causa republicana, Neruda
escribe los versos de "España en el Corazón" y reemplaza las
metáforas románticas por violentos disparos verbales contra los partidarios del
general Francisco Franco. Los califica como "chacales que el chacal
rechazaría, piedras que el cardo seco mordería escupiendo, víboras que las
víboras odiarían".
Instalado en París, organiza en 1939 el viaje
a Chile de más de 2.000 refugiados españoles, que llegan al puerto de
Valparaíso, a bordo del barco "Winnipeg" para iniciar una nueva vida.
Corría 1948 y después de retornar a Chile
Neruda es elegido senador. Sin embargo el presidente Gabriel González Videla
rompe con el Partido Comunista y lo declara fuera de la ley (*). El poeta entonces
se sumerge en la clandestinidad, mientras los diarios publican grandes
titulares para informar que "se busca a Neruda por todo el país". No
le queda otro camino que escapar. Y junto con dos amigos y tres arrieros, cruza
a caballo las montañas de la Cordillera de Los Andes, en febrero de 1949, para refugiarse
en Argentina, primera escala de un exilio por tierras americanas, europeas y
asiáticas.
En en el duro exilio que se prolongaría durante
cuatro años, cuando nacen los primeros versos del "Canto General", su
extenso poema épico sobre el pasado y presente del hombre americano.
"Es extenso como un buen fragmento del
tiempo -dijo Neruda años más tarde- y en él hay sombra y luz a la vez, porque
yo me proponía que abarcara el espacio mayor en que se mueven, crean, trabajan
y perecen las vidas y los pueblos".
El escritor y periodista José Miguel Varas,
amigo y colaborador del poeta, cuenta en una de sus crónicas que un ejemplar
del “Canto General”, editado en forma clandestina, llegó a manos de su creador
cuando participaba en París en un homenaje al pintor español Pablo Picasso, por
haber recibido el Premio Stalin. Neruda, por supuesto, fue uno de los oradores.
“Contó con mucha emoción cómo se había editado el libro en Chile. Los
asistentes se pusieron de pie y prorrumpieron en aplausos y ovaciones cuando el
poeta chileno solemnemente regaló el libro a Picasso", agrega el escritor.
El pintor homenajeado alzó el ejemplar para
que todos lo vieran, entre nuevas oleadas de aplausos. Cuando terminó el acto el
poeta se acercó a Picasso y sorpresivamente le arrebató el libro. El pintor lo
miró atónito, con los ojos muy abiertos, pero Neruda se limitó a decir:
"Es el único ejemplar que tengo…”. Y recuperó el valioso volumen.
.
Es ésta una de las facetas desconocidas del carácter humorístico y a veces infantil del poeta que fue candidato a la Presidencia en 1969 y retiró su postulación para apoyar a Salvador Allende. Cuando su amigo fue elegido presidente, el 4 de septiembre de 1970, Neruda volvió a París esta vez como embajador y al año siguiente ganó el Premio Nobel de Literatura.
.
Es ésta una de las facetas desconocidas del carácter humorístico y a veces infantil del poeta que fue candidato a la Presidencia en 1969 y retiró su postulación para apoyar a Salvador Allende. Cuando su amigo fue elegido presidente, el 4 de septiembre de 1970, Neruda volvió a París esta vez como embajador y al año siguiente ganó el Premio Nobel de Literatura.
De regreso en Chile y enfermo de cáncer, el
poeta de 69 años se refugió en Isla Negra junto a su tercera esposa, Matilde
Urrutia. Cuando la violencia del golpe de Pinochet se extendió por el país, su casa
en Santiago fue saqueada y una patrulla militar llegó hasta su refugio junto al
mar. Los soldados traían una orden de allanamiento. La leyenda cuenta que
buscaban armas. Y entonces, desde su lecho de enfermo y con su voz cadenciosa
de siempre, Neruda les reveló su secreto:
- Mi única arma es… la poesía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario