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martes, 5 de noviembre de 2013

5-11-13-KRADIARIO-877

Introducción llama a levantarse contra la opresión y la injusticia

ROXANA YA TIENE PROGRAMA PARA SU GOBIERNO 
DEL PUEBLO
A menos de dos semanas de las elecciones, la candidata presidencial del Partido Igualdad, Roxana Miranda, presentó su programa de Gobierno, el cual detalló como “sencillo, aterrizado y sin tecnicismos, muy distinto al de algunos de mis contendores”.
El encargado de la redacción del texto fue Daniel Giménez, quien colocó los “términos elevados”, y a la vez, “los aterrizó a propuestas concretas y simples”, especificó Miranda.
Giménez expresó que el documento que mostró orgullosa la abanderada de Igualdad, es el primero que “se crea y se funda desde las organizaciones sociales como una propuesta anticapitalista”.
El ideólogo puntualizó que las iniciativas de Miranda “sintetizan toda la reflexión de la práctica social”.

Cuatro ejes


El programa de la postulante a la presidencia, compuesto de 125 páginas, enfocó en 4 grandes capítulos sus principales reformas para su eventual gobierno. “Superación del capitalismo”, “Que el pueblo mande”, “Recuperación de nuestros derechos” y “El buen vivir” son los ejes de la dirigente vecinal.

En su introducción la candidata y el Partido Igualdad declara lo siguiente:

Con mucho orgullo les presento nuestra propuesta para iniciar durante los próximos cuatro años la transformación profunda de Chile, el mapa que orientará el gobierno que entre todos nosotros y todas nosotras realizaremos a partir del 11 de marzo de 2014. El proyecto contenido en este programa no ha bajado de las nubes o del cielo académico.Tampoco ha sido creado por iluminados que, encerrados en cuatro paredes, ven el futuro y lo que es mejor para todos y todas. En este documento resumimos nuestra visión de una sociedad mejor, pero también sintetizamos años de trabajo en las bases y todo lo que personas comunes y corrientes como ustedes y como yo hemos aprendido en la resistencia y lucha contra políticas públicas sin sentido común pero con mucha, muchísima inclinación hacia los poderosos. Es, por lo tanto, un programa plebeyo, del pueblo que se despierta y empieza a organizarse para luchar por un país mejor.

El país que hemos dibujado en estas páginas es el que queremos construir en los próximos años: un país justo e igualitario, sin explotación ni abusos, gobernado por el pueblo, que, garantizando nuestros derechos más fundamentales, permita que nos desarrollemos como personas plenas, en armonía con la naturaleza e incluyendo a todas las comunidades y los pueblos que hacen rico y diverso a éste.

Este 2013 los pueblos de Chile enfrentarán uno de los dilemas más importantes de su historia. Deberán optar entre dos alternativas de país opuestas e irreconciliables, con futuros radicalmente distintos. La primera alternativa es prolongar en el tiempo el Chile que vivimos hoy, ése que nos obliga a sufrir y hacer magia para llegar a fin de mes; a humillarnos ante las grandes tiendas por no poder pagar las cuotas de sus tarjetas que hemos empezado a usar porque nuestros míseros salarios simplemente no alcanzan; a cometer la injusticia de tener que elegir a cuál de nuestros hijos o nuestras hijas mandamos a la universidad porque el sistema no permite que nos esclavicemos con deudas para que vayan todos y todas; a tener que aguantar la usura de empresas y bancos que se hacen ricos rematando nuestras viviendas sociales que el Estado nos obliga a pagar a precio de departamento en Providencia o Las Condes; a no poder hacer nada cuando nuestros niños y niñas, con uniforme y todo, son brutalmente golpeados y golpeadas por la fuerza pública por el simple hecho de demandar un pase escolar para todo el año; a sufrir diariamente ese Transantiago pensado, diseñado e implementado por personas que no tienen ni la más remota idea de lo que es sufrir un viaje en transporte público desde nuestras poblaciones sin pavimento hasta nuestros lugares de trabajo, donde más encima nos explotan; a que se nos trate indignamente ofreciéndonos limosnas de 40 mil pesos al año para mantenernos de rodillas aliviando nuestro padecimiento diario con analgésicos; en fin, a vivir el abuso cotidiano que desde hace dos siglos, pero con especial intensidad desde los últimos cuarenta años, nos impone una sociedad que sólo se puede sostener en base a la opresión, el abuso, la brutal desigualdad y todas las injusticias habidas y por haber.

La otra alternativa es sumarse a Guacolda y Lautaro, a Caupolicán y Fresia, a ManuelRodríguez y Francisco Bilbao, a Emilio Recabarren y Elena Caffarena, a Clotario Blest, Rodrigo Cisternas y Matías Catrileo, a todos los luchadores anónimos y las luchadoras anónimas que, en sus respectivos tiempos y con los medios a su alcance, optaron por levantarse contra la opresión y la injusticia y dar la lucha por una sociedad mejor. Este 2013 los pueblos de Chile podemos decir “¡Basta!” y poner fin a siglos de dolor, saqueo, explotación y abuso.

Podemos ponernos de pie para tomarnos el protagonismo que el capital, la dictadura y el duopolio político nos robaron y emprender el camino de la construcción de una república en la que el pueblo mande y una sociedad que supere al capitalismo, es decir, una república y una sociedad hechas por las mayorías y para las mayorías. Esta es la alternativa por la que hemos optado los movimientos sociales.

El camino que ahora emprendemos es el resultado de la unificación de las luchas de resistencia contra el neoliberalismo que las distintas organizaciones populares han dado en sus respectivos territorios. Esos largos años de lucha han permitido que el movimiento popular madure y desarrolle las herramientas sociales, políticas e ideológicas suficientes para crear y conducir su propio proyecto. Es decir, ha desarrollado las herramientas que le permiten ser protagonista.


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