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GRANDES DOLORES DE CABEZA OCASIONA CONMEMORACIÓN DEL "11" EN EL GOBIERNO
Oposición deja con los "crespos hechos" a La Moneda
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Fuertes dolores de cabeza le está causando al Gobierno la conmemoración de los 40 años del cruento golpe militar ocurrido el 11 de septiembre de 1973. Como en el primero de sus intentos recibió la negativa de asistencia de la mayoría de los dirigentes de Nueva Mayoría, entre ellos la de la abanderada presidencial Michelle Bachelet, decidió ahora recurrir a los restantes candidatos presidencial a quienes había marginado del primer proyecto de conmemoración en La Moneda hace una semana.
Fuertes dolores de cabeza le está causando al Gobierno la conmemoración de los 40 años del cruento golpe militar ocurrido el 11 de septiembre de 1973. Como en el primero de sus intentos recibió la negativa de asistencia de la mayoría de los dirigentes de Nueva Mayoría, entre ellos la de la abanderada presidencial Michelle Bachelet, decidió ahora recurrir a los restantes candidatos presidencial a quienes había marginado del primer proyecto de conmemoración en La Moneda hace una semana.
Así hoy dio marcha atrás y resolvió cursar invitaciones también a los candidatos presidenciales para la ceremonia proyectada, pese a que en la primera instancia se desechó esta posibilidad argumentando como excusa que los abanderados “estaban en campaña”.
La información fue confirmada por fuentes de Palacio sin señalarse de cuándo serán enviadas las invitaciones, según 24 HorasTV.
La titular de la Segegob, Cecilia Pérez, lamentó este lunes que varios dirigentes políticos de la oposición hayan decidido restarse del evento, entre ellos el timonel del Senado, Jorge Pizarro (DC) y todos los ex Mandatarios, incluida la abanderada de Nueva Mayoría, Michelle Bachelet.
"Lamentamos lo que han señalado dirigentes de la Concertación y el presidente del Senado (Jorge Pizarro), en el sentido de no concurrir a La Moneda, a un acto al cual ha convidado el Presidente de todos los chilenos", declaró Pérez.
La secretaria de Estado acusó a sus contendores de "privilegiar un acto político de un sector político" al asistir a la ceremonia organizada por Bachelet, que se realizará el mismo día, pero en el Museo de la Memoria.
Desde un comienzo, cuando La Moneda dio a conocer los primeros preparativos del acto, la centro izquierda en general y especialmente en el pacto de Nueva Mayoría se observó con mucho escepticismo el contenido que podía tener la ceremonia oficial temiéndose que pudiera tener como objetivo final validar el golpe de Estado que encabezó Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Las aprensiones se basaron en que ha trascendido que el presidente Sebastián Piñera, que sería el único orador, pretende contextualizar el derrocamiento de Salvador Allende, subrayando que fue una consecuencia del gobierno de la Unidad Popular y que las responsabilidades son compartidas por todos los sectores.
En esta forma anticipadamente declinaron asistir a esta proyectada ceremonia de conmemoración la totalidad de los dirigentes de los partidos de izquierda o de centro izquierda.
El secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, aseguró que su colectividad no asistirá porque no está disponible para avalar una maniobra mediática. Tampoco lo hará el Movimiento Amplio Social (MAS). Su presidente, el senador Alejandro Navarro, señaló que tanto el mandatario como su candidata presidencial, Evelyn Matthei, no están en condiciones de ofrecer un espacio para la reflexión y el reencuentro. Dijo esperar que el jefe de Estado no caiga en la tentación de justificar el golpe.
En el Partido Socialista, en tanto, prefieren no especular sobre su posición frente a un acto sobre el cual no se conocen sus contenidos. Sin embargo, su secretario general, Francisco Javier Díaz, anticipó que personalmente no está disponible para asistir a una actividad que –a su parecer- tiene más de pirotecnia televisiva que de reflexión.
Por su parte, el secretario general del PPD, Gonzalo Navarrete, dijo que la eventual asistencia de su partido dependerá del sentido que el Gobierno quiera dar a la ceremonia. Reconoció temor a que el presidente Piñera intente justificar el golpe de Estado.
Dos ceremonias
Con dos actividades el gobierno de derecha conmemorará el aniversario de los 40 años del golpe militar del 11 de septiembre 1973.
Una de las actividades sería realizar una misa en la capilla de la casa de gobierno durante la mañana del 11 de septiembre, actividad que encabezarán el Presidente Sebastián Piñera y sus ministros, con la participación de un reducido grupo de invitados especiales.
Un día antes, La Moneda prepara un acto de mayor convocatoria, donde se contempla la participación de los distintos sectores políticos.
Para esa jornada está planificada la reinauguración de la Plaza de la Constitución, lugar que se encuentra bajo una completa restauración, en el marco del programa Legado Bicentenario.
El proyecto es parte de la Gran Explanada del Barrio Cívico, que incluye también otros espacios públicos que rodean el Palacio de La Moneda, como el Paseo Bulnes.
Así, en el gobierno explican que la idea es convertir la conmemoración de los 40 años del golpe militar en un acto simbólico, vinculando al aniversario con la actividad en la remozada Plaza de la Constitución.
En este acto haría uso de la palabra el Presidente Sebastián Piñera, quien aludiría al histórico discurso del ex Presidente Salvador Allende sobre la futura apertura de las “grandes alamedas”.
La ministra Pérez, en tanto, ha explicado que el Presidente encomendó abordar esta conmemoración bajo el prisma de tratarse “de una fecha dolorosa, triste, de desunión, de mucho sufrimiento, que sea desde la austeridad, republicana, con mucho respeto, y que nos dé la posibilidad de reflexionar acerca de lo que sucedió.
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