¿Sería Harald Beyer el sucesor?
LA CAÍDA DE ARTURO FONTAINE EN EL CEP ANALIZADO POR
LA SEGUNDA
LA SEGUNDA
Un verdadero terremoto en el mundo de los think tanks es el
que se generó hoy luego de que el propio Arturo Fontaine, director durante 31
años del Centro de Estudios Públicos (CEP), confirmara su salida del cargo.
Oficializó así lo resuelto el viernes de la semana pasada, cuando el Consejo
Ejecutivo de la entidad lo sorprendió solicitándole dejar la dirección y
ofreciéndole continuar como investigador del centro académicio, lo que él
aceptó.
El tema, en todo caso, terminará de zanjarse el próximo 7 de junio, cuando se realice la reunión anual del Consejo Directivo del CEP, que deberá ratificar la salida del escritor y filósofo, y determinar el nombre de su sucesor.
El tema, en todo caso, terminará de zanjarse el próximo 7 de junio, cuando se realice la reunión anual del Consejo Directivo del CEP, que deberá ratificar la salida del escritor y filósofo, y determinar el nombre de su sucesor.
Pero aunque el cambio en la dirección del más emblemático
think tank del país remeció al mundo político, lo cierto es que ya desde hace algún tiempo trascendía la
existencia de tensiones en la entidad y de cuestionamientos a su supuesta
"personalización" en la figura de Fontaine. Hay que destacar que la influencia del centro ha sido decisiva tanto en temas de políticas públicas como por su tradicional y respetada encuesta.
De hecho, el rol jugado por el filósofo durante el conflicto estudiantil, cuando se pronunció explícitamente en contra del lucro en la educación superior, causó molestia en sectores de la derecha y también entre algunas de las máximas autoridades del centro de estudios. En ese período llamó la atención, además, su fuerte rechazo al proyecto que crea la Superintendencia de Educación Superior, respecto del cual incluso manifestó sus reparos en el Congreso. Ello, pese a ser una iniciativa impulsada por quien fuera durante años su mano derecha en el propio CEP, el ahora ex ministro de Educación, Harald Beyer. El episodio de la acusación constitucional contra este último también dio pie a juicios contradictorios frente a la figura de Fontaine. Y es que si bien éste participó en algunas iniciativas de apoyo, como una comida realizada por académicas, a muchos llamó la atención que no estuviera entre los firmantes de la primera declaración de respaldo a Beyer que suscribieran intelectuales de todo el espectro político.
De hecho, el rol jugado por el filósofo durante el conflicto estudiantil, cuando se pronunció explícitamente en contra del lucro en la educación superior, causó molestia en sectores de la derecha y también entre algunas de las máximas autoridades del centro de estudios. En ese período llamó la atención, además, su fuerte rechazo al proyecto que crea la Superintendencia de Educación Superior, respecto del cual incluso manifestó sus reparos en el Congreso. Ello, pese a ser una iniciativa impulsada por quien fuera durante años su mano derecha en el propio CEP, el ahora ex ministro de Educación, Harald Beyer. El episodio de la acusación constitucional contra este último también dio pie a juicios contradictorios frente a la figura de Fontaine. Y es que si bien éste participó en algunas iniciativas de apoyo, como una comida realizada por académicas, a muchos llamó la atención que no estuviera entre los firmantes de la primera declaración de respaldo a Beyer que suscribieran intelectuales de todo el espectro político.
Antes, el año pasado, el papel del CEP en el debate generado
tras la última encuesta CASEN también había desatado controversia. Y es que el
think tank organizó una sucesión de foros desde donde surgieron algunos de los
principales cuestionamientos metodológicos a dicha encuesta. Según ha
trascendido, el Gobierno estimó que en esos debates no siempre hubo condiciones
equitativas para que los representantes del Ejecutivo defendieran su labor, lo
que habría dado incluso origen a reclamos ante miembros del Consejo Directivo.
Todas estas situaciones de cuestionamiento al rol de
Fontaine contrastaban con los logros acumulados por éste durante sus tres
décadas de gestión, en los que consolidó al centro como una instancia
independiente y escuchada por gobiernos de todos los signos. A la larga, sin
embargo, terminó pesando en el análisis la conclusión de que la identificación
del CEP con la figura de su director podía en esta etapa empezar a jugarle en
contra al think tank.
Respecto de posibles reemplazantes, dos nombres se mencionan
en el mundo académico. Uno es el del propio Harald Beyer , quien precisamente
hoy parte a Estados Unidos, en una suerte de período académico-sabático luego
de su salida de Educación. Otra opción que se menciona es la de Leonidas
Montes, actual decano de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez. Ambos
comparten el perfil de figuras liberales, cercanas a la centroderecha.
"Ha sido algo
inesperado"... La carta en que comunicó su salida
"El Comité Ejecutivo del CEP, reunido el viernes 10 de
mayo, me ha pedido que deje la dirección de la institución. Ha sido algo
inesperado para mí. En su concepto, el CEP requiere iniciar una nueva etapa con
un nuevo director. Se me ofreció continuar como investigador, lo que acepté.
(...) La decisión final corresponde al Consejo Directivo, que se reunirá el 7
de junio.
Quiero agradecer al Consejo Directivo y a sus presidentes,
señores Pablo Baraona, Sergio Baeza y, en especial, al señor Eliodoro Matte, la
confianza depositada en mí durante estos 31 años en que he sido director.
(...) Cuando regresé a Chile después de mis estudios en el
extranjero quería contribuir, como intelectual, a la transición del país de la
dictadura a la democracia. En el CEP encontré el lugar (...) Bajo mi dirección
creo que el CEP ha sido un lugar de encuentro y conversación, de análisis y
discusión. Ha sido un instituto académico independiente, donde no sólo se habla
de la libertad sino que se la vive. El CEP no ha estado al servicio ni de la
derecha, ni del centro, ni de la izquierda. Para eso están sus partidos e
institutos. Tampoco ha estado al servicio de los empresarios. Para eso están
los gremios empresariales. El CEP ha estado al servicio de Chile a través de
sus estudios y seminarios. El ejemplo más visible ha sido la encuesta del CEP.
Pero hay muchos otros, como los libros hechos recientemente con Cieplan con
propuestas sobre el sistema tributario, y la democracia interna de los partidos
(...). Nuestro trabajo se ha planteado privilegiando una mirada de largo plazo.
Lo más valioso del CEP han sido las personas que se han
acercado y colaborado con generosidad y talento. Mi tarea ha consistido en
abrirle espacios de participación a muchísimos académicos e intelectuales y,
sobre todo, a jóvenes universitarios. El CEP ha llegado a ser lo que es gracias
a equipos humanos de excelencia formados por mentes excepcionales y espíritus
libres. A ellos, más que nada, se debe lo que ha llegado a ser el Centro de
Estudios Públicos. No olvido a nuestro equipo administrativo que merece mención
por su eficiencia y compromiso a toda prueba (...).
Tengo plena confianza en que el director que designe el
Consejo Directivo continuará en esta línea y desplegará las posibilidades del
CEP sobre los cimientos construidos".
Su última entrevista: "Campaña de Bachelet se ha
conducido con extraordinaria precisión"
En sus últimas declaraciones, antes de ser desvinculado de
su cargo como director del CEP, Fontaine calificó de "excelente" del
punto de vista político, el aterrizaje de Michelle Bachelet.
Fontaine dijo a Qué Pasa que la campaña de Bachelet "se
ha conducido con extraordinaria precisión. Aunque ha habido algunas escapadas
como lo de Atria, pero ella opera con una tremenda intuición política. Y si leo
bien esa intuición, en el momento oportuno irá a buscar al votante moderado de
centro".
También defendió la estrategia de Bachelet de hablar poco:
"cada cosa que ha dicho tiene sustancia y dirección. Ha descolocado a los
analistas que decían que congregaba grupos heterogéneos que le impedirían
pronunciarse".
Sobre la disputa presidencial aliancista entre Longueira y
Allamand, señaló: "son dos políticos de primer nivel que le han dedicado
una vida al servicio público. Ahora mi apuesta es que gana Longueira porque
causa fervor en el partido más númeroso de los dos, más organizado y
probablemente mejor financiado".
También criticó la marcha del Gobierno: "el mayor
problema ha sido un problema de conducción política".
"A pesar del indudable éxito económico, la agenda está
hoy mucho más a la izquierda que cuando terminó el gobierno de Bachelet. Este
es un serio fracaso político del gobierno", dijo.
Y comentó que "con las primarias los polos cobran una
preeminencia inesperada. El problema es que en la fase dos, los candidatos
deben desplazarse al centro... que es en definitiva la que decide la
elección".
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