Gran Bretaña condenó hoy los "ataques violentos" contra su embajada en Buenos Aires, ocurridos anoche durante la conmemoración del 30 aniversario de la Guerra de Las Malvinas.
Más de un centenar de manifestantes de agrupaciones de izquierda se enfrentaron con la policía y arrojaron bombas molotov y piedras en dirección a la dependencia diplomática, ubicada en el barrio porteño de Recoleta. Seis policías resultaron heridos.
El Foreign Office (Cancillería británica) condenó "las acciones violentas de una minoría" durante una manifestación. "Todos los Estados están obligados bajo la Convención de Viena a dar protección apropiada para sus misiones diplomáticas extranjeras", según un comunicado emitido en Londres.
"Esperamos que el Gobierno argentino continúe cumpliendo sus obligaciones bajo dicha convención y siga haciendo cumplir la ley a cualquier manifestante que cometa actos criminales", agregó.
Los disturbios
La jornada de marchas a 30 años de la guerra de Malvinas terminó en disturbios cuando manifestantes de partidos de izquierda se enfrentaron con la Policía Federal frente a la Embajada Británica.
Cerca de las cinco de la tarde de ayer, unas dos mil personas se reunieron sobre la avenida Pueyrredón y llegaron hasta la esquina de la calle Guido, donde un cordón de vallas y policías federales impedía el acceso a la Embajada.
La marcha era encabezada por la Corriente Clasista Combativa (CCC), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), Convergencia Socialista y otras agrupaciones.
La tensión creció a medida que los manifestantes se acercaban más a las vallas. Cuando se abalanzaron para derribarlas, comenzó el enfrentamiento con la Policía, que incluyó balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes, de un lado, y piedras, gomeras y algunas bombas molotov, del otro.
Las corridas comenzaron después de que los manifestantes leyeran un documento que exigía el fin del Tratado de Londres (que garantiza la seguridad de las inversiones británicas en el país) y el no pago de la deuda externa a Gran Bretaña, entre otras medidas.
Desde la Embajada emitieron luego un comunicado en el que condenaron “ las acciones violentas llevadas a cabo por una minoría ” y destacaron “el profesionalismo de la Policía para mantener el orden” en el lugar.
La ministra de Seguridad Nilda Garré aseguró que fueron “grupos políticos minoritarios” que “apelaron a la violencia para procurar visibilidad mediática”.
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