Por Daniel Lillo Cuadra
Ya se instaló el cierre perimetral y comenzaron los trabajos para crear 493 estacionamientos subterráneos bajo la Plaza Sucre, en pleno centro de Viña del Mar, estacionamientos absolutamente innecesarios, ya que sobre la línea del Metrotren de MERVAL a solo 50 metros ya existen amplios estacionamientos subutilizados.
¿ A quién beneficia este nuevo negocio?
Las excavaciones pueden afectar los cimientos del emblemático Edificio “Couve” (1950) y de las multitiendas “Falabella “ y “Ripley”, además de esa joya arquitectónica viñamarina que es el palacio del Club de Viña del Mar (1910), ya bastante dañado con el terremoto del 2010.
Además los históricos pozos profundos que abastecen de agua a edificios de los alrededores como el “Couve”, pueden verse afectadas las napas subterráneas, todo esto está mereciendo un recurso de protección contra la Municipalidad viñamarina, por este nuevo atentado contra la ciudad, que terminará con las centenarias palmeras tropicales de la tradicional Plaza Sucre, cuya fisonomía cambiará drásticamente y eso que eufemísticamente el proyecto pretende “El mejoramiento del diseño paisajístico de la Plaza” ¿Irán a poner maceteros colgantes?
Si la ciudad no se moviliza para evitarlo, la “ciudad bella” seguirá dando pasos de cangrejo, hacia atrás. La protesta ciudadana y el costo político que significaría para la alcaldesa Reginato, impidió en su oportunidad la licitación de parquímetros frente a las casas de los vecinos en la Población Vergara, el más céntrico barrio residencial de la ciudad.
Para qué hablar del impacto vial que tendrán estas obras y los estacionamientos mismos, la congestión de las calles céntricas aumentará y los tacos ni pensarlo al entrar o salir de allí los vehículos, en las dos entradas y dos salidas que contempla el proyecto. La Declaración de Impacto Ambiental del Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso asombra por su superficialidad y ligereza, ya que agravará la congestión vial que el proyecto que el proyecto pretende reducir.
Habilitar el terreno baldío junto a la estación de Merval o construir un edificio para estacionamientos pudo ser una solución más inteligente.
¿Tuvo la transparencia necesaria la adjudicación del proyecto y la concesión a Besalco Concesiones S.A. de Las Condes, Santiago, que significará una inversión de 20 millones de dólares? Recordemos que Besalco (de la familia Bezanilla) fue seriamente cuestionada en la construcción del nuevo anfiteatro de la Quinta Vergara y que para los estacionamientos hubo otras ofertas aparentemente más ventajosas para el municipio.
¿Dónde están los diputados Rodrigo González (ex alcalde), Edmundo Eluchans, los senadores Francisco Chahuán y Ricardo Lagos Weber, que están silenciosos frente a este aberrante proyecto?¿Y el viñamarino intendente regional Raúl Celis? ¿ Y los actuales concejales(as) viñamarinos y seguros candidatos a la reelección? A dar explicaciones damas y caballeros.
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