Por Mario Briones R
El 7 de abril de 2012 comenté que el modelo de economía neo liberal, enfatizado en el crecimiento, estaba en curso de colisión, debido a los limitados recursos disponibles en el planeta.
Esta situación ha sido reconocida por varios economistas serios que advierten esta manifestación en el mundo, incluido nuestro país, de lo que he llamado “síndrome de stress generalizado”, que está generando una pobreza sistemática y globalizada, incluso en las economías desarrolladas.
Esta situación ha sido reconocida por varios economistas serios que advierten esta manifestación en el mundo, incluido nuestro país, de lo que he llamado “síndrome de stress generalizado”, que está generando una pobreza sistemática y globalizada, incluso en las economías desarrolladas.
La crisis de Europa y el estancamiento de Estados Unidos, nos entregan indicadores que nos permiten hacer una analogía que advierten los problemas que vendrán.
Entre los años 50´s a los 70´s, los avances científicos y tecnológicos continuaron desarrollándose en el mundo, tal como ocurre actualmente con las nuevas innovaciones.
Sin embargo, lo que faltaba para aplicar esos nuevos avances en los 70´s era la ocurrencia de algún detonante que cambiara los costos de producir a niveles competitivos, lo cual ocurrió con el shock del petróleo en 1973, hecho que fue precipitado como una devuelta de mano de los países árabes de la OPEP, que estaban en guerra con Israel, país que era apoyado por USA y Europa.
En 1973 el barril costaba US$ 5.8 y sube un 220,7% en 1974 llegando a US$ 12,8. Luego en 1978 había subido 102,3 % (US$ 13,1 el barril), en el año 1978 remontó con un reajuste de 209,2% (US$ 27,4 el barril) y en 1980 subió un 128,5% (US$ 35,2). En 7 años subió un 607 %, es decir, más de 6 veces.
Estos aumentos impactaron la industria basada en el petróleo barato, sentenciando el fin de la segunda revolución industrial, que partió en 1945 después de la II guerra mundial. Cambiados los costos de producción a esos niveles, se inicia la partida de los nuevos desarrollos, cuyas características generales eran disminuir costos, incorporar menor cantidad de materias primas y reducir la aplicación de mano de obra, etc.
Las viejas fábricas de Estados Unido en Detroit, Pittsburgh, Cleveland, Milwaukee, Buffalo y Rochester y otras en aceros, automóviles, textiles, etc., fueron cerrando y quedaron abandonadas hasta con su equipamiento, siendo conocidas hoy como el cinturón del óxido.
Japón fue el primer país en advertir el cambio que venía y tomó el liderazgo en las nuevas industrias que implicaban uso de robots, bío-ingeniería, telecomunicaciones, microelectrónica, etc.
Los automóviles que empezaron a salir de sus nuevas plantas eran más económicos, livianos, con mayores funcionalidades y rendimiento, hicieron retroceder a EE UU, de 13 millones de autos que se fabricaban en 1978 a 5 millones en 1982.
En Europa ocurrió casi lo mismo, cayó la producción en todas partes, mientras los japoneses avanzaban con su industria modernizada. Francia se saltó los acuerdos, convenios y protegió su mercado mientras tomaba fuertes medidas internas para adecuar su industria a los cambios tecnológicos de la nueva era.
Como consecuencia de estos cambios, en 1982 se produce una nueva depresión económica que abarca a países como Alemania Occidental, Suiza, Italia, Estados Unidos y otros que muestran indicadores negativos durante 2 años, con excepción de Japón, Francia y Gran Bretaña.
Japón se salva porque es el nuevo referente de los mercados con productos nuevos, más livianos y económicos. Francia, dijimos que protegió su industria mientras hacía cambios y Gran Bretaña se salvo por el petróleo descubierto en el Mar del Norte.
Japón se salva porque es el nuevo referente de los mercados con productos nuevos, más livianos y económicos. Francia, dijimos que protegió su industria mientras hacía cambios y Gran Bretaña se salvo por el petróleo descubierto en el Mar del Norte.
En América Latina y el Caribe, se produjo un desastre que abarcó desde 1982 hasta 1987, puesto que su decrecimiento anual fue de – 0.8 % de modo que el PIB por persona era mucho menor que antes. Un proceso parecido se repitió en los países desarrollados, inflación con recesión. (Estanflación).
Se había terminado la segunda era industrial dejando un largo período de depresión económica, cuyo mayor efecto fue en los años 80´s. En los 90´s, en América Latina, aumenta la proporción que recibe el 20% más rico, en relación con lo que recibe el 20% más pobre. (Joseph E. Stiglitz - El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para América Latina.- CEPAL, Agosto 2003).
La segunda revolución industrial se había agotado, precipitada por la crisis del petróleo, dando inicio a la actual tercera revolución industrial.
(Sigue mañana)
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