Por Gavon Hewitt
Editor de Europa de la BBC
La candidatura de François Hollande fue la más votada en las elecciones presidenciales de ayer domingo en Francia. Pero, además del socialista, que se batirá con Nicolas Sarkozy en segunda vuelta (6 de mayo), estos comicios tuvieron otra ganadora: la ultraderecha de Marine Le Pen y el Frente Nacional.
Le Pen tuvo el 18% de la votación total, un resultado sorprendente para muchos y que llevó a su partido a su máximo histórico.
Es probable que ni siquiera el Frente Nacional esperara esos resultados. "Puede que algunos de los que votaron por ella no le hayan dicho eso a los encuestadores".
Ahora, el destino de esos votos en segunda vuelta, definirá el duelo entre François Hollande y Nicolas Sarkozy.
De acuerdo con la agencia IFOP, el 48% de los que votaron por Le Pen se inclinarían por Sarkozy en la segunda ronda, mientras que el 31% votaría al Partido Socialista.
Otra encuestadora, OpinionWay, estima que el 39% de quienes votaron por el Frente Nacional lo harán por el presidente, mientras que el 18% apoyará a Hollande.
No obstante, según TNS Sofres, el 30% de los que votaron por Le Pen están los indecisos. Y a lo largo de la campaña, el discurso del Frente Nacional ha sido abiertamente hostil a Sarkozy.
El destino incierto de los votos
Para persuadir a esos votantes, la interrogante es si Sarkozy acogerá un discurso más radical hacia la derecha, incluso sabiendo que una cantidad significativa de ese electorado preferiría "quedarse sentada en casa que ir a apoyarlo en las urnas".
Mientras Hollande tiene la oportunidad de apuntarle al centro, todo indica que Sarkozy tendrá que seducir a la derecha.
La primera parte del discurso de Sarkozy ayer después de la jornada electoral tocó todos los puntos claves de la extrema derecha: identidad, seguridad, inmigración y lo que llamó "la preocupación de nuestros compatriotas por mantener cierto estilo de vida".
También dijo, en su interpretación de la jornada, que los resultados demuestran la importancia de controlar la inmigración y proteger empleos.
Sin embargo, teniendo en cuenta que se espera que los votos del izquierdista Jean-Luc Mélenchon -que obtuvo un 11% de los sufragios- vayan en su mayoría para Hollande, muchos consideran que lo más probable es que Sarkozy pierda su reelección, a menos de que una gran mayoría de los votos del Frente Nacional se vaya hacia él".
, lo más probable es que Sarkozy no vaya a tener un segundo periodo presidencial", considera Hewitt.
El voto "anti"
Pero, pese a ser considerada la otra vencedora de las elecciones, al no pasar a segunda vuelta, la "victoria" de Le Pen es agridulce. Una cosa es segura: al menos en esta ocasión, no disputará la presidencia.
En cambio, los analistas destacan el valor sociológico que tiene el aumento del apoyo electoral recibido.
"Es sorprendente que uno de cada cinco franceses haya votado por un partido que quiere salirse del euro y acabar con la inmigración, que está en contra de la globalización y culpa a ésta del desempleo y el sufrimiento de la gente normal", señala Hewitt. .
"Le Pen logró identificar esa antipatía y ese resentimiento de ciertas élites. Los demás candidatos, en cambio, no fueron capaces de recoger esos sentimientos".
Y ese es un ejemplo de cómo la crisis en la Eurozona está afectando y cambiando la escena política en Europa.
Desde que la crisis económica empezó en Europa, una gran cantidad de países en ese continente cambiaron de partido en el poder.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario