El informe califica como "defectuosas" las democracias de diez países latinoamericanos, entre ellos Panamá (7,70 puntos), Argentina (7,55), República Dominicana (7,40), México (6,95) o Perú (6,70). "Muy defectuosas" son las de Nicaragua (5,75), Ecuador (5,70) y Guatemala (5,55). En comparación con el informe de 2010, Argentina registra el mayor retroceso en la categoría política al perder 0,35 puntos. Una de las causas es la debilidad de la clase política chilena que perjudica la democracia en el país
Según el Índice Bertelsmann de Transformación (BTI), que mide los avances en democracia, economía y gestión de gobierno en 128 países, en América Latina la democracia se deteriora, sobre todo en Argentina.
Las desigualdades sociales, el crimen organizado y la debilidad del Estado de derecho convierten a América Latina en una de las regiones con mayor deterioro democrático en los últimos años, según el informe BTI publicado este 22 de marzo de 2012 en Berlín. En más de la mitad de los países analizados sigue habiendo condiciones socioeconómicas "deficientes o incluso catastróficas", señala el informe. La situación "empeoró especialmente" en Latinoamérica y el Este de Europa.
El BTI, considerado un indicador fiable del grado de desarrollo, midió los avances en 21 países latinoamericanos. Los retrocesos en países como Argentina, Guatemala, México o Ecuador hacen bajar el promedio de la región. El otro foco "preocupante" se encuentra en el Este y sureste de Europa, debido a los problemas electorales y las amenazas a la libertad de prensa en países como Hungría, Ucrania, Eslovaquia o Albania.
Más dinero, menos igualdad social
“El BTI muestra que el crecimiento económico no lleva automáticamente a la estabilidad política y a un desarrollo social más equitativo. Los gobiernos deben ocuparse específicamente de estos temas", destaca Aart de Geus, directivo de Bertelsmann.
Para América Latina, los expertos califican la situación política como "muy dispar". "Pero en la mayoría de países el proceso de cambio se estancó" y la nota de la región cayó de 7,02 puntos en 2008 a 6,83 en 2012 en una escala de 0 a 10 en la que diez es la máxima calificación.
Desde “deficientes” hasta “democracias” entre comillas
El informe califica como "defectuosas" las democracias de diez países latinoamericanos, entre ellos Panamá (7,70 puntos), Argentina (7,55), República Dominicana (7,40), México (6,95) o Perú (6,70). "Muy defectuosas" son las de Nicaragua (5,75), Ecuador (5,70) y Guatemala (5,55).
En comparación con el informe de 2010, Argentina registra el mayor retroceso en la categoría política al perder 0,35 puntos. Los progresos "razonables" de la situación socioeconómica quedaron aquí "pulverizados" por los conflictos entre los diversos grupos políticos. "Los gobiernos peronistas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner impulsaron desde 2003 esta informalización de la política", señala el estudio.
Revive la amenaza de ser declarado “Estado fallido”
Una situación similar se da en Panamá y Ecuador (ambos ceden 0,20 puntos), donde "la ambición de poder" de los presidentes Ricardo Martinelli y Rafael Correa y el trato a las instituciones democráticas "perjudican el desarrollo democrático". Diferentes son las causas del retroceso en México y Guatemala (-0,30), que "padecen la fragilidad del Estado asociada a la violencia extrema de los carteles de la droga y el crimen organizado".
México amenaza incluso con convertirse en un "Estado fallido", una denominación que el BTI reserva a países donde el monopolio de la violencia por parte del Estado y el control de estructuras administrativas fundamentales cae por debajo de niveles mínimos.
Los más afectados y los más aplicados
Pero son otros los países que cierran el índice de transformación política: Venezuela (4,40) es la única "autocracia blanda", mientras que Cuba (3,42) y Haití (3,67) son "autocracias duras", aunque para este último caso el informe no contempla las elecciones de marzo de 2011. BTI 2012 identifica sólo cuatro "democracias consolidadas" en América Latina: Uruguay (9,95 puntos), Costa Rica (9,40), Chile (9,20) y Brasil (8,15).
Estos países, con gobiernos tanto de izquierda como de derecha, demuestran que "en las sociedades con instituciones que funcionan bien las reformas pueden tematizarse, discutirse y aplicarse". El caso de Uruguay es especialmente "admirable": ocupa el primer lugar del mundo en democracia y el segundo en gestión de gobierno. En transformación económica figura en el 10° puesto mundial y en el 1° de América Latina.
Chile pierde terreno, Brasil avanza
La buena situación de Brasil se basa "no sólo en la esperanza económica", sino también en su capacidad "para expandir una nueva clase media y colaborar así a seguir disminuyendo las masivas desigualdades sociales". Chile "perdió algo de terreno" en términos de gestión por la "debilidad de las élites políticas", pero "sigue siendo un muy buen ejemplo".
Doscientos cincuenta expertos analizaron 7.000 reportes de la situación en cada uno de los 128 países en cuestión. El descontento con la gestión socioeconómica de los Estados, a pesar del crecimiento económico es, según el BTI, una de las principales razones del deterioro de las democracias estudiadas.
Aún que haya crecimiento, si el Estado no es capaz de ofrecer a las mayorías mejores condiciones sociales, los ciudadanos pierden la confianza en las instituciones democráticas y se crea el caldo de cultivo para los movimientos populistas. Esto vale, sobre todo para América Latina, en donde, según el BTI, “las élites siguen siendo reacias a introducir reformas para combatir la injusticia social”.
Autor: José Ospina-Valencia de la DW
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