La "operación Toulouse" terminó con el peor de los escenarios al morir el supuesto terrorista Mohamed Merah que permaneció en un departamento de la ciudad de Toulouse, en el sur de Francia, durante más de treinta horas, sin que la policía francesa pudiera capturarlo con vida.
Sobre su muerte hay dos versiones: la primera sería que el hombre, acusado como autor del asesinato a sangre fria de siete personas, entre ellas tres niños judíos, se habría lanzado por una ventana del departamento en el que estaba cercado por la policía.
La segunda versión es que el terrorista murió al recibir "un disparo en la cabeza de un francotirador en el momento en que intentaba escapar", como lo confirmó el fiscal general de París, Françoise Molin. Durante el asalto policial al departamento donde estaba Merah resultaron heridos cinco agentes.
Tras el operativo, se ha podido comprobar que el terrorista estaba fuertemente armado y determinado a atacar a los agentes, y se ha descubierto que grabó sus tres ataques, que acabaron con la vida de tres paracaidistas de origen argelino, y cuatro judíos en las ciudades de Mountauban y Toulouse.
El Presidente francés, Nicolás Sarkozi, felicitó a las fuerzas de seguridad por la rápida acción y la labor desplegada.
Al ser ubicado en el departamento de Toulouse, Merah, de 24 años, afirmó haber aceptado una “misión” de Al Qaeda para cometer un atentado en Francia, aunque se negó a perpetrar un acto suicida, según reveló ayer el ministro francés del Interior, Claude Guéant.
El último de sus ataques ocurrió el lunes en la misma ciudad de Toulouse, al sur de Francia, cuando disparó a sangre fría en un colegio hebreo.
Guéant dijo que el terrorista había explicado "la forma en la que recibió instrucciones de Al Qaeda durante su estadía en Pakistán, donde incluso le habrían propuesto provocar un atentado suicida, que rechazó, pero aceptó una misión general para cometer un atentado en Francia”, relató el ministro al canal de televisión TF1.
La policía hizo todo lo posible para capturar vivo a Merah para así poder seguir investigando sobre los planes terroristas que Al Qaeda pensaba realizar en Francia. En esto insistió también ayer el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien apeló a todos los franceses a no caer en la venganza tras los asesinatos en Toulouse y Montauban, para demostrar que "el terrorismo no fracture a la comunidad nacional".
Según Radio France Internationale (RFI), el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se negó hasta el final dar la orden de asalto con el objetivo de que el terrorista fuera capturado con vida.
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