kradiario.cl

miércoles, 11 de enero de 2012

LA CONVIVENCIA CON LA ADOLESCENCIA EN EL MUNDO MODERNO

Por Jessika Krohne
http://www.psicologiaglobal.cl/

La adolescencia se define como una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación de un niño en adulto, que tiene características particulares y especificas en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social y que se presenta inmediatamente posterior a la niñez, con el comienzo de la  pubertad.

Generalmente es una etapa del ciclo vital que se inicia entre los 10 a 12 años y finaliza a los 19 o 20 años.

Si pensamos en todas las etapas vitales, por las que va transitando el ser humano, la adolescencia se podría considerar una de las más difíciles, ya que los jóvenes ingresan a una fase de  vida bastante compleja, donde se les exige mucho en aspectos académicos, deportivos u otros, pero aún no se tiene la madurez suficiente para tomarle el peso a estas presiones y los jóvenes tampoco tienen muy claro, lo que quieren hacer con su vida futura. Cuando están en plena búsqueda de la identidad y conociendo el mundo, se les puede exigir a los adolescentes estudiar para una prueba específica de una asignatura de un día para el otro, siendo que tal vez dicha materia se aleja mucho de los intereses que tienen en ese momento.


Libro de Andolfi

Asistí hace una semana a un seminario organizado por el Instituto Chileno de Terapia Familiar en la Universidad de los Andes acerca de la “adolescencia y las crisis familiares” realizado por el destacado neuropsiquiatra infantil italiano Maurizio Andolfi (ver foto izquierda). El comienza su conferencia con las siguientes palabras:

“En 1950, yo tenía 7 años, la misma edad que tiene mi hijo menor hoy en día y estaba viviendo en Roma, en una capital de un país que había quedado muy pobre y devastada después del término de la segunda guerra mundial. Pasé toda mi infancia y gran parte de la adolescencia en una ciudad que vivía las consecuencias de la posguerra, con muy pocas oportunidades y en un mundo, donde la muerte y el sufrimiento se habían experimentado de muy cerca. No había tecnología y la vida era mucho más sencilla y simple que en la actualidad, ya que la comparo con la vida que tiene mi hijo menor y todos los niños y adolescentes del mundo occidental en la actualidad y me doy cuenta que en mi niñez, la vida transcurría a un ritmo mucho más lento, sin exigencias ni tanta preocupación y presiones académicas, siendo que estábamos viviendo las secuelas que dejó la guerra en aquellos tiempos".

"Hoy en día, en el mundo posmoderno los padres se convierten en los guardianes de sus hijos, sobreprotegiéndolos completamente, lo que considero uno de los errores más grandes que pueden cometer los padres en esta época, pero lo hacen, porque viven en un mundo lleno de inseguridades y competencias.”

Maurizio Andolfi es director de la prestigiosa academia de psicoterapia de la familia en Roma. Trabaja en terapia familiar utilizando un modelo de tipo intergeneracional, es decir, observando a la familia en al menos tres planos generacionales y ha tenido mucho éxito con su método de hacer terapia.

Según él, la terapia familiar es “una de las experiencias más profundas que puede percibir una familia en relación a las relaciones interpersonales”. La terapia familiar es un lugar de encuentro entre todos los miembros de la familia y especialmente para reforzar elementos importantes entre los padres e hijos y mejorar la confianza entre ellos.

Como ya dicho, la adolescencia es una etapa del ciclo vital bastante compleja, donde se trata de encontrar una identidad propia y sobrevivir con todas las exigencias que les son impuestos a los adolescentes hoy en día. Ésta es una etapa, donde surgen muchas inseguridades y miedos y Andolfi lo describe como una rebelión a la dependencia. Por eso es importante como padre, tratar de empatizar con sus hijos en edad adolescente y recordarles  las dificultades propias que ellos pueden haber tenido en esa etapa del ciclo vital, para entenderlos mejor.

 Es fundamental adquirir mucha confianza con ellos a través de una buena comunicación. Eso se logra, no juzgándolos en sus actos, sino que tratar de ponerse en su lugar y entender su modo de ser y acciones que han llevado a cabo a través de un buen diálogo y una conversación tranquila.

2 comentarios:

  1. Estimada Jessika,
    el tema es muy interesante y le solicitaría si pudiera profundizarlo aun mas ...

    muchas gracias ... El Seguidor del Guru

    ResponderBorrar
  2. Jorge Luis Escobedo Valdez25 de octubre de 2012, 6:41 p.m.

    yo puedo ablar ya q soy un hijo con unbuen padre, una buena educacio
    claro todabia sigo estudiando
    pero con el apollo de mi padre aora que estoy en la adolecencia
    y apesar de mis tonterias, mis idioteces con perdon de la palabra
    el ciempre3 me a querido y se q apesar de lo q aga el siempre me ba a querer

    ResponderBorrar