Los gobiernos de Chile y Uruguay ratificaron a través de sendos comunicados la decisión de impedir el ingreso a sus puertos de naves con la bandera de las islas Malvinas e insistiendo que la posición no ha cambiado.
La nota uruguaya dice que "la solidaridad continental, basada en lazos de hermandad histórica y cultural, es uno de los principios fundamentales que orientan la política exterior uruguaya" y en eso se apoya el respaldo a los reclamos argentinos respecto de ese archipiélago del sur.
"De ninguna manera podemos aceptar buques con la bandera de Malvinas en nuestro puerto", indica el pronunciamiento uruguayo que considera a las islas Malvinas "una posición colonial inglesa en América Latina, y en consecuencia, no puede reconocer su bandera".
"Esta postura anticolonialista no es una posición solitaria del Uruguay, sino de América Latina en su conjunto", agregó el gobierno uruguayo.
El 23 de diciembre, el canciller de Uruguay, Luis Almagro, mantuvo contacto telefónico con su par británico, William Hague, con el objeto de hacer explícitas estas posiciones. El encuentro verbal fue "cordial y franco", según Uruguay.
Uruguay permite recalar en sus puertos a naves con cualquier bandera de jurisdicción reconocida por el país, cuyo destino puede ser islas Malvinas u otro. No autoriza, en cambio, que lo hagan naves militares inglesas con destino a Malvinas.
Ayer el Reino Unido advirtió a los países sudamericanos que no continúen con su "bloqueo económico" contra las islas Malvinas (Falklands para los británicos), por el cual los barcos de las disputadas islas no pueden ingresar en puertos sudamericanos.
El Mercosur acordó prohibir la entrada a sus puertos de barcos con banderas de las Falklands o Malvinas.
El Mercosur acordó prohibir la entrada a sus puertos de barcos con banderas de las Falklands o Malvinas.
Sin embargo, la advertencia británica, que pidió no ser "cómplices" de Argetina, fue desestimada por Chile y Bolivia.
Igual que los demás países, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile respondió reafirmando que los barcos no ingresarán a puertos chilenos.
El Reino Unido ha gobernado las islas Malvinas ubicadas a 460 kilómetros de las costas argentinas durante más de 180 años, pero Buenos Aires reclama su soberanía.
La exploración petrolera alrededor de las islas ha causado tensiones en los últimos tiempos a lo que ahora se suma la resolución del Mercosur.
La decisión del bloque es calificada por Londres de "bloqueo comercial" y, como lo dijo a la BBC Jan Cheek, integrante de la Asamblea legislativa de las islas, "se trata del último intento de Argentina de presionar a sus vecinos para forzarnos a la mesa de negociaciones", pese a que las autoridades británicas insisten en que la soberanía del archipiélago no es negociable.
No obstante, la cancillería de Argentina expresó que la acción se encuadra "en la defensa de los recursos naturales renovables y no renovables que pertenecen al pueblo argentino tal como lo reconocen, entre otros países, todas las naciones de la región".
Desoyendo los comunicados, el canciller británico, William Hague (izquierda), insistió hoy haber tenido "discusiones francas" y dijo que Uruguay, Chile y Brasil no participarían en el bloqueo propugnado por Argentina.
Esta versión fue de inmediato desmentida esta tarde por los Gobiernos de de Chile y Uruguay que ratificaron que no permitirán el ingreso a sus puertos de barcos con la bandera de las Islas Malvinas en respaldo al reclamo de soberanía argentina sobre el archipiélago, y desmintieron de esta forma al canciller Hague, quien había asegurado que estos dos países habían desactivado el bloqueo.
"Frente a recientes informaciones de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores debe precisar que Chile continuará aplicando, conforme al Derecho Internacional y a la legislación chilena, las medidas destinadas a impedir que embarcaciones que naveguen con la bandera de las Islas Malvinas ingresen a los puertos nacionales", indicó el gobierno que conduce Sebastián Piñera, a través de un comunicado.
Chile aseguró que mantendrá esta medida "en cumplimiento con los compromisos adoptados en las declaraciones emitidas en el marco de la Reunión de la Unión de Naciones Suramericanas -Unasur, de 26 de noviembre de 2010 y de la reciente Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Mercosur y Estados Asociados, de 20 de diciembre de 2011".
En tanto, Uruguay anunció, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, que su postura "no ha cambiado un ápice" y destacó que "la solidaridad continental, basada en lazos de hermandad histórica y cultural, es uno de los principios fundamentales que orientan la política exterior uruguaya".
"La posición de Uruguay sobre las reivindicaciones argentinas respecto de las Malvinas -manifestado a nivel regional a fines de 2010 en Unasur y ratificado el mes de diciembre pasado en la Cumbre del Mercosur- no ha cambiado en un ápice. De ninguna manera podemos aceptar buques con la bandera de Malvinas en nuestro puerto", agregó el ejecutivo oriental que preside José Mujica.
Mediante un comunicado oficial, se afirmó que "Uruguay considera a las Islas Malvinas como una posición colonial inglesa en América latina, y en consecuencia, no puede reconocer su bandera. Esta postura anticolonialista no es una posición solitaria del Uruguay, sino de América Latina en su conjunto".
El primer ministro británico David Cameron (derecha) ha descartado realizar negociaciones sobre soberanía con el Gobierno argentino.
"Chile continuará aplicando, conforme al Derecho Internacional y a la legislación chilena, las medidas destinadas a impedir que embarcaciones que naveguen con la bandera de las Islas Malvinas ingresen a los puertos nacionales", reafirmó la cancillería en un comunicado.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó a Gran Bretaña por pedir a los países sudamericanos que no apoyen la iniciativa argentina y expresó su respaldo a Buenos Aires en la disputa por el archipiélago, que fue motivo de una guerra en 1982.
El Reino Unido ha gobernado las islas Malvinas ubicadas a 460 kilómetros de las costas argentinas durante más de 180 años, pero Buenos Aires reclama su soberanía.
La exploración petrolera alrededor de las islas ha causado tensiones en los últimos tiempos a lo que ahora se suma la resolución del Mercosur.
La decisión del bloque es calificada por Londres de "bloqueo comercial" y, como lo dijo a la BBC Jan Cheek, integrante de la Asamblea legislativa de las islas, "se trata del último intento de Argentina de presionar a sus vecinos para forzarnos a la mesa de negociaciones", pese a que las autoridades británicas insisten en que la soberanía del archipiélago no es negociable.
No obstante, la cancillería de Argentina expresó que la acción se encuadra "en la defensa de los recursos naturales renovables y no renovables que pertenecen al pueblo argentino tal como lo reconocen, entre otros países, todas las naciones de la región".
Desoyendo los comunicados, el canciller británico, William Hague (izquierda), insistió hoy haber tenido "discusiones francas" y dijo que Uruguay, Chile y Brasil no participarían en el bloqueo propugnado por Argentina.
Esta versión fue de inmediato desmentida esta tarde por los Gobiernos de de Chile y Uruguay que ratificaron que no permitirán el ingreso a sus puertos de barcos con la bandera de las Islas Malvinas en respaldo al reclamo de soberanía argentina sobre el archipiélago, y desmintieron de esta forma al canciller Hague, quien había asegurado que estos dos países habían desactivado el bloqueo.
"Frente a recientes informaciones de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores debe precisar que Chile continuará aplicando, conforme al Derecho Internacional y a la legislación chilena, las medidas destinadas a impedir que embarcaciones que naveguen con la bandera de las Islas Malvinas ingresen a los puertos nacionales", indicó el gobierno que conduce Sebastián Piñera, a través de un comunicado.
Chile aseguró que mantendrá esta medida "en cumplimiento con los compromisos adoptados en las declaraciones emitidas en el marco de la Reunión de la Unión de Naciones Suramericanas -Unasur, de 26 de noviembre de 2010 y de la reciente Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Mercosur y Estados Asociados, de 20 de diciembre de 2011".
En tanto, Uruguay anunció, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, que su postura "no ha cambiado un ápice" y destacó que "la solidaridad continental, basada en lazos de hermandad histórica y cultural, es uno de los principios fundamentales que orientan la política exterior uruguaya".
"La posición de Uruguay sobre las reivindicaciones argentinas respecto de las Malvinas -manifestado a nivel regional a fines de 2010 en Unasur y ratificado el mes de diciembre pasado en la Cumbre del Mercosur- no ha cambiado en un ápice. De ninguna manera podemos aceptar buques con la bandera de Malvinas en nuestro puerto", agregó el ejecutivo oriental que preside José Mujica.
Mediante un comunicado oficial, se afirmó que "Uruguay considera a las Islas Malvinas como una posición colonial inglesa en América latina, y en consecuencia, no puede reconocer su bandera. Esta postura anticolonialista no es una posición solitaria del Uruguay, sino de América Latina en su conjunto".
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