COMUNICACIONES
SIN COMUNICACIONES DEMOCRÁTICAS NO HABRÁ NUEVO CICLO
POLÍTICO
El nuevo ciclo político chileno sólo será posible si se
democratizan las comunicaciones. Nos parece necesario consagrar en la Nueva
Constitución Política de Chile el Derecho a la Información y a la Comunicación.
Por Giacomo Marasso B. (*)
Decíamos antes de que asumiera el actual Gobierno que, para
construir un nuevo ciclo político en la historia de nuestro país era necesario
asumir que las comunicaciones son materia de políticas sustantivas y no
adjetivas, como ya lo habían sido en la mayor parte de los gobiernos de la
Concertación. Y las políticas sustantivas se tratan en el “primer tiempo” del
período.
.
Es del todo inconveniente la postergación para un “segundo
tiempo” de los desafíos político-comunicacionales del “nuevo ciclo”.
.
Los bombazos, el rechazo a la reforma educacional, el “conflicto” en
La Araucanía, que le permitieron a la Derecha instalar una “sensación térmica”
de una incipiente y experimental campaña del terror, puesto en la pauta por el
titular “El Retorno del Miedo” del tabloide vespertino de El Mercurio, a
propósito de la explosión en la Estación del Metro Escuela Militar.
.
Lo mismo ha ocurrido con las exageraciones propagandísticas
de los defensores del lucro y la segregación en la educación – hago expresa
excepción de posturas divergentes y propositivas, serias y atendibles, como la
de la Iglesia Católica y otros sectores de responsabilidad social – y con las
constantes invocaciones para aplicarle la Ley Antiterrorista a los comuneros
indígenas.
.
El sistema-oposición, es decir, los conglomerados
político-económicos mandantes y sus medios políticos y comunicativos
ejecutantes, tuvo la ocasión de ensayar sus capacidades y recursos en la
perspectiva de detener, o a lo menos bajarle la velocidad al proceso de
reformas del programa de la Presidenta Bachelet, aprovechando esas carencias
sistémicas y operacionales en las comunicaciones del gobierno.
Hay que hacer verbo ahora el programa de gobierno de la
Presidenta electa Michelle Bachelet, cuando dice que “una ley determinará los
límites a la concentración de la propiedad de los medios de comunicación
social, tanto mono-medial como multimedial, así como la apertura plural del
espectro radioeléctrico, y la distribución del avisaje público, de modo de garantizar
el pluralismo informativo y el libre acceso a la información.”
Esta medida, por sí sola, patentiza con meridiana claridad
la convicción de la Mandataria acerca de la necesidad de re-barajar los naipes
en la industria de la información y la comunicación.
Muy cercanas a esa postura transformadora están las
propuestas que los periodistas chilenos hemos formulado desde nuestra
trayectoria gremial y profesional.
Nos parece necesario consagrar en la Nueva Constitución
Política de Chile el Derecho a la Información y a la Comunicación, garantizado
por el Estado y que este derecho sea regulado a través de una Ley Orgánica
Constitucional de la Comunicación Social.
Proponemos que se reconozcan y se promuevan tres áreas de la
comunicación social: la Pública, la Ciudadana y la Privada, con criterio de
fomento y aumentando sustancialmente el Fondo de Medios Regionales, orientado a
la creación de empresas ciudadanas de comunicación.
En cuanto a la Televisión Digital, proponemos construir la
carretera-transportadora pública de la señal de TV Digital, administrada por
Televisión Nacional o por un ente público, para que los canales ciudadanos
puedan transmitir a todo Chile.
Dejemos bien claro que el nuevo ciclo político chileno sólo
será posible si se democratizan las comunicaciones y se regula con sentido de
bien común la industria del secto
(*) Presidente Consejo Metropolitano Colegio de Periodistas
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