29-5-2014-KRADIARIO- Nº899
DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL Y LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE: LA
ANTINOMIA DEL PODER
Por Hugo Latorre Fuenzalida
Bachelet ha señalado reiteradamente que la reforma
constitucional se llevará a cabo por la vía institucional, lo que al parecer se
traduce en que la asamblea constituyente no sería “institucional”, al parecer
de la presidenta. Y señala que esto es así pues en la nueva constitución deben
estar representados todos los pareceres, es decir debe ser pluralista.
.
Pero, desde los pensadores del siglo XVIII hasta las
experiencias más relevantes del presente siglo, se expone el requisito que una
norma, que debe regir para todos, no sea sólo pluralista en su forma, sino que
“democrática” en su origen.
.
Bachelet está privilegiando el que sea “pluralista” en su formalidad,
a costa de que sea “democrática” en su origen. Pero como la presidenta, al
parecer, no estudió lógica, entonces es que podamos explicar que caiga en una
contradicción tan flagrante entre sus tesis sobre la reforma de la educación y
las reformas a la Constitución.
.
La derecha (y parte de la DC) piden el “pluralismo” en
educación, esto es una educación discriminada según condición social; en cambio
el “progresismo”, dentro del gobierno (incluida la Presidenta) exigen una
estructura democrática e igualitaria en su origen, es decir igualdad absoluta
de oportunidades.
Esto que se escribe con la mano izquierda en educación, se
redacta con la mano derecha en lo Constitucional, lo que establece una
contradicción intrínseca, una falta de lógica teórica y una aberración
política.
.
Rousseau, a quien el mismo Robespierre rindió homenaje ante
la Convención, calificándole como “el preceptor del género humano”, y fue, de hecho, el primer pensador que se
abocó al tema del origen de la legitimidad, y para eso escribió el “Contrato
Social”, decía al respecto de la legitimidad del poder lo siguiente: “Toda la
existencia humana depende radicalmente de la política, juguete y que los pueblos no serán más que lo que hagan de ellos la naturaleza de
sus leyes y sus instituciones políticas; más no debemos permanecer pasivos ante
esta naturaleza, que no se nos regala, sino que debemos producirla, es decir
que debemos crearla mediante un acto libre.”
.
Además señalaba algo esencial: “Es inútil simplemente
limitar la cantidad del poder, si no se modifica su cualidad, es decir su
origen y su fundamento jurídico.”
.
“Frente al poder usurpado- y poder usurpado es todo aquél
que no se base en el libre sometimiento de todos a una ley universalmente obligatoria-, toda restricción
será insuficiente, porque sin duda puede poner ciertos límites al ejercicio de
lo arbitrario, más no suprime el principio de lo arbitrario en cuanto tal.”
Porque no considera al Estado como institución bienhechora
en el ejercicio de un poder cualquiera (concepto utilitarista predominante),
sino que defiende la idea del Estado fundada en el Derecho, y el Derecho
fundado en la voluntad popular, sin intermediarios ni cortapisas. Por lo
tanto…” la libertad no puede alcanzarse sin una transformación radical del
orden social, un cambio que debe disolver todo lo arbitrario y hacer imperar
tan sólo la necesidad interna de la ley”.
.
“Y la libertad es negada cuando se exige el sometimiento a
la voluntad de uno solo o de un grupo de dirigentes”. En cualquier excepción en que se hallaren
sometidos los ciudadanos a ciertas clases, significa inmediatamente la
aniquilación de la idea misma del
Derecho y del Estado, la
disolución del “pacto social” y el retorno al estado de naturaleza, que en este
contexto quedaría caracterizado por un “estado de violencia”. (Rousseau:
“Discurso sobre la economía política”;
artículo escrito para la “Enciclopedia”).
.
En este mismo “Discurso sobre la economía política”,
Rousseau plantea que al Estado no le corresponde garantizar la igualdad ni la
felicidad de todos, sino una proporción idéntica de derechos y deberes, por lo
tanto el Estado debe intervenir en la economía sólo cuando la desigualdad patrimonial ponga en peligro
la igualdad moral, es decir que por
efecto de una exagerada concentración de riqueza unos individuos sean juguetes,
sometidos total y peligrosamente a la voluntad de los ricos y poderosos.
.
En esto, Rousseau hacía coincidir su pensamiento con Tomás
Moro, en el sentido de que esto que hasta su época se llamaba Estado, no era
otra cosa que una conspiración de los ricos contra los pobres. Lo que hubo en
ese Estado fue no sólo la miseria del pueblo sino el enconamiento en la
privación moral y política de los derechos.
.
Rousseau se preguntaba: ¿No son todas las ventajas de la
sociedad para los ricos y los poderosos? ¿No acaparan todos los puestos y
cargos lucrativos? ¿No les están reservadas todas las gracias y exenciones? ¿No
está toda la autoridad pública a su favor? ¿Si un hombre bien posicionado roba
a sus acreedores o comete otras fechorías ¿no está siempre seguro de su
impunidad?
.
En su “Emilio”, Rousseau
recomienda para la formación de los discípulos: que la ley debe ser no
una norma externa al ciudadano sino que debe internalizarse en él como un
principio de vida, es decir el ciudadano debe ser educado por la ley. Esa es la
función del Estado, más que regalarle un bienestar, formar un ciudadano
integral.
.
Si el Estado y la sociedad abandonan al albur del poder y de
la riqueza sus deberes, cualquier cambio que se haga en ese contexto no traerá
más que nuevos azotes para el hombre. Pero
agrega, esta opresión no es un destino inevitable, pues puede liberarse
de esta opresión tomando en sus manos la guía de su propio sino, transformando
el mero “tener que ser” en un “querer ser”. (Rousseau, “Contrato social”).
.
Según Rousseau, no cabe pacto alguno con la sociedad tal
como estaba establecida, ni operar sobre las
condiciones sintomáticas. Recordemos que en general los “enciclopedistas” de su época no creían en
los cambios radicales de la sociedad,
sino en las mejoras graduales.
.
Rousseau reniega del “eudemonismo” (logro de la felicidad
individual), por creerlo insuficiente. Postula la necesidad de la globalidad,
es decir un “imperativo ético”.
.
Finalmente en la obra: “Rousseau juez de Jean-Jacques” nos
enseña: “La naturaleza humana no retrocede, el hombre no puede invertir a su
capricho la dirección del camino que ha transitado, sólo puede caminar hacia
adelante, no hacia atrás. Las heridas que la sociedad actual ha infligido a la
humanidad no pueden curarse sin más destruyendo el instrumento que las ha
causado. Hemos de mirar más lejos: no hemos de dar con el instrumento, sino con
la mano que lo ha utilizado. La culpa no le corresponde a la forma del vínculo
social en cuanto tal, sino a la “voluntad” que anima ese vínculo. Mientras esa
voluntad se halle al servicio de individuos o grupos aislados, que a través del
poder y la riqueza hayan alcanzado una posición privilegiada, se convertirá en
fuente de todo mal, en el promotor y patrocinador de todo sufrimiento y de toda
injusticia que los hombres puedan infligirse mutuamente.”
Finalmente una frase de sus “Confesiones”: “Finalmente me di
cuenta que ningún pueblo será otra cosa que lo que su gobierno le hiciera ser”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario