Por Martín Poblete (*)
La ciudad de
Nueva York ha sido tradicionalmente un bastión del Partido Demócrata, sin
embargo algunos errores al final del mandato del Alcalde Edward Koch y
especialmente la inepta gestión de David Dinkins, abrieron las puertas a
cinco mandatos consecutivos de dos políticos republicanos de singulares personalidades,
Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg. Este largo paréntesis llegó a su
fin esta semana con la victoria de Bill De Blasio.
El alcalde
electo de Nueva York, Bill De Blasio, es un político profesional
-"a career politician"- del ala liberal del Partido
Demócrata, sus detractores lo tildaron de izquierdista y populista sin
lograr hacerle daño, una vez contados los votos De Blasio obtuvo una
ventaja de mas del 40% respecto a su oponente Joseph Lohta. Además, De
Blasio sacó el 96% del voto de los afroamericanos, y el 85% del voto de los
hispanos.
Si bien las
administraciones de los alcaldes Giuliani y Bloomberg estuvieron bien
evaluadas, en algunos aspectos consideradas excelentes, en sondeos
previos a la elecciòn el 68% de los neoyorquinos se manifestaban
partidarios de un cambio en el gobierno municipal.
Del programa
de la candidatura de Bill De Blasio destacaron su compromiso de reducir
la creciente brecha de ingresos entre ricos y pobres; subir los impuestos a
quienes ganan mas de medio millón de dólares anuales; y revisar los protocolos
policiales en la detención de sospechosos, percibidos por muchos
residentes como injustamente aplicados en perjuicio de afroamericanos e
hispanos. No faltaron entusiastas viendo proyecciones más allá
de la ciudad, pero la historia no favorece ilusiones, la Municipalidad de Nueva
York nunca ha sido trampolín a la Casa Blanca.
Al otro lado
del río, en la ribera occidental del Hudson, el Gobernador del Estado de New
Jersey, Chris Christie, ganó su reelección con cerca del 63% de los
votos; a diferencia del triunfo logrado por De Blasio en Nueva York, la
victoria del Gobernador Christie tiene inmediatas proyecciones
nacionales.
En el
contexto del Partido Republicano, el Gobernador Christie va emergiendo como
líder del sector moderado tradicional, marcando claras diferencias con
los extremos ideologizantes de los "tea partiers (ver en KRADIARIO nuestro
artículo anterior sobre el tema)". En este sentido, el Gobernador Christie
se ve favorecido por la imagen de administración eficiente,
buen manejo de la reconstrucción después del huracán Sandy, capaz de
llegar a sectores sociales habitualmente difíciles para los políticos republicanos.
En su reelección el Gobernador Christie obtuvo el 57% del voto femenino, 51%
del voto de los hispanos, y 21% del voto afroamericano, dando legitimidad a su
ya evidente aspiración presidencial.
Antes, en
1912, un Gobernador de New Jersey, Woodrow Wilson, resultó
elegido Presidente de los Estados Unidos.
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