ASÍ VEN EN ESPAÑA LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL CHILENA
"A veces se requieren dos mujeres para hacer lo que miles de hombres han sido incapaces de hacer"
Chile, entre dos mujeres
Libertad Digital, Madrid
La derecha chilena, acomplejada, miedosa y
tradicionalista, tiene más suerte de la que se merece. Por esas cosas de la
vida, se quedó sin candidato para las elecciones presidenciales de fin de año y
de pronto se dio cuenta que en sus filas tenía la solución de muchos de sus
problemas, entre los cuales el mayor se llama Michelle Bachelet.
.
Claro, no es que hasta ahora no supiese de
la existencia de Evelyn
Matthei, actual ministra del trabajo de Sebastián
Piñera, sino que esta
mujer sin pelos en la lengua ni
complejos que la acallen, era demasiado para unos señores que a veces parecen
asustarse de lo que piensan y a los que Bachelet les produce un miedo
reverencial.
.
Luego de que Pablo Longueira retirase su
candidatura por motivos de salud y ante la perspectiva cierta de ser arrasados
por "la
Zapatero chilena",
no les va quedando otra que apostar por la valentía y el desacato de una mujer
que sin duda le podría hacer muy difícil la vida a Michelle Bachelet. La gran
"mamá de los chilenos" debería en ese caso enfrentarse a otra mujer
que no le dejará, como acostumbran los hombres chilenos que se achican frente a
las figuras maternales, jugar su clásico rol. Si la derecha chilena se juega
por Evelyn Matthei, Bachelet tendría que ganar por lo que quiere realizar, por
sus propuestas concretas, y no por la magia de su sonrisa siempre lista para
tapar la vaguedad de sus promesas.
Si la Alianza por Chile, es decir, la
coalición de los partidos de centroderecha, finalmente se decide por Evelyn Matthei estaremos frente a una batalla épica en que se decidirá mucho del destino de
Chile. Y la confrontación entre estas dos mujeres sería muy directa, obligando
a Bachelet a mostrar sus cartas: ¿por o contra el modelo actual de desarrollo
chileno?, ¿por mantener la libertad de enseñanza o estatizar la educación
chilena?, ¿por seguir confiando en el esfuerzo individual o hacer del Estado el
gran protagonista de la vida social?, ¿por un desarrollo evolutivo de la
institucionalidad o por lanzarse a la aventura chavista de la Asamblea
Constituyente?
.
Pero hay algo más que le pondría sal y
pimienta al enfrentamiento entre Matthei y Bachelet. Estas dos mujeres están
unidas por su historia familiar. Evelyn y Michelle se conocen desde pequeñas. Sus padres fueron ambos generales de la
fuerza aérea chilena. Uno, el padre de Evelyn, fue miembro del gobierno
militar, el otro, el padre de Michelle, murió a causa de los apremios que
sufrió al ser detenido bajo el régimen militar. Así vistas las cosas parece que
la historia jugase totalmente a favor de Michelle Bachelet. Pero el asunto es
más complejo. La misma madre de Bachelet exculpó al padre de Evelyn, el ex
comandante en jefe de la aviación chilena, Fernando Matthei, de la muerte de su
esposo. Evelyn ha reconocido tener cariño y además mucha admiración por la
madre de Bachelet y Michelle aún llama "tío" al padre de Evelyn.
.
Evelyn Matthei no minimiza un ápice la brutalidad
de la tortura y la violación de
los derechos humanos llevados a cabo en los tiempos de la dictadura militar,
pero tampoco está dispuesta a dejar que la izquierda se haga la víctima
inocente por lo que pasó en Chile. La democracia chilena no se hundió por
casualidad. El golpe de Estado de septiembre del 73 tiene una historia de la
que ni Bachelet ni la izquierda que la apoya, con los partidos comunista y
socialista a la cabeza, quiere acordarse. Y nada sería mejor para que a estos
amnésicos les vuelva la memoria histórica que tener que vérselas con Evelyn
Matthei. Sin pelos en la legua, sin complejos, si ese "yo me callo para
que tú te calles" al que ha jugado gran parte de la derecha chilena.
.
En breve sabremos si,
finalmente, la derecha chilena se atreve a dar la pelea, tanto por el futuro como por el pasado
de Chile. Si así fuese, ganase o perdiese Evelyn Matthei, estaríamos en
presencia de una batalla histórica que mucha falta le hace a Chile. Sí, a veces
se requieren dos mujeres para hacer lo que miles de hombres han sido incapaces
de hacer.
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