Turismo-Viña del Mar
VIÑA DEL MAR, DE "CIUDAD BELLA" A "CIUDAD SITIADA"
Por Daniel Lillo Cuadra
Darse
una vuelta por el centro de Viña del Mar, es como volver a la Edad Media, el
emblemático Edificio “Couve”, construido en 1950 y primer edificio de altura de
la ciudad, hoy está rodeado de fosos y empalizadas, el aspecto medieval lo
refuerzan los trabajadores con cascos de la empresa BESALCO, responsable de destruir la centenaria Plaza
Sucre, para construir estacionamientos subterráneos.
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Esta
situación que favorece a una empresa privada es en perjuicio de toda una
ciudad, porque ha alterado los flujos normales del tránsito tanto colectivo
como particular, la circulación peatonal también ha sido perjudicada, la Plaza
José Francisco Vergara, aparece bloqueada por antiestéticas murallas de madera.
Esto sin contar la contaminación del polvo y el ruido provocados por las
excavaciones y movimientos de tierra y escombros.
Las
aceras frente al edificio “Couve” y a las concurridas multitiendas “Falabella”
y “Ripley”, aparecen hundidas o simplemente destruidas por estos trabajos, de
tiempo indefinido. Al frente, junto al Club de Viña del Mar, una farmacia, un
supermercado y otras empresas comerciales, entre una excavación y otra el
embaldosado ha sido sustituído por antiestéticos parches de cemento.
El mal
estado de calles y Avenidas ya parece crónico en la ciudad que se precia de ser
“bella”, ni el municipio ni Serviu parecen atacar el problema de fondo, más
allá de paliativos o medidas de parche.
A tres
años del último terremoto, edificios públicos tan importantes para el turismo y
la cultura de la comuna como el Teatro Municipal o los palacios Vergara, Rioja
o Carrasco, solo anuncian futuras reparaciones.
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Bloques
plásticos cierran arterias tan importantes y concurridas como la Avenida Viana,
la calle Valparaíso, colapsando la
circulación de vehículos en una ciudad que normalmente tiene problemas
por la estrechez de sus arterias. Ni pensar lo que ocurrirá el feriado de
Semana Santa.
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Carabineros,
encargados de regular el tránsito, el fin de semana pasado brilló por su
ausencia. Sus directivos han llamado al “autocuidado y la paciencia” ¿Y sus
efectivos dónde andan?
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El
domingo 24 de marzo reventó una cañería
matriz y las excavaciones en torno a la Plaza Sucre y al edificio “Couve”, pudiendo
afectar sus antiguos cimientos, se inundaron de agua, agravando el problema.
La
autorización de la Municipalidad de Viña del Mar para realizar esta obra, no
previó todos los trastornos que esta obra “de progreso” originaría a la ciudad.
No hemos visto a la alcaldesa ni a los(as) concejales y para qué decir a los
diputados fiscalizadores del distrito, asomarse siquiera por este caos. La
inacción y el silencio, es como en el poema de Pezoa Véliz: “Después de la
última palada, nadie dijo nada, nadie dijo nada”.
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Los
medios de prensa escrita locales, informan solo justificando la obra y las
medidas, seguramente a cambio de los costosos avisos a página completa y a
color publicados con fondos municipales para justificar una obra privada. Como
cruel paradoja la millonaria publicidad señala “VIÑA: más obras, más bella”.
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La
construcción de estos estacionamientos
además de ser caótica es completamente injustificada ya que a 50 metros
están los estacionamientos subterráneos bajo la línea férrea de MERVAL. ¿Hay algún
negocito privado o algún financiamiento electoral detrás de todo esto?
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La
congestión vehicular aumenta por las obras de pavimentación en la Avenida
Alessandri y en la Población Vergara 2 y 5 norte y 1 Oriente.
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La
indignación de microbuseros, colectiveros, taxistas, dueños de coches Victoria
erradicados de la plaza Vergara y varios miles de particulares demuestra porqué
estas traumáticas obras se retrasaron hasta después de las elecciones
municipales.
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El actual nivel de molestia jamás habría
permitido la reelección de la principal responsable: La alcaldesa Virgina
Reginato Bozzo, que con sonriente "cara de palo" ha dicho que “todo está muy bien
coordinado”, frente a estas molestias que por lo menos durarán un año.
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