KRADIARIO

MURIÓ LA ÚLTIMA HERMANA DE EVA DUARTE DE PERÓN

La Familia Duarte

Erminda Duarte, la última hermana de Eva Perón que quedaba viva, murió esta mañana en la Ciudad de Buenos Aires, según le confirmaron a Clarín.com allegados a la familia. Tenía 95 años. Sus restos serán inhumados mañana en el cementerio de la Recoleta, en la bóveda familiar.

Erminda había nacido en 1916, casi tres años antes que Evita. Y era una de los cinco hermanos hijos de Juan Duarte y Juana Ibarguren: Elisa, Blanca, Juan y Eva.

Fiel compañera de Evita, Erminda la acompañó en sus últimos días. Y tras su fallecimiento, se mantuvo al margen de la escena pública. Ya en 1955, luego del derrocamiento de Perón, decidió exiliarse en Chile.

Erminda no tuvo hijos pero sí contrajo matrimonio con Orlando Bortolini.

En septiembre de 1971, Erminda afrontó uno de los momentos más difíciles tras la muerte de Evita. Tal como reseña el sitio Evitaperon.org, fue cuando el gobierno militar del General Lanusse le entregó el cadaver a Juan Perón, exiliado en España. Y ella viajó junto a Blanca para reencontrarse con el cuerpo de su hermana y se encontró con que había sido brutalmente profanado.

Luego de ese duro acontecimiento, Erminda se decidió y publicó un año más tarde el libro "Mi Hermana Evita", donde contó en detalle la infancia compartida y la afirmación de la obra de su hermana.

Hace siete años, Erminda había despedido a Blanca, otra de sus hermanas y también fiel compañera de Eva. El jueves pasado, se conmemoraron 60 años del adiós de Evita, ceremonia en la cual Erminda participó.

Hoy Erminda las acompaña. Sus seres queridos la despiden en una sala velatoria de Capital y sus restos mañana será inhumados junto a los de su familia, en una bóveda del cementario de La Recoleta.

Erminda Duarte falleció  por causas que aún no han sido divulgadas. Fruto del matrimonio entre Juan Duarte y Juana Ibarguren, Erminda era tres años mayor que Eva. Los hermanos restantes eran Juan, Elisa y Blanca. Evita, cuya temprana muerte dejó en el movimiento que Perón lideraba una huella imborrable, la convirtió en un ícono del Partido Justicialista.