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martes, 10 de enero de 2012

LA CÁRCEL DE GUANTÁNAMO CUMPLE MAÑANA DIEZ AÑOS - ¿SERÁ EL DÍA DEL CIERRE COMO PROMETIÓ OBAMA?

El presidente Barack Obama está decidido a cerrar la prisión de Guantánamo, isla de Cuba y hay expectación por saber lo que ocurrirá mañana miércoles cuando se cumpla el décimo aniversario de este campo instalado en el marco de la “guerra contra el terror”.

Obama declaró pocas horas después de asumir el cargo, en enero de 2009, que iba a cerrar el campo en el plazo de un año, diciendo que era utilizado como una herramienta de reclutamiento de terroristas, y perjudicial para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Sin embargo, afrontando profunda oposición en el Congreso para trasladar reclusos de Guantánamo (Cuba) a territorio continental y con la idea de realizar juicios civiles para los principales sospechosos de Al Qaida, Obama falló en cumplir con su promesa.

“El compromiso que el presidente tiene de cerrar la cárcel de Bahía de Guantánamo es tan firme hoy como lo fue durante la campaña (hacia la presidencia, en 2008)”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

“Todos somos conscientes de los obstáculos para conseguir que esto se haga con la prisa que el presidente querría hacerlo..., pero el compromiso del presidente no ha cambiado en absoluto”, acotó.

Varios autores intelectuales de los atentados del 11 de setiembre de 2001 están entre los 171 prisioneros que aún permanecen en Guantánamo y que esperan afrontar tribunales militares.

Ayer lunes militantes de la organización “Testigos contra la Tortura” manifestaron ante la Casa Blanca para exigir el cierre y se espera que lo hagan hasta este miércoles, fecha del aniversario de la llegada de los primeros prisioneros a la controvertida cárcel.

La historia de un penal en medio del Caribe

El penal estadounidense para sospechosos de terrorismo internacional alberga en la actualidad a 171 prisioneros. BBC Mundo habló con algunos presos que pasaron por la prisión e indagó sobre la situación de los que siguen allí.
El 11 de enero de 2002 un avión militar de Estados Unidos procedente de Afganistán aterrizó en la Bahía de Guantánamo; una base naval situada en el sureste de Cuba y que funciona desde 1903. Una veintena de prisioneros, maniatados y con un mono naranja, fueron transportados al Campamento Rayos X; una explanada llena de alambres que durante tres meses se convirtió en una cárcel provisional.

"Los prisioneros siguen confiando en sus abogados pero han perdido la confianza en el sistema legal", explica Gita Gutiérrez, una de las primeras abogadas civiles que entró en el penal y miembro del Centro para los Derechos Constitucionales (CCR), una organización de Nueva York que ha coordinado la defensa de unos 200 reos de Guantánamo.

Dos de sus clientes siguen entre rejas: el paquistaní Majid Khan, prisionero US9PK-010020DP, y el saudí Mohammed al Qahtani, prisionero US9SA-000063DP, considerado el "piloto suicida número 20" de los atentados del 11-S.

Las torturas en Guantánamo
A lo largo de estos diez años han pasado por Guantánamo 779 prisioneros. Todos hombres, musulmanes y de más de 40 nacionalidades. Al menos una docena eran menores de edad. Ocho presos han muerto en la cárcel; seis se suicidaron, uno murió de un ataque cardíaco fulminante y otro a causa de una grave enfermedad.

Guantánamo cumple una década coincidiendo con un año electoral. El Congreso ha bloqueado la partida presupuestaria de Defensa destinada a nuevos traslados y ha reforzado la custodia militar para extranjeros sospechosos de terrorismo.

En la actualidad los prisioneros están encerrados en una prisión que es una réplica de una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos y los responsables del centro aseguran que el trato es "humano y justo".

En una reciente visita a Guantánamo, el responsable de la cárcel, el coronel Donnie Thomas, aseguró que "la orden de cierre de Obama sigue vigente".

La responsable de prensa, la comandante Tamsen Reese, seguía ultimando la cobertura mediática del futuro juicio (comisión militar) del saudí Abd al Rahim Hussayn Muhammad al Nashiri, acusado de ser el responsable de los atentados del año 2000 contra el buque de guerra USS Cole en los que murieron diecisiete marineros.

En diez años cerca de 600 prisioneros han regresado a sus lugares de origen o han sido acogidos por otros países.

Algunos volvieron a países como el Reino Unido, Australia, España o Australia, mientras que otros empezaron una nueva vida en islas que no conocían, como Palau o Bermuda.

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